Como representante de una organización que está fomentando la gestión ética para fortalecer la confianza entre vuestros públicos, ¿podrías comentarnos los motivos que os han llevado a emprender este camino?
El Propósito de Leroy Merlin es “Despertar en cada persona la motivación de crear entornos donde vivir mejor”, y esto se refleja claramente en cada una de las acciones que llevamos a cabo. Tanto en Leroy Merlin como en ADEO, grupo al que pertenecemos, apostamos por una estrategia de “Impacto Positivo” en la sociedad de la que formamos parte.
Para ello es básico empezar por nuestro compromiso ético a todos los niveles: con nuestros clientes, colaboradores, equipo directivo, terceras partes y con nuestra cadena de valor. Nuestra política de cero tolerancia a la corrupción, así como el compromiso personal de cada uno de los 16.000 colaboradores que trabajan en Leroy Merlin España es la piedra angular de nuestra estrategia de gestión ética.
¿Qué medidas y procesos estáis implementando en este sentido y qué avances habéis constatado hasta la fecha?
Desde nuestra Dirección de Cumplimiento y nuestro Comité Ético, y con el apoyo y animación de la Dirección General, se están impulsando numerosas medidas para conseguir materializar ese compromiso en acciones reales. Esto es un reto en una organización como la nuestra, con un nivel alto de deslocalización al estar presentes en 129 puntos de venta en todo el país, y diferentes tipos de actividad.
Queremos que todos nuestros grupos de interés estén alineados con los valores de Leroy Merlin, por eso estamos impulsando por un plan de comunicación para llegar a todas las personas implicadas en nuestro negocio, un impulso de los Códigos Éticos y de Conducta, y un refuerzo con herramientas digitales que nos permiten gestionar de manera óptima tanto nuestro Canal Ético y de Denuncias, como los potenciales conflictos de interés o invitaciones de proveedores, entre otros.
A día de hoy nos hace sentir orgullosos decir que más del 90% de nuestros colaboradores han firmado y han sido formados en los procedimientos plasmados en nuestro Código Ético, y el 86% de nuestros proveedores han firmado el Código de Conducta de Compras Responsables.
¿Cuál sería vuestro principal reto ético en el seno de vuestra organización?
Entre los que Leroy Merlin está trabajando, destacaría que nuestro principal reto ético para este año 2022 es “Humanizar el Compliance”, entendiéndolo como la forma de comunicar, enseñar, formar y compartir.
Queremos mostrar que la función ética es algo real y presente en nuestro día a día, y nosotros, como gran empresa, tenemos el deber de dar ejemplo y crear entornos donde trabajar y vivir mejor. ¿Y qué mejor forma que poniendo en el centro a las personas?
¿Qué otros desafíos en materia de gestión socialmente responsable habéis identificado?
En Leroy Merlin contamos con un marco de responsabilidad social corporativa en continua evolución. Un punto importante en gestión socialmente responsable es el Mapa de Riesgos para mejorar el enfoque y gestión de la cadena de valor de nuestros productos y servicios. Además, estamos especialmente orgullosos de él ya que está desarrollado en base a la ley francesa de “Deber de Vigilancia”, una de las pioneras en Europa en este sentido, y que ha llegado antes incluso que la Directiva Europea.
Este análisis de riesgos nos ha permitido desarrollar planes de acción dirigidos a potenciales escenarios, entre otros, en materias de Derechos Humanos, impacto medioambiental, economía circular y gestión de residuos. Todo ello alineado totalmente con nuestra estrategia global de Impacto Positivo.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Aplicación de la ética en la gestión y la cultura de las organizaciones