Ibox Energy es una empresa fotovoltaica que desarrolla su actividad en España. La compañía tiene una capacidad de 1,8 GW en proyectos que se encuentran en diferentes fases de desarrollo distribuidos en Castilla La Mancha, Andalucía, Murcia, Extremadura, Comunidad Valenciana, Madrid y Castilla y León. Ibox Energy tiene un modelo de negocio rentable, competitivo y que contribuye a crear un impacto positivo en el ámbito social, ambiental y económico.
Lamberto Camacho, consejero de la compañía fotovoltaica, destaca el compromiso con las personas en las localidades donde está presente, la economía circular, la innovación en energía e inversión, y la creación de empleo y el cuidado del medioambiente, entre otros, como la misión principal de la empresa.
Un valor muy importante para Ibox Energy consiste en “ser ágiles para adaptarnos a cualquier cambio en el mercado”, desde la instauración de una nueva política hasta la llegada de nueva competencia. La compañía constituye alianzas con el tercer sector y realiza inversiones reales en la comunidad. “Debemos aliarnos con las entidades locales y saber qué necesitan de verdad para hacer una inversión adecuada y tener un acercamiento muy estrecho con los diferentes colectivos”, sostiene Lamberto Camacho. En esta línea, Ibox Energy, ha firmado un acuerdo de colaboración con la Cruz Roja para informar y formar a las personas de colectivos, tanto vulnerables como parados de larga duración.
Para el consejero de Ibox Energy, el concepto de sostenibilidad se ha transformado en el último lustro. “La sociedad exige que tengamos una inversión real y que nos involucremos más en la innovación social”. Lamberto Camacho comenta algunos proyectos realizados en España como es el despliegue de inversión en comunidades energéticas. El Consejero de la compañía explica que “una comunidad energética es una instalación fotovoltaica de escala pequeña. Estamos dando a las comunidades locales una visión de lo que es el futuro en el acceso a una energía de menor coste y más eficiente, así como contribuyendo a la generación de empleo. Un ejemplo es la comunidad energética de la comarca de la Gran Vega (Sevilla) en el que hemos conseguido el apoyo del IDEA (Instituto de Desarrollo y Diversificación de la Energía) y donde estamos fortaleciendo la independencia energética local y en el que involucramos a instaladores locales. Otros proyectos es el que estamos iniciando en la Comunidad Valenciana para utilizar todos los residuos de purines producidos por la industria cárnica, recuperar esos residuos y convertirlos en energía mediante biogás. En el ámbito cultural apoyamos los trabajos de investigación, junto con la Universidad de Granada, en el yacimiento arqueológico de Medina Elvira, en la localidad de Atarfe”.
De cara al futuro, el reto principal de Ibox es conseguir alinear los valores y actuaciones de la entidad con los ODS. Es decir, “conforme van evolucionando y cambiando los objetivos de desarrollo sostenible, la cultura corporativa debe evolucionar también. Creemos que el futuro de cualquier empresa depende de los ODS de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Si se reduce la desigualdad, los conflictos o la corrupción, entre otros problemas, la cultura corporativa debe mostrar un resultado positivo”, concluyó el consejero de Ibox Energy.
La compañía emplea en su actividad técnicas productivas, innovadores y rentables alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluidos en la Agenda 2030 de Naciones Unidas.