Co-lidera las iniciativas en innovación social y sostenibilidad de HP. En su opinión, ¿cómo puede la tecnología ayudar a reducir los efectos de la actual crisis económica y social?
Bueno, cuando comencé en este trabajo hace tres años dije que teníamos que poner nuestro catálogo y nuestra dirección estratégica en línea con algunos de los grandes temas del mundo. Entonces comenzamos con los Objetivos de Desarrollo del Milenio para ver que teníamos que hacer en temas de salud y educación y dónde juega la tecnología el papel más importante. Lo que vimos es que, específicamente, en la tecnología para la formación de emprendedores ahora estamos en un punto de inflexión, porque lo que solía estar limitado a una clase o un libro de texto ahora está disponible en cualquier tipo de dispositivo prácticamente en todo el mundo.
Y hemos mostrado que se puede sencillamente coger los programas offline, ponerlos en la “nube”, y hacerlos disponibles para los estudiantes. Un buen ejemplo son nuestros programas de formación para jóvenes emprendedores: ¡hay tantos graduados universitarios desempleados que son muy buenos en lo que hacen, pero que no saben cómo elaborar en un ordenador un plan de negocio, un plan contable, una página web o un documento colaborativo! Por ello, creamos para ellos un currículo llamado “HP Life”, comenzando con centros de soporte básico, adonde los estudiantes pueden acudir y realizar el curso. Ahora estamos en el proceso de trasladarlo todo a la “nube” para que estén disponibles para estudiantes en todo el mundo y que estudiantes en España, Francia, Ghana o India puedan obtenerlo. La versión española está casi terminada, Y, en aquellos lugares donde ya lo hemos puesto a disposición anteriormente, hemos creado miles de puestos de trabajo, fundamentalmente en nuevos negocios. Además, programas como éste son importantes para evitar que aumente la “brecha digital” en los países desarrollados y los emergentes.
Por otra parte, en salud creemos que la tecnología puede marcar una diferencia fundamental para muchos de estos últimos. Por ejemplo, colaboramos con la Clinton Health Access Initiative [Iniciativa Clinton para el Acceso a la Salud] y lo que hicimos junto con él y el Ministerio de Sanidad de Kenia fue ver cómo podríamos, en primer lugar, evaluar el sistema sanitario de Kenia, de forma similar a como lo hacemos con los clientes. Allí hemos construido cinco centros de datos, como apoyo a la primera aplicación que iniciamos, que se denomina “Early Infant HIV Diagnosis [Diagnóstico Temprano del VIH en Niños]”. En Kenia la ley establece que cuando un niño nace se le debe hacer el test del VIH. En el pasado se necesitaba, creo, hasta medio año para que los resultados de ese análisis de sangre los recibiesen la madre, el trabajador sanitario o el médico. Y ahora podemos devolverlos en menos de veinte días, con este nuevo sistema basado en lo que es básicamente es una “nube” sanitaria, que es un buen sistema en el que colaboraron, además del ministerio de Salud, estudiantes de la universidad local, elaborando los análisis.
Además, al ver esta capacidad de servicio, esta plataforma se ha replicado, por ejemplo, en Nigeria o Uganda, donde ya hemos hecho el diagnóstico a unos 150.000 bebés, lo que es bastante y me hace sentir muy bien. Y es que, además de un impacto empresarial donde lo implantamos, está creando al mismo tiempo un impacto social.
Ha hablado sobre sus programas para estudiantes. ¿Qué cree que necesita la juventud, aparte de lo que ha mencionado?
Estos son tiempos muy diferentes al pasado, porque, si eres capaz de desarrollar un plan de negocio por ti mismo, de pensar como un emprendedor, no importa realmente si trabajas para una pequeña o gran empresa o si estás en la escuela. Y eso es muy importante de cara a los jóvenes, porque tal como la tecnología transforma todo lo que hacemos, es necesario entender cómo cambia el trabajo y qué capacidades necesito adaptarme a él. Tienes que trabajar en ti mismo, en tus habilidades, y entender cómo puedes hacer que la tecnología trabaje en tu beneficio. Entonces tendrás una gran ventaja.
Usted es alemana. ¿Qué cree que los jóvenes pueden aprender del ejemplo alemán?
Creo que donde Alemania lo ha hecho muy bien es en su sistema de formación, que podría funcionar también en otros países, porque da una educación en profundidad y también proporciona a muchos estudiantes y jóvenes algo de comprensión práctica de cómo es el trabajo. Es una gran combinación. Creo que es algo que el país ha hecho bien y cuando leo sobre ello todo el mundo piensa que es un sistema realmente bueno.
Pero, aparte de eso, no siento que los estudiantes alemanes lo hagan de manera diferente. Eso depende de cada individuo, que tiene que entender que si tiene una oportunidad debe aprovecharla, y para mí la tecnología es lo que lo hace posible. En India, por ejemplo, hemos desarrollado un software llamando “VideoBooks” que ayuda a los estudiantes en su aprendizaje y que acaba de ganar el Innovation Award del Wall Street Journal. Es genial, y no es tan difícil de hacer. Los estudiantes sólo quieren saber, y pueden estar en España, en Francia o en otro lugar. Sólo necesitan tener curiosidad para saber lo que hay ahí fuera que les pueda ayudar a hacer mejor su trabajo. Y entonces tendrán éxito.
Basándose en su experiencia trabajando con diferentes “stakeholders”, como ONG, gobiernos, clientes y socios, ¿cree que son suficientemente conscientes de la importancia de desarrollar soluciones para los retos sociales y de la sostenibilidad?
Cuando trabajamos todos juntos en algo, creo que podemos abordar algunas de sus soluciones, afrontando los problemas y también comprendiendo qué es lo que tratamos de resolver. Esa es la única manera: aportando cada uno su parte, para, todos juntos, hacer grandes progresos.
El compromiso de HP en Responsabilidad Social se centra principalmente en temas de educación, salud y medio ambiente. ¿Qué objetivos tiene HP en esos campos para los próximos años?
En cada una de esas áreas tenemos nuestros propios objetivos e índices. En educación, por ejemplo, estamos trabajando con algunas de las más grandes y prestigiosas universidades en todo el mundo y encontrando mejores soluciones para aplicar la tecnología a la educación. Y no solo vemos a cuántos estudiantes benefician estas políticas, sino también cuáles han sido los avances que hemos propiciado desarrollando soluciones concretas. Así es cómo nos autoevaluamos, viendo si hemos afrontado ese tema específico.
Uno de los que definimos el pasado año fue el acceso a las bases de datos de laboratorios, uno de los grandes asuntos de la ciencia. Finalmente hemos creado, conjuntamente con varias universidades, una solución con la que te puedes sentar, por ejemplo, en un pueblo remoto de alguna parte de España (o de Alemania o cualquier otro lugar), sentarte ante el ordenador y acceder a un “laboratorio global” en el que otras universidades y escuelas hacen disponibles sus laboratorios y trabajan conjuntamente en él. Y es un experimento real, no una simulación.
En salud tenemos, por ejemplo, en el programa de Diagnóstico Temprano del VIH, el gran objetivo de hacer la prueba a 100.000 bebés el primer año. Ahora estamos trabajando junto a la Clinton Health Access Initiative para coordinar todo el sistema y ver a cuántos niños se les ha hecho la prueba y cuántos han sido tratados. Y estos objetivos van evolucionando. Como en el caso de la formación empresarial, viendo no sólo cuantos estudiantes la han recibido, sino también cuántos han abierto una tienda o negocio después, y si se van a mantener.
En cuanto al medio ambiente, tenemos objetivos desde hace 30 años. Y siempre los definimos a algunos años vista. Teníamos, por ejemplo, el objetivo de hacer nuestra gama de productos más eficiente energéticamente. En 2011 ya llegamos a la meta de hacerla un 50% más eficiente de lo que lo era en 2005. Muchos de los objetivos que teníamos finalizaron en 2011 o lo harán en 2012. Pero vamos a definir otros nuevos sobre la huella de carbono, la energía, el agua, los materiales y los residuos. Así, estableceremos objetivos de reducción de emisiones de gases de “efecto invernadero”, no sólo las nuestras sino también de aquellas que produce nuestra cadena de suministro. En definitiva, en todas estas áreas, si no pones el listón alto y trabajas por alcanzarlo, entonces no sabes por lo que estás luchando.
En relación con este último tema, Greenpeace acaba de hacer pública su nueva “Guide to Greener Electronics”, en la que HP ha obtenido la segunda mejor posición, y ha destacado el trabajo en sostenibilidad, especialmente de la cadena de suministro, y en los programas de reducción de emisiones. ¿Qué siente ante estos logros?
Estos resultados son sólo una razón para trabajar todos más duro, especialmente en el área de medio ambiente. Es que, según los datos previstos, seremos 9.000 millones de personas en 2050. Y para 2035 necesitaremos un 50% más de energía para alimentar la economía mundial.
¿Y de dónde vendrá? Nosotros siempre trabajamos para encontrar nuevos procedimientos y desarrollar tecnologías más eficientes energéticamente, con ejemplos como el centro de datos “Net-Zero” o nuestro programa “Project Moonshot”, que es una tecnología de servidores de energía extremadamente baja. Y siempre hay que intentar estar en lo alto de estas listas y ser la referencia para otros.
Sin embargo, en el lado negativo, se afirma que la política de residuos electrónicos y de sustancias empleadas en los productos tiene que mejorar. ¿Cuál es la política de HP en ese tema?
Hay muchas cosas que están haciéndose en esa área. En primer lugar, los residuos de muchos productos tienen un valor. Para nosotros lo ideal sería ser capaces de recuperar todo el material usado para poder reciclarlo. El reto es cómo hacerlo, porque hay mercado para todos esos materiales. Por ejemplo, tenemos el sistema “Planet partner” para reciclar todos los cartuchos y toners, entre otros elementos. Y hemos desarrollado un proceso único por el que ya hemos reciclado mil millones de cartuchos.
Helena Herrero, la directora de HP para España y Portugal, declaró el pasado 13 de noviembre que la tecnología, el talento y un adecuado marco regulatorio son, junto a la necesaria financiación, los factores diferenciales clave para el éxito de las empresas y de la sociedad. ¿Está de acuerdo? ¿Añadiría algún otro aspecto?
Sí, y aquí vuelvo a lo que decía antes: la gente debe saber qué papel puede jugar la tecnología para hacer todo ello posible. Hay muchas soluciones diferentes. En lo que estoy centrada junto a mi equipo es en crear soluciones en educación que hagan mucho más fácil y natural para la gente el aprender. Eso hará surgir el talento de los chicos, de muy diferentes maneras. Y para ello el papel de la tecnología y un marco adecuado son aspectos críticos.
Tanto Herrero, como la presidenta de la compañía, Meg Whitman, o usted son tres ejemplos de mujeres en puestos directivos, pero todavía hay pocas. ¿Qué cree que es todavía necesario hacer para que tengan tanta relevancia en las empresas como tienen en la sociedad?
De nuevo ahí está la tecnología. Además, las generaciones más jóvenes, tanto de mujeres como de hombres, tienen una mayor autoconfianza, por lo que creo que, en adelante, veremos muchos de estos modelos de negocio adaptados a que, si tengo una buena idea, seré juzgado por la calidad de mi trabajo y no por si soy viejo, joven, por mi origen étnico o por si soy hombre o mujer. Eso igualará las reglas de juego mucho más de lo que hemos visto en el último siglo. Y tengo muchas esperanzas en las mujeres. Y en HP tenemos, por ejemplo, un equipo de Liderazgo de la Diversidad, donde vemos hacia donde queremos ir con nuestros programas y nuestra responsabilidad en el progreso de las mujeres.
Creo que hemos alcanzado un punto de inflexión en el que las mujeres, con autoconfianza y curiosidad, y si aplican lo que antes he mencionado, pueden tener mucho éxito. Y además lo pueden hacer en movilidad, que puede ayudar mucho. No digo que sea fácil, pero no actualmente no hay ninguna razón para no hacer nada y mirar esto desde diferentes perspectivas. La tecnología hará posible un futuro mucho mejor. Y estoy animada, porque la gente más joven viene con una mejor comprensión de quienes son. Eso es muy importante y siempre les estimulo para que mantengan esa actitud.
En definitiva, las ideas y la innovación están en todas partes de la sociedad. Y creo que eso es lo que distingue a HP desde hace 75 años: crear algo nuevo con un valor auténtico y devolver a la sociedad lo que ella nos da. Ya en 1957 establecimos nuestros valores corporativos. Y uno de ellos era la “Global Citizenship”, el ser un buen ciudadano global.