¿Puede hablarnos de la Responsabilidad Social de su organización? ¿Cómo ha evolucionado estos años hasta la actualidad? ¿Cuáles son actualmente sus principales áreas estratégicas?
Nunca hemos hablado de RS. La misión tiene que ser RS, y así ha sido siempre. Desde su fundación DCN contribuye al arte de vivir de la sociedad apoyando la globalización de empresas que ofrecen productos y servicios que efectivamente aportan ese granito a que la sociedad funcione mejor y llevar esas aportaciones a otras sociedades del mundo. La base diferencial de nuestra actividad se ha basado en construir una empresa en red con numerosos acuerdos de colaboración con diferentes tipos de agentes, estableciendo una malla de relaciones que realimentan la misión, en este sentido es un trabajo con una visión de futuro muy clara de construir con otros. La materialización de esta misión se produce con consultoría estratégica y tecnológica y con su implantación hasta alcanzar los resultados esperados. La divulgación de los nuevos paradigmas de contribución (RS) ha resultado una tarea complicada al tratarse de una revolución que plantea cambios profundos en las formas de pensar y en los valores que nos guían. En la fundación DCN lo enfocamos al mundo de las marcas con productos de consumo, posteriormente se incoporó ante la necesidad de diferenciación la inversión de Venture Capital en start ups que disponían de una tecnología que resolvía problemas importantes de la sociedad (biotech, tecnologías disruptivas…), y en una tercera etapa, se ha acelerado la transferencia tecnológica a las grandes empresas industriales que están reaccionando a las nuevas demandas de la sociedad, evolucionando así la consultoría estratégica para resolver problemas trascendentales. Hoy desarrollamos las áreas anteriores, restringimos el foco a partners que estén más comprometidos y tengan visión a largo plazo, reforzamos el equipo de DCN con talento y compromiso personal, y aceleramos los procesos de cambio y transferencia del arte de vivir a la sociedad con mayor capacidad de ejecución. Apenas estamos empezando.
¿Qué iniciativas o proyectos nos podría compartir de su estrategia de Responsabilidad Social? ¿Cuáles son sus principales beneficios y beneficiarios?
Lo fundamental de estos años ha sido transformar el posicionamiento estratégico de las empresas a través de la misión corporativa que amplía la perspectiva que persiguen las mismas, e incorpora dimensiones diferenciales para lograr mejorar la sociedad a la que sirven. Los modelos de negocio resultantes son más contundentes, las organizaciones se convierten en smart, se alinean las voluntades de los equipos y se alcanzan cotas mayores. En Venture se invierte en el desarrollo de un fármaco que cura un cáncer, es una forma de reinterpretar el riesgo del inversor a través de un compromiso mayor con el resultado y a cambio de un posible retorno financiero superior. Acompañamos la evolución que está teniendo el mundo. Aquí está todo por hacer, porque la sociedad sigue con sus inercias y miedos; no es fácil cambiar las perspectivas vitales de una forma inmediata. Pero la transformación tecnológica va a más y nos va a exigir más.
¿Qué importancia tiene para su entidad la comunicación de la Responsabilidad Social y cómo lo trabajan?
La experiencia nos ha hecho comunicar cada vez menos y trabajar cada vez más. Nos enfocamos al proceso “Walk the Talk: Haz lo que dices que quieres hacer”. Quitando la web que está, y las comunicaciones en RRSS sobre temas concretos, no hacemos ninguna acción de marketing, conscientes de lo confuso que es usar estas acciones como marketing; valga la redundancia. Nos quedamos con la interacción con las personas con las que trabajamos todos los días.
¿Cuál considera que es la situación actual de la RSE en nuestro país y sus principales barreras y desafíos de futuro?
Ya es un hecho, la mayoría de empresas en un estadio avanzado de desarrollo tienen sus acciones de RSE. Son conscientes de la necesidad de retener su talento incorporando nuevas capas de motivación a sus equipos. Esto lo consiguen en parte con acciones laterales de RSE. Sin embargo, cuesta más que la misión rezume RSE por todas partes. A veces el beneficio empresarial ha venido de no beneficiar a la sociedad, aunque a largo plazo ya sabemos que no funciona. Pero es difícil para los empresarios y directivos ver la forma de acometer cambios profundos en sus valores. El compromiso total con la sociedad vendrá a través de los milennials. Ellos lo tienen claro.
¿Cuáles son los próximos retos y desafíos de su organización en esta materia y cómo los piensan llevar a cabo?
Vivimos momentos de cambio profundo, las empresas, los inversores, los ejecutivos, todos están cambiando. Es difícil hacer planes a medio plazo. Nos dejamos llevar por este cambio, vamos a interpretar mejor qué está pasando y no nos detenemos sino que lanzamos nuevas iniciativas de materialización de nuestra misión. Vemos que son tiempos de compromisos, nos acercamos a los que se comprometen, empresarios o emprendedores, equipos, atarse a lo cercano, iniciativas de mayor impacto cercano, y siempre con una visión de impacto global; el mundo se ha quedado pequeño eso ya no es el reto. La clave sigue siendo la combinatoria: “Definir cuáles son los problemas que atacar”. Ahora nos enfocamos a centrar bien nuestros esfuerzos hacia los retos más importantes con soluciones concretas en las que podamos echar una mano.