Luis Lombana, CEO de Ficosterra, habla con Corresponsables sobre la selección de su compañía como única empresa española elegida para participar en el Programa de Naciones Unidas para el Progreso y el Desarrollo, Ocean Innovation Challenge (OIC), cuyo objetivo es el impulso y cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 14.
La empresa de biotecnología marina, con sedes en Burgos (España) y Ensenada (México), ha sido elegida entre más de 600 candidaturas de todo el mundo para participar en este programa de investigación que pretende contribuir al diseño de la agricultura del siglo XXI.
El proyecto de Ficosterra se propone demostrar que el uso de bioestimulantes permite reducir la contaminación de las aguas, a la vez que aumenta hasta en un 15 % de media la productividad de las cosechas.
“El exceso de fertilización nitrogenada y fosfatada al campo acaba en acuíferos que van al mar, generando desbalances importantes en los ecosistemas marinos. Ficosterra evita que esto se produzca, a través de productos provenientes del mar y que estimulan los cultivos sin crear este desequilibrio. Esto supone multitud de ventajas para el agricultor y para el medioambiente”, explica Lombana.
Con el soporte de la Agencia Sueca de Cooperación para el Desarrollo Internacional (ASDI) y la Agencia Noruega para Cooperación al Desarrollo (NORAD), un equipo multidisciplinar de ingenieros agrónomos y biólogos de Ficosterra iniciarán próximamente unos ensayos con la Universidad Hassan II de Marruecos y el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE), de México.
Sostenibilidad y mejora en la productividad
Las investigaciones se realizarán en laboratorio y campo con brócoli, cultivo seleccionado para este diseño experimental. Este ensayo también ofrece efectos positivos a los países de origen donde se realiza, Marruecos y México, al suponer un desarrollo puntero en el campo que puede generar nuevas oportunidades laborales a medio y largo plazo, además de permitir a los agricultores de estos países implementar las últimas tecnologías en el manejo de los cultivos.
El uso masivo de fertilizantes de origen mineral genera anualmente 13 millones de toneladas de fósforo y nitrógeno no asimilados por los cultivos que llegan desde los ríos a los mares y océanos contaminándolos, según la UNDP.
Dentro de su estrategia puntera en el sector y como único representante de España de las 9 entidades que ha elegido Naciones Unidas, la compañía trabaja en demostrar que el uso de los bioestimulantes de sus marcas ficosagro ® y cystium-k ®, de origen 100 % natural y sostenible, mejora el rendimiento y la productividad de cualquier cultivo, ahorra costes a los agricultores y reduce la contaminación.
Escucha aquí la entrevista completa con el protagonista: