Another Way Film Festival ha crecido considerablemente en los últimos años. ¿Cuál es el principal objetivo del festival en términos de concienciación sobre la Sostenibilidad?
Nuestro fin principal es el de abrir espacios seguros, sin tapujos ni agendas ocultas para poder hablar libremente de la crisis ecosocial en la que estamos inmersas.
A partir de ahí queremos poner encima de las mesa temas sumamente importantes que no son siempre fáciles de abordar como el abuso de las grandes corporaciones, la inacción estatal y los entramados corruptos entre ellos, la desobediencia civil y las consecuencias de un consumo voraz, entre otros temas. Y lo hacemos usando una herramienta increíble: el cine. Pensamos que con la celebración de coloquios posteriores a las proyecciones y gracias a la voz de estos expertos y expertas, la comprensión de las temáticas de las películas se hace mucho más accesibles y fáciles de asimilar. Además ayuda a conocer de una manera más global la crisis ecosocial en la que estamos inmersas fomentando la participación ciudadana, tanto dentro de un rol individual como colectivo, y la lucha por un cambio real y positivo.
En tu opinión, ¿qué papel juega el cine en la creación de conciencia sobre los desafíos ambientales y sociales a los que nos enfrentamos hoy en día?
Es absolutamente esencial y en España, más. Me baso en una información de Producción Audiovisual: “Con motivo de la celebración del Festival de Cannes 2023, Mastercard (patrocinador oficial del evento) publicó un estudio que pone de relieve la cantidad que los/as españoles/as dedicamos 266 horas al año a consumir películas, ya sea en el cine o en la pequeña pantalla. Esto supone un total de 11 días, una media superior a la europea que se sitúa en 230 horas al año”.
Así como nos iniciamos y sumergimos en el american way of life a través del cine, este es un medio esencial en la transformación de valores y conductas. Es por eso que este año hemos arrancado formaciones en torno a Another Narrativas, es decir, en torno a la inclusión de la crisis ecosocial en los guiones de ficción. No sólo por dotarlas de realismo contemporáneo, sino también para proyectar futuros posibles en vez de catastróficos o distópicos que lo único que hacen es llevarnos al desasosiego y la inacción por derrotismo.
Proyectar en nuestras narraciones, sean de cine u otras artes, un futuro común, sobrio pero apetecible, es esencial para poder pasar a la siguiente etapa en la historia de la humanidad: el cuidado y la regeneración. Algo esencial para contrarrestar los estragos de los últimos años. De todo esto hablaremos en la mesa redonda de ecotopías el lunes 21 octubre a las 18:00h Biblioteca Eugenio Trías de El Retiro, en Madrid.
El festival destaca por su enfoque en películas que promueven el desarrollo sostenible. ¿Cómo seleccionáis las películas y qué criterios consideráis para que una obra sea parte del festival?
El festival cuenta con una responsable de programación, Sandra Ruesga, actual presidenta de DOCMA (Asociación Española de Cine Documental). Bajo su liderazgo, tenemos a un comité de selección que siempre procuramos que sea variado pero siempre con algún representante o bien de la comunidad científica o bien de alguna ONG ambiental, sobre todo para no caer por error en mensajes engañosos. Abrimos una convocatoria durante casi tres meses y valoramos cerca de 300 largometrajes y 900 cortometrajes para encontrar las mejores obras del año. Asimismo, existe un criterio claro de buscar la calidad cinematográfica, además la originalidad del formato y del punto de vista también son aspectos a los que prestamos una particular atención.
La Sostenibilidad no solo se refleja en las temáticas de las películas, sino también en la organización del propio festival. ¿Qué medidas adoptáis para que Another Way Film Festival sea un evento sostenible?
Creo que se puede resumir en una palabra: sobriedad. Por política interna no producimos materiales de marketing ni permitimos a ningún patrocinador o colaborador ofrecer materiales superfluos en nuestro marco. Todos los soportes de comunicación necesarios se producen de la manera más coherente que permite el mercado: programas impresos en papel reciclado con tinta vegetal, reuso de las estructuras de roll-up de año en año, todas las comidas oficiales son vegetarianas y fomentamos el uso del transporte público para venir al festival. Otro aspecto importante es que procuramos escalonar las propuestas para que se pueda disfrutar con una cierta tranquilidad y no la ansiedad que puede dar la sobre programación de eventos culturales.
¿Qué importancia tiene para el festival la colaboración con empresas y organizaciones que comparten los valores de la Sostenibilidad y la RSE?
Como indicaba en un principio, creamos un espacio seguro, sin agendas ocultas ni tapujos. Para ganarse la confianza del público hay que ser extremadamente coherente, es por eso que única y exclusivamente podemos trabajar con empresas y organizaciones que comparten los mismos valores que nosotras. Esto dificulta sin duda la financiación. Sin embargo, en los 10 años que lleva el festival la coherencia está dando sus frutos, por eso se nos reconoce como tal y cada vez más organismos se acercan a apoyarnos y ser partícipes de este festival tan especial y único en Madrid.
Además de las proyecciones, el festival organiza actividades paralelas como debates y talleres. ¿Cómo contribuyen estas iniciativas a ampliar el impacto del festival en la sociedad?
Las películas nos invitan a la reflexión y los coloquios a canalizar las emociones que estas nos puedan generar hacia un modo de pensamiento constructivo. Para conocer soluciones tangibles, creamos y ofrecemos un abanico de actividades que van desde yoga y mindfulness a rutas urbanas de senderismo para conocer mejor los espacios verdes de Madrid, pasando por encuentros profesionales para cineastas y emprendedores/as que compartan las mismas inquietudes y valores.
Vivir y trabajar de forma comprometida con la sostenibilidad es muy difícil y exigente, por eso queremos ofrecer tanto herramientas como lugares de encuentro para sentir que no estamos solas en nuestros esfuerzo.
Este año, el festival incluye películas que abordan tanto la crisis climática como la justicia social. ¿Cómo crees que se pueden vincular ambos temas en el cine y por qué es importante que lo hagan?
Partimos del principio de que ahí donde se vulneran los derechos ambientales, se vulneran derechos humanos. Por lo tanto es indisociable. Es importante que los y las cineastas pongan el foco en esta conexión para visibilizar los efectos en las poblaciones más vulnerables. Estamos en un periodo de estrés evolutivo extraordinario, para poder atravesarlo con las menores pérdidas posibles tenemos que fomentar la empatía y la solidaridad incondicional. Tenemos que romper todas las barreras (sociales, raciales, religiosas etc.) frente a uno de los mayores retos de la humanidad. Y creo que conocer a través del cine las consecuencias de la crisis climática y la historia de otros seres vivos en Laikipia, los Alpes franceses, o Siberia (lugares que visitamos gracias a la selección de películas de este décima edición) nos hace más humanos.
A lo largo de tu trayectoria como directora del festival, ¿has visto un cambio en la forma en que el público y la industria del cine perciben la Sostenibilidad?
Hay una broma que cuento mucho y es que cuando estaba desarrollando el proyecto, presentándolo a posibles partners, me llegaron a preguntar: ¿Un festival de soste-qué? Y si no recuerdo mal, la sostenibilidad ha sido la palabra más buscada en 2022 o 2023… Así que sí, hemos pasado de saber poco y nada (me incluyo) a que en solo 10 años se hable de la sostenibilidad en todos los ámbitos: familiar, laboral y político. Esto también puede producir eco-fatiga, pero sí, ahora es un tema omnipresente (menos mal), aunque aún queda mucho por hacer.
En la industria del cine diría que ha pasado algo parecido, pero creo que al ser una industria creativa es altamente sensible y las motivaciones no han sido puramente económicas como podrían ser en las grandes corporaciones y gobiernos. Sin embargo, las legislaciones a favor de la inclusión de medidas de sostenibilidad son de grandísima ayuda aunque lo que percibo es que es un ámbito en el que no se ha debido convencer de la necesidad, sino facilitar el camino.
En un momento donde el cambio climático y la desigualdad son temas críticos, ¿qué mensaje te gustaría transmitir a través de Another Way Film Festival a las generaciones futuras?
Me gustaría transmitirles que la acumulación de bienes materiales no ayuda al vacío existencial que pueden sentir en la sociedad de hoy en día. Son los vínculos con otras personas y el disfrute de la naturaleza (versus su extracción descontrolada) lo que nos llena de felicidad y alegría. Querría que sigamos investigando (e incluyo a cualquier ser vivo hoy, para no remitirles la responsabilidad de ninguna forma a los que vienen detrás, sino compartirla) Another Way de vida…
¿Qué proyectos o desafíos futuros tiene el festival para seguir impulsando la conciencia sobre la sostenibilidad y expandir su impacto en la sociedad?
Seguimos con nuestras formaciones en producción sostenible y Another Narrativas, así mismo con ciclos nacionales e internacionales de cine. Por último, estamos desarrollando una plataforma virtual para ofrecer programas de sensibilización a empresas y festivales en otras ciudades para ofrecer la experiencia y el refugio en otros lugares. Los desafíos siempre giran en torno a elegir a las mejores compañeras de viaje.
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