Marina Moya González, CEO de Bolsalea, habla con Corresponsables sobre las políticas de responsabilidad social y sostenibilidad de su compañía, el sello “Por un impacto positivo” y sus planes para 2022.
¿Cómo surge Bolsalea y cuál es vuestra misión, visión y valores?
Bolsalea es una empresa especialista de embalaje ético y sostenible. Fabricamos bolsas corporativas, portatrajes y fundas para cualquier tipo de producto. Nos dirigimos únicamente a empresas. Nos consideramos un altavoz hacia el mundo empresarial, nuestro objetivo es inspirar en el uso de embalajes respetuosos para el ecosistema, y fabricados siempre de una manera que consideramos justa.
Queremos ayudar desde nuestra experiencia a que las empresas avancen en su triple impacto; social, medioambiental y económico, apostando siempre desde la creación de packaging responsable.
Curiosamente, los orígenes de Bolsalea fueron distintos. En el 2009, con el objetivo de reducir el plástico de un solo uso, creamos las “bolsa-anuncios”, que son bolsas de papel que estaban financiadas por publicidad. Pero esta idea no terminaba de funcionar porque era complicado conseguir los anunciantes. Al mismo tiempo, nuestra web se posicionó muy bien por la keyword de “bolsas ecológicas”, así que no paraban de llamarnos empresas para pedirnos que les fabricáramos sus bolsas. Nosotros les decíamos que no, porque lo que hacíamos eran las “bolsa-anuncios”. Hasta que un día dijimos, “¿Qué estamos haciendo, diciendo que no?”. Vimos que lo que nos estaban solicitando era fabricar algo con el mismo propósito, porque nuestra idea inicial era sustituir las bolsas de un solo uso por bolsas más sostenibles. Así que lo que hicimos fue pivotar la idea inicial, pero sin dejar de lado nuestro propósito.
¿Qué ventajas ofrecen vuestras bolsas y packaging de papel a nivel medioambiental?
En Bolsalea nos encanta el papel porque es un material orgánico, biodegradable, es decir, se desintegra de manera natural, es una fuente renovable, compostable, puede convertirse en abono, es muy reciclable y reutilizable.
Trabajamos siempre con papel ecológico que cuenta con los sellos PEFC y/o FSC. Estas certificaciones aseguran que la materia prima proviene de bosques gestionados de manera responsable, donde cada vez que se tala un árbol se plantan más. De esta manera, existen bosques que de otra forma no existirían y gracias a ello la huella de carbono se reduce.
Las especies de árboles que se utilizan son el pino y el eucalipto, ya que crecen muy rápido y absorben el dióxido de carbono, así podemos disfrutar de más aire puro.
Además, en Bolsalea somos muy pro papel, porque es una industria que genera mucho empleo rural. En España crea 5.148 empleos directos y 16.268 empleos indirectos, según los datos de FAO. No obstante, nuestras bolsas de papel son de papel nuevo, por decirlo de alguna manera, pero también tenemos muchas referencias que son de papel reciclado.
También trabajáis con papel kraft, ¿Qué características tiene este material?
El papel kraft es el que no ha sido tratado para ser blanqueado. De ahí su característico color marrón que representa su origen natural.
Es un excelente material para hacer compost ya que da lugar a un buen humus gracias a su virtud biodegradable.
Por ello, si una bolsa fabricada con este papel kraft por una casualidad cayera en el campo, se convertiría en poco tiempo en abono y volvería a la madre naturaleza.
Además del papel, trabajáis con otros materiales. ¿Cuáles son y qué características tienen?
Entre los materiales con los que más trabajamos está el algodón, tanto orgánico como reciclado. El algodón nos encanta porque tiene una vida muy larga, es biodegradable y también es compostable.
El algodón no orgánico, con el que nosotros hacemos nuestras bolsas, cuenta con el sello GOTS, que asegura que todo su proceso de fabricación ha sido respetuoso, tanto en la parte medioambiental como en la social. Garantiza que no se han utilizado pesticidas y que los agricultores que trabajan en sus plantaciones lo hacen de una manera justa.
También estamos haciendo bolsitas con cáñamo, que es un tejido súper sostenible, necesita muy poco agua y poca tierra para su cultivo, y no necesita pesticidas o herbicidas, ya que es antibacteriano. Además, es reutilizable, reciclable y compostable.
También trabajamos con otros materiales como el yute, el tejido sin tejer pero que es reciclado, el lino, la loneta etc. Pero estamos siempre abiertos a que el cliente nos cuente y nos invite a probar nuevos materiales, nos encanta probar cosas distintas, siempre que sean respetuosas con el medio ambiente.
La impresión de los packagings corporativos que ofrecéis se hace con tintas sostenibles ¿De qué están hechas estas tintas?
Imprimimos con las llamadas tintas al agua, que son las que no contienen alcohol. Actualmente, son las tintas más sostenibles porque facilitan la descomposición orgánica. De esta manera, las bolsas de papel o de algodón impresas con estas tintas se pueden biodegradar.
En Bolsalea trabajamos con las tintas al agua porque siguen los estándares de la UE, lo que nos da cierta seguridad porque han seguido un control. No obstante, somos muy consientes de que se está investigando mucho en este área a partir de tintas naturales hechas con bacterias, algas, desechos de agricultura, etc, que parecen ser muy prometedores. Estamos esperando con mucha ilusión que estas innovaciones se consoliden para poder aplicarlas en nuestras bolsas.
Muchos de vuestros productos están confeccionados en tela por mujeres en riesgo de exclusión social ¿Cómo surgió esta iniciativa?
En los primeros años de Bolsalea, nuestras bolsas de algodón las cosían mujeres de la zona que se habían dedicado toda la vida a la producción de calzado y por la deslocalización de las fábricas a países asiáticos se habían quedado sin trabajo. No lo comunicábamos, pero para nosotros ya estábamos generando un impacto positivo a nivel social.
Con el paso de los años necesitábamos mejorar procesos, necesitábamos contratar más talleres para mejorar nuestra respuesta de cara a nuestros clientes. Y al realizar esta nueva búsqueda quisimos que fueran talleres de integración. Y desde hace tres años trabajamos de la mano junto a un pequeño taller social creado para empoderar a mujeres de un barrio marginal muy afectado por la droga. Son madres y abuelas que la costura les hace tener un trabajo con un salario digno y justo a la vez que se forjan una carrera empresarial en el mundo de la confección.
El apoyo a las personas con diversidad funcional es otra de las apuestas de Bolsalea compañía en sus políticas de responsabilidad social. ¿Qué acciones lleváis a cabo?
Por un lado, la creación de empleo inclusivo. Hay ciertas bolsas que requieren un trabajo manual para su fabricación y este manipulado se hace un taller social, donde trabajan personas con discapacidad intelectual. Ellos doblan el papel, le ponen los cordoncitos, el refuerzo y hacen toda la parte manual, por así decirlo. El hecho de tener un trabajo les ayuda a mejorar su autoestima y su autonomía.
Por otro lado, también facilitamos la atención al cliente para las personas sordas de dos maneras: por un lado, tenemos integrado en nuestra web el servicio de videollamada, en el que simplemente hay que clicar un botón y responde nuestro compañero Eloy, que es conocedor de la lengua de signos y puede atender en esta lengua sin ningún problema. Y luego, para las personas que son sordas, o que oyen un poquito mal, y no conocen la lengua de signos, tenemos la opción de la videollamada con subtítulos simultáneos.
Lo que más nos ha sorprendido es que somos la primera empresa española en incorporar este servicio, por ello animamos a que otras compañías lo hagan para ofrecer una atención al cliente justo para todos los colectivos.
Y para facilitar el proceso hemos creado Eloy Academy una serie de pequeños microvideos para las empresas que quieran aprender las frases más comunes para poder atender a un cliente en lengua de signos pues lo tengan más sencillo.
¿Dónde fabricáis vuestros productos y cómo apoyáis desde Bolsalea al comercio de proximidad?
Bolsalea ha apostado, desde siempre, por los productos hechos aquí. El 98% son made in Spain, pero estamos trabajando y pronto será el 100%.
Sentimos debilidad por el pequeño comercio y, desde siempre, hemos seguido un activismo empresarial para concienciar sobre la importancia de este colectivo en nuestro entorno. Los autónomos y las micropymes suponen la gran parte de nuestro tejido empresarial. Un 99,84% de las empresas en España son PYMES, y el 95% de estas son micropymes, por lo que el impacto social es muy importante, y pensamos que hemos de cuidar la salud de estas empresas.
A nuestro parecer, en algunos sectores hay un problema de oligopolio; las empresas grandes se están comiendo a las pequeñas. Por ello, desde Bolsalea, abogamos por una compra responsable y consciente, que facilite que las pequeñas marcas también puedan competir. Para ello realizamos entrevistas a empresas que están trabajando mucho, y lo están haciendo muy bien, e intentamos darles visibilidad para que tengan una parte en el reparto del pastel empresarial.
Bolsalea cuenta con una certificación propia para empresas responsables. ¿Qué representa este distintivo?
Creemos que las empresas que sí apuestan por un embalaje respetuoso deben ser reconocidas. Para acreditarlo hemos creado un sello, llamado “Por un impacto positivo”, que otorgamos a las marcas para las que hemos realizado bolsas de innovación social.
A cada una de estas empresas le hacemos llegar físicamente un diploma que justifica este compromiso en la elección de su packaging y, además, les enviamos el sello digital por si quieren incorporarlo en su web.
¿Cuáles son vuestros planes para 2022 en materia de RSC y sostenibilidad?
Tenemos muchísimos planes, estamos súper ilusionados y muy motivados. Queremos incorporar más productos de materiales diferentes y novedosos como el bambú, la ortiga, etc. Hay tejidos que nos encantaría poder introducir en nuestro catálogo.
También queremos fomentar la economía circular, creando nuevas bolsas a partir de desechos de otras industrias. Agrandar el porcentaje de referencias creadas por personas en riesgo de exclusión social o personas con discapacidad intelectual. Y, por supuesto, queremos hacer crecer los niveles de facturación, porque cuanto más dinero podamos generar, más impacto social y medioambiental podremos crear.
ODS13: “Bolsalea quiere inspirar al mundo empresarial en el uso de embalajes respetuosos con el ecosistema y fabricados de forma justa”
Marina Moya González, CEO de Bolsalea
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