¿Cómo ha evolucionado la importancia de la sostenibilidad medioambiental en Mango?
La sostenibilidad ha sido siempre un factor importantísimo en nuestra compañía. Hemos vivido diferentes etapas dentro de esta transición y, en los últimos años, ha habido un cambio exponencial.
Un punto de inflexión fue unirnos al Fashion Pact, en 2019. Fue un punto en el que se hizo efectivo todo el testeo que llevábamos años atrás y nos ayudó a hacer realidad algo que era muy necesario: trabajar acciones en coalición de los diferentes actores de la industria, ya que todos tenemos los mismos objetivos.
A partir de ahí hemos intensificado nuestra estrategia, definiendo objetivos claros y muy ambiciosos con un mapa de acción muy completo, alineados con los acuerdos internacionales y con los actores de nuestra industria.
¿Cuáles son los pilares de la estrategia de Mango para trabajar contra este cambio climático?
Calculamos nuestra huella de carbono desde hace muchísimos años, hemos lanzado proyectos de compensación y finalmente hemos establecido unos objetivos de reducción de la huella de carbono en línea con las exigencias internacionales para la descarbonización de la industria.
Los objetivos están marcados para 2030 y establece una reducción del 80% de las emisiones GEI (gases de efecto invernadero) directas, así como las generadas por la energía que consume (alcance 1 y 2) y un 35% de reducción de las emisiones GEI que se producen en la cadena de suministro, productos y servicios, combustibles y energías (incluyendo todas las categorías que implican el alcance 3), tomando como base los valores de 2019.
Estos objetivos han sido aprobados hoy por Science Based Targets (SBTi), una iniciativa conjunta de CDP, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, el World Resources Institute (WRI) y World Wildlife Fund (WWF), lo cual significa que están alineados con el nivel de ambición definido en el Acuerdo de París.
Para la consecución de estos ambiciosos objetivos se está trabajando internamente con todas las áreas implicadas. Para alcance 1 y 2 focalizamos, por ejemplo, y entre otras cosas, en una apuesta decidida por las energías renovables. Y para el alance 3, tenemos varios focos de actuación. En lo que se refiere a la categoría de producto, que es la de mayor impacto, nos estamos centrando en incrementar progresivamente las prendas con características Committed dentro de nuestra colección mediante la priorización de materiales sostenibles o con bajo impacto ambiental como algodón reciclado, algodón orgánico, poliéster reciclado o fibras celulósicas con trazabilidad de origen, entre otras actuaciones.
Hablando de estos objetivos, ¿qué nos puedes contar más a corto y a medio plazo? ¿Alguna iniciativa destacada?
Estamos trabajando en un proyecto muy importante de sustitución del packaging de plástico que se utiliza para la distribución de nuestros productos desde origen y en la búsqueda de alternativas de menor impacto de otros componentes.
Es un proyecto que ya se ha implantado en Turquía, China y Marruecos, recientemente se ha empezado en Portugal, este mes lo lanzamos en Bangladesh y en breve en la India. Hasta la fecha, hemos evitado ya más de 40 millones de bolsas de plástico…
Comentar que Mango se ha adherido a iniciativas como Road Map to Zero de ZDHC, así como a la iniciativa Canopy Style. ¿Cómo habéis llegado a este tipo de acuerdos y de qué maneras os ayuda a alcanzar estos objetivos?
Road Map to Zero es una iniciativa cuyo objetivo llevamos años trabajando, desde que Greenpeace lanzó el proyecto Detox. La evolución de esta iniciativa ha llevado a una coalición de empresas, ZDHC, que trabajamos por los mismos objetivos de ir reduciendo la huella química del sector trabajando con la cadena de valor y trabajar con alternativas menos nocivas.
Por su parte, el Canopy Style está muy alineado con nuestra colección Committed y el objetivo de fibras celulósicas. Es un compromiso dirigido principalmente a la protección de los bosques, las especies y el clima; en definitiva, se trata de trabajar hacia prácticas más responsables y buenas prácticas en la conservación de los bosques.
¿Hay alguna alianza nueva en la que estéis trabajando?
Sí, además de las comentadas anteriormente, tras la firma del Fashion Pact empiezan a surgir iniciativas conjuntas entre todos los signatarios y otros actores de la industria. Estamos poniendo mucho foco en la conservación de la biodiversidad y la agricultura regenerativa con la idea de aplicar buenas prácticas de bajo impacto frente sistemas más tradicionales de cultivo con gran impacto en el entorno.
¿La pandemia ha sido un punto de inflexión en materia de sostenibilidad?
La pandemia ha funcionado como una palanca de transformación. Nos ha despertado esa consciencia sostenible, que ya teníamos y veníamos trabajando, pero nos ha hecho darnos cuenta de que debemos ir más deprisa para llegar a los objetivos internacionales puesto que en cualquier momento pueden aparecer imprevistos que nos puede retrasar los proyectos que teníamos en mente.
Además, ha servido para mejorar nuestra resiliencia. Saber adaptarnos rápidamente a los cambios y reaccionar rápido a la hora de mejorar y caminar con mayor rapidez en estos objetivos ya que no tenemos mucho tiempo para lograrlos. Hay que cumplir la senda que marca la Agenda2030.
¿Qué importancia tiene la comunicación en la lucha por el cambio climático?
Para poder lograr estos objetivos ambiciosos de reducción de nuestra huella de carbono es fundamental la pedagogía: comunicarlo tanto internamente como externamente.
A nivel interno, debemos dar mucha formación e información sobre el por qué estamos haciendo esto; y con relación a la comunicación externa, es muy importante que nuestro consumidor final y la sociedad en general perciba los esfuerzos que estamos realizando en Mango por ser una empresa mucho más responsable. ¿Cómo? Por ejemplo, dando mucha más información a nuestro consumidor final sobre la sostenibilidad de los productos para que empiece a entender lo que se está haciendo y cómo le repercute y beneficia. Realmente, es importantísimo esta labor de comunicación sin olvidar la transparencia en todos los mensajes.
¿Cuál crees que es la situación actual del desafío medioambiental en el sector y a nivel empresarial en el país?
El cambio climático es el gran reto que tenemos todas las empresas por la situación de emergencia en la que nos encontramos. Con relación a esto, las empresas debemos ser capaces de dar respuesta a las demandas a nivel normativo que están surgiendo (ej. leyes sobre uso de plásticos, residuos, scrap…).
Este marco regulatorio supone, por un lado, el motor para que todas las empresas e industrias trabajen en una misma dirección, pero a la vez exige acelerar las estrategias al ritmo que se demanda.
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