¿Podría empezar explicándonos cómo llegó a este mundo de la RSE y qué recuerda de esos inicios?
Descubrí la RSC a través de un curso universitario que hice hace ya una década. Me di cuenta de que la RSC se alineaba completamente con mi manera de pensar y de entender la gestión en el mundo empresarial y organizacional. Por eso, decidí ampliar mi formación en esta materia a través de un Máster Universitario, especializándome así en gestión socialmente responsable. Hace 10 años, la RSC ya estaba implantada en las grandes empresas y multinacionales españolas, pero no así en las pymes, que en aquel momento constituían el 99,67% del tejido empresarial español, según datos de la CEOE. Yo desarrollo mi carrera profesional en el Hospital de Molina, que es una pyme, así que decidí trasladar lo aprendido a mi organización. Mi sorpresa fue encontrarme que mi empresa llevaba años desarrollando numerosas acciones de RSC, aunque sin ninguna estructura ni sistematización. Por lo que decidí empezar a poner orden, establecer líneas estratégicas de RSC alineadas con la estrategia general de la organización y a sistematizarlo.
En esta línea, ¿cómo ha evolucionado la estrategia de RSE de su organización en estos últimos años hasta la actualidad y cuáles son, actualmente, sus principales líneas de actuación?
Fue realmente fácil definir la estrategia de RSC de nuestro hospital, porque ser socialmente responsables está recogido en nuestra Misión, Visión y Valores desde que nació el Hospital de Molina en el año 2000 y así continuamos trabajando. Dando una asistencia sanitaria a la ciudadanía, segura, accesible y con un nivel óptimo de calidad científico-técnica, cumpliendo con el profundo compromiso – basado en la transparencia y principios éticos – que mantenemos con nuestros grupos de interés y con el entorno, incorporando la mejora continua en nuestro día a día, siendo eficientes mediante el uso racional de la medicina y de los recursos disponibles, estableciendo alianzas de colaboración público-privada para contribuir al desarrollo de una sociedad más saludable, culta e igualitaria… Además, integramos nuestra RSC en nuestro propio Sistema de Gestión, denominado SMEX, es decir Sistema Molina de Excelencia, que está certificado en ISO 9001, ISO 14001, UNE 179003, UNE 179006, y acreditado con la Quality Healthcare de la Fundación IDIS, que reconoce la excelencia en calidad asistencial.
Nuestra estrategia de RSC aborda las siguientes líneas de actuación como el compromiso económico y el Buen Gobierno, el compromiso asistencial, el social y el medioambiental, con acciones concretas que giran en torno a nuestros principales grupos de interés, que son nuestros pacientes, nuestro equipo humano, la administración pública, la sociedad, nuestros accionistas y el medio ambiente.
¿Puede poner algunos ejemplos y citar las buenas prácticas de su organización en estos temas?
Respecto a nuestro compromiso económico y buen gobierno, por ejemplo, tenemos la reorganización de algunos de nuestros principales servicios hospitalarios para aumentar nuestra actividad asistencial, contribuyendo así a reducir las listas de espera en la Región de Murcia y, por tanto, el gasto por paciente que asume el Servicio Murciano de Salud (SMS), estimado aproximadamente en un 15% menos. Además, destinamos casi un 25% del presupuesto de compras a la contratación de proveedores locales, disponemos de un Código Ético, que se revisa anualmente y por el que se rige el comportamiento de todo el personal del Hospital de Molina y sirve de marco en el que desarrollamos nuestras relaciones con el resto de grupos de interés, etc.
En cuanto a nuestro compromiso asistencial: por ejemplo, un aspecto prioritario es la seguridad y salud de nuestros pacientes, que gestionamos a través de nuestro Sistema propio de Seguridad del Paciente, basado en las normas UNE 179003, que abarcan la gestión de riesgos para la seguridad del paciente, y UNE 179006, para la vigilancia, prevención y control de las infecciones relacionadas con la atención sanitaria en los hospitales, en las que estamos certificados por AENOR, y donde están establecidas las estrategias de seguridad en los procesos asistenciales, que evaluamos anualmente para promover mejoras.
En lo que se refiere a nuestro compromiso social favorecemos la integración laboral de la discapacidad a través de la contratación directa en plantilla y a través de la contratación de servicios con Empresas de Inserción Laboral y Centros Especiales de Empleo; desarrollamos nuestro Programa de Promoción y Divulgación de la salud, con el que contribuimos, por una parte, con un modelo sanitario centrado en la prevención y en la promoción de hábitos saludables y, por otra, con el empoderamiento del paciente al facilitar su participación en temas de salud/sanidad; colaboramos estrechamente con organizaciones sociales y ONG, como Cirugía Solidaria; fomentamos la cultura y el deporte de nuestro entorno más cercano; y apostamos por la investigación y la formación de especialistas de alta cualificación a través de nuestra Cátedra de Investigación Hospital de Molina de la Universidad Católica de Murcia, la UCAM. Finalmente, respecto a nuestro compromiso medioambiental, minimizamos la generación de residuos peligrosos, mejorando la gestión y revisando la compra de productos que generen menos residuos; nuestros colaboradores internos se responsabilizan de la correcta gestión de todos sus residuos peligrosos; controlamos el consumo eléctrico de nuestras instalaciones,
instalando contadores de energía eléctrica por zonas; mantenemos un acuerdo con Traperos de Emaús para la recogida y correcta gestión de ciertos residuos, algunos incluso susceptibles de reciclar su uso; etc.
¿Qué papel tiene la comunicación de la RSE, qué destacaría de la misma?
Teniendo en cuenta que toda la información que comunicamos en el Hospital de Molina, tanto interna como externa, tiene una marcada sensibilidad, ya que hablamos de salud y de hábitos de vida saludables a partir de los cuales la ciudadanía toma decisiones, ejercemos una comunicación responsable desarrollada bajo los criterios del rigor, la ética, la profesionalidad y, por supuesto, la accesibilidad, como parte de nuestro compromiso con la Responsabilidad Social Corporativa. Así lo avala el sello de Comunicación Responsable, que nos concedió el Colegio de Periodistas de la Región de Murcia en 2017.
Esta comunicación la desarrollamos en colaboración con los medios de comunicación generalistas y especializados. Pero también a través de nuestra web, nuestro propio blog integrado en la misma y nuestros perfiles en redes sociales. Estas últimas se han erigido en un altavoz potentísimo, por lo que prestamos especial atención a los contenidos que difundimos a través de ellas. Y por supuesto, a través de nuestros Informes de Sostenibilidad y las Memorias de Responsabilidad Social Corporativa, que publicamos anualmente, en la que reportamos información de la gestión integral de nuestro Hospital, y que están publicados y accesibles para todos en nuestra web.
¿Cuáles son las principales ventajas y beneficios de apostar por la RSE?
Apostar por una gestión socialmente responsable en tu organización conlleva una serie de implicaciones muy positivas: ayuda a evitar riesgos, porque eres capaz de prevenirlos al definir tu estrategia de RSC; aumenta la motivación y el compromiso de tu equipo humano con la organización, por lo que se reduce el absentismo y la rotación, incrementándose por tanto la productividad; el uso eficiente de los recursos conlleva ahorro de costes; generas confianza en tus clientes, proveedores, personal, etc.; aporta valor diferencial a tus productos y/o servicios; aumenta tu reputación y el reconocimiento por parte de la sociedad; etc. Sin duda, a medio y largo plazo, la RSC ofrece un retorno más allá del puramente económico y se convierte, en definitiva, en una ventaja competitiva para las organizaciones.
En nuestro caso, la RSC nos permite seguir siendo un aliado para la administración pública regional y local no sólo en la prestación de la actividad asistencial para la ciudadanía, sino también en la puesta en marcha y desarrollo de iniciativas institucionales, y cada vez son más las organizaciones sociales que contactan con nosotros para que contribuyamos a su visibilidad. Conseguimos reputación, credibilidad y generamos confianza.
¿Cuáles son, en su opinión, los principales errores que se siguen cometiendo en la actualidad en torno a la RSE y cómo subsanarlos?
Por una parte, el desarrollo de acciones de RSC aisladas, sin integrarlas en el marco de un estrategia definida y planificada, que contemple también unos indicadores que permitan medir el grado de consecución de los objetivos de dichas acciones. Enlazando con esto, otro error importante consiste en no concretar los objetivos que se quieren conseguir con la implantación de RSC, es decir, hago cosas… pero ¿para qué? La falta de un plan de comunicación interna y externa de la RSC es otro error frecuente que cometen muchas organizaciones. Prefieren no comunicar, a veces por pudor, y en otras ocasiones por desconocimiento de cómo llevar a cabo esa comunicación, canales, destinatarios, etc. O incluso, no ven necesario hacerlo. ¿Cómo subsanar esto? Con reflexión, sentido común y, sobre todo, coherencia.
Aún se oye en determinados foros y personas que las empresas ‘hacen’ RSE por cosmética, por lavado de imagen, por greenwashing, ¿qué opina de ello y cómo revertir la situación?
A estas alturas, está más que demostrado que realizar greenwashing se vuelve en tu contra. Yo siempre digo que nadie te obliga a hacer RSC, no existe ninguna ley que la imponga. Por tanto, si no crees en ella, no la implantes en tu organización, porque eso solo generará incoherencia entre lo que eres, lo que dices y lo que haces. Y como estamos en un mundo globalizado, tarde o temprano, esa incoherencia saldrá a la luz y generará desconfianza en tus grupos de interés, repercutiendo muy negativamente en tu organización.
¿Cómo están fomentando en su organización la comunicación y el diálogo con los grupos de interés?
Disponemos de un sistema de diálogo con nuestros grupos de interés estratégicos que nos permite conocer las necesidades y expectativas de cada uno de ellos. Son los integrantes de nuestro Comité de RSC que está formado por los departamentos de Gerencia, Económica, Recursos Humanos, Calidad, Atención al Paciente, Medio Ambiente, Comunicación y RSC, quienes se encargan de establecer ese diálogo y comunicación con cada grupo de interés, siempre de la manera más operativa posible: reuniones, llamadas telefónicas, correos electrónicos, encuesta de clima laboral, encuesta de satisfacción del paciente, encuesta de valoración de nuestro Informe de Sostenibilidad, etc.
Finalmente, ¿cuáles son, en su opinión, los retos y desafíos de la RSE en nuestro país?
La transparencia de las organizaciones en lo que a su gestión se refiere y, básicamente, todos los retos que nos plantea la Agenda 2030 y que están relacionados con los ODS como por ejemplo el cambio climático, la calidad de vida de las personas en función de su salud, de su educación y de su desarrollo profesional, ciudades y entornos sostenibles, una producción y un consumo responsables, un mundo más justo y más pacífico y todo esto siendo capaces de establecer redes y alianzas de colaboración entre los ámbitos público y privado. En definitiva, ser capaces de contribuir a conseguir que los Objetivos de Desarrollo Sostenible dejen de ser objetivos y se conviertan en realidades. Es un camino difícil, pero no imposible.
¿Y los retos de su organización? ¿Cómo los piensan llevar a cabo?
A todos los anteriores, se suma uno específico de nuestro sector profesional. Teniendo en cuenta que la salud es el mayor bien que tenemos las personas, y como tal, debemos atenderla con la máxima sensibilidad posible, la humanización de la asistencia sanitaria se está perfilando en los últimos años como uno de los principales desafíos de la Sanidad de nuestro país, por tanto, de nuestra organización. Hablamos de potenciar la empatía y el abordaje integral por parte de los profesionales sanitarios, de adaptar los espacios hospitalarios siguiendo criterios ajustados al tipo de paciente, de mejorar la información desde que se produce el ingreso hospitalario hasta el alta… En definitiva, se trata de mejorar la experiencia del paciente, que además de que así nos lo está demandando, no podemos olvidar que es la razón de ser de nuestro sistema sanitario y de nuestros profesionales. Y como eje central, es protagonista de cualquier proceso que mejore la calidad asistencial. En este sentido, es necesaria su formación y sensibilización, también de la ciudadanía, de manera que sea capaz de asumir la responsabilidad de sus hábitos de vida y su salud.