El Instituto de Salud Global de Barcelona nace con el objetivo de contribuir a afrontar los retos de la salud a nivel global…
El origen del Instituto está en un centro de investigación y en la voluntad de que la investigación llegue hasta la población. Sin embargo, hoy en día ya no se pueden tratar las enfermedades únicamente como factores exclusivos porque tienen relación con todo lo demás: el medioambiente, la salud del planeta, el agua, la alimentación, la globalización, etc. En este contexto, la vocación del Instituto de Salud Global es afrontar todas aquellas áreas que de alguna manera van ligadas y hablan de la salud de la tierra, del planeta o de las personas. Sin ellas es imposible hacer frente a la mejor calidad de vida, y a mejorar el desarrollo global, que es nuestro objetivo principal.
En un mundo tan globalizado como el actual, la salud está vinculada, como decías, a muchos factores. En septiembre de 2015 se aprobaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible para hacer frente a desafíos globales como luchar contra el cambio climático y la pobreza. ¿Cómo valora los ODS?
Es un gran reto común. Aunque, en un principio, los únicos que están obligados a cumplir estos objetivos son los Estados, apelan a la iniciativa privada y a que cada uno de nosotros analicemos cómo podemos impactar en esos objetivos, no sólo reduciendo nuestro impacto sino buscando también aquellas metas colectivas. En este sentido, los ODS son un marco excelente para entender la globalización y que todo los que hacemos cada uno de nosotros, impacta en todos los demás y viceversa.
¿Cómo aborda el Instituto estos objetivos?
Estos objetivos los abordamos desde tres dimensiones. La primera es afrontar nuestro impacto. La segunda hace referencia a cómo nuestra ciencia, ya sea desde el punto de vista medioambiental o desde el punto de vista de las enfermedades infecciosas, contribuye a las metas definidas por Naciones Unidas. Existe una tercera dimensión sobre nuestro papel como asesores. Ofrecemos asesoría a las empresas en materia de salud y también hemos creado un Observatorio de Salud junto a La Caixa y la Obra Social la Caixa para promover que las empresas busquen metas que les ayuden a cumplir un marco que prácticamente es de obligado cumplimiento para todos.
¿Qué papel tienen las alianzas a la hora de alcanzar los ODS y cómo de determinantes son?
Los ODS logran que la sociedad entienda que la Agenda 2030 no es complicada sino que se trata más de tener voluntad de capacidad y entender que ese es el futuro de la economía y que estas alianzas son fundamentales. También existen alianzas vinculadas a la asesoría a las pequeñas y medianas empresas que más les cuesta entender cómo contribuir desde su posición a un marco global de desarrollo sostenible. En estos casos, hay que buscar alianzas entre los que saben cómo contribuir a la Agenda 2030 y, los que no, para que de alguna manera, las pymes se sumen al desarrollo sostenible.
¿Qué papel pueden aportar las empresas, a través de las RSE, a la consecución de los ODS? ¿Puede ser la herramienta para que las compañías trabajen en ello?
Para empezar, la Responsabilidad Social puede ser la base para que las empresas reduzcan su impacto. Sin embargo, los ODS van más allá. En este contexto, para las empresas, los ODS son una responsabilidad pero también una oportunidad de negocio y de atraer talento, al tiempo que una oportunidad de construir una economía circular mucho más acorde con lo que necesitamos. En resumen, si al principio se hablaba de RSE como un gestión responsable de la empresa para mejorar sus procesos de producción, también se habla de esta responsabilidad como una oportunidad de mejorar la competitividad de la organización y de fijarse en aspectos que, si bien al principio no tienen un retorno económico, tienen un retorno social que puede traducirse en una capacidad de negocio.
¿Cree que por el hecho de que los ODS sean una oportunidad de negocio las empresas serán más proclives a implementarlos?
En España, las empresas van muy por delante de la iniciativa pública en esta materia. Entre otras cosas porque los ODS se han firmado con muchos Estados, pero algunos de ellos todavía están pensando cómo implementarlos. En el ámbito empresarial, hay compañías en España que ya han empezado a trabajar, especialmente aquellas cotizadas o del IBEX35 que tienen en su reporting la necesidad de ofrecer la RSC. Hace tiempo que las empresas de nuestro país se han dado cuenta que la RSC es una herramienta para avanzar y, en este sentido, las compañías son las primeras interesadas en convertir todo esto en una agenda 2030 en la que la responsabilizad social va a ser una gran oportunidad.
¿Cree que los ODS son realistas y se conseguirán para 2030?
Muchos de ellos será difícil alcanzarlos pero, aun así, es muy bueno que existan porque son una guía hacia el desarrollo sostenible. Es importante que tengamos en cuenta que existe un cierto sentido del compromiso que tenemos que empezar a enseñar. El conocimiento de estos objetivos nos dará una idea de cómo se vinculan todos estos aspectos en nuestra vida y, mientras más se conozcan los ODS, más fácil será implantarlos.
¿Cuáles cree que son los retos de España en materia de salud?
Uno de los ODS es erradicar la pobreza. Obviamente, en España no hablamos de los niveles de pobreza africanos pero, sin embargo, tenemos a una parte importante de la población que vive por debajo del umbral de pobreza. En este sentido, creo que, al igual que hacen las empresas, lo primero que debería hacer el Gobierno es un análisis de materialidad para saber cómo impacta nuestra país en los ODS y en cuáles debe centrarse.
¿Cómo valora el Acuerdo de París?
El compromiso es bueno en tanto en cuanto se fijen unas metas y se destinen unos recursos a hacer frente el cambio climático. Y eso es lo que se intentó conseguir en Paris. Ahora tendremos que ver si eso se transforma en acciones concretas ya que, en el caso de Estados Unidos, por ejemplo, el nuevo presidente Donald Trump no quiero cumplir con los compromisos marcados en la COP21 de París.
¿En qué proyectos está trabajando el Instituto de Salud Global este año?
En el Instituto, tenemos muchas áreas de investigación y básicamente contamos con una serie de iniciativas concretas para cumplir con Objetivos como, por ejemplo, la eliminación de la malaria. Tenemos una agenda a 50 años y lo que importa es que tenemos que cambiar la ciencia para analizar no solo aspectos del paciente sino también aspectos medioambientales, climático, de la salud, etc. Por otra parte, la resistencia de antibióticos. es uno de los grandes retos del siglo XXl en el que estamos trabajando desde el Instituto. Cada vez tenemos menos antibióticos útiles para hacer frente a las grandes infecciones bacterianas.
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