¿Qué importancia tiene para vuestra empresa formar parte de plataforma Economía Circular en Acción?
El objetivo de esta plataforma es dar visibilidad en la conversación con los poderes públicos y otras organizaciones privadas a prácticas concretas relacionadas con la economía circular que ayuden a impulsar a través del ejemplo el cambio que el modelo productivo actual necesita.
El hecho de ser empresas y asociaciones de sectores tan diversos permite tener una visión general sobre qué supone avanzar en economía circular para todos los sectores productivos y la sociedad en general.
¿De qué forma está vuestra empresa apostando por el desarrollo de buenas prácticas socialmente responsables que contribuyan al impulso a la economía circular? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
Mercadona tiene un sistema de gestión ambiental basado en tres pilares fundamentales que siempre se ha centrado en la eficiencia, en “hacer más con menos”. Esto ha supuesto implantar y trabajar constantemente en la optimización logística, la eficiencia energética y la gestión responsable de residuos. Algunas de estas estrategias llevan décadas implantadas en la compañía, pero también somos conscientes de que tenemos que adaptarnos a nuevos desafíos ambientales y sociales.
Como ejemplo del primer caso, en 1990 comenzamos a integrar en nuestro modelo de negocio el uso de cajas y palets reutilizables de Logifruit, que fue uno de los primeros pasos que la compañía desarrolló conjuntamente con nuestro proveedor para reducir el uso de materias primas. Este modelo de uso de envases reutilizables es parte de un conjunto mucho mayor de diferentes estrategias que se han ido poniendo en marcha y refinando desde entonces en el sistema de gestión ambiental de Mercadona.
Un ejemplo más reciente es la Estrategia 6.25 para la reducción de plásticos, que empezamos a implantar en 2019 y que responde, por un lado, a un problema social y ambiental que se ha hecho acuciante, y, por otro, a la naturaleza del modelo de negocio de la compañía, que está basado en satisfacer las necesidades de todos sus grupos de interés, entre ellos los de la sociedad de la que forma parte.
¿Puedes especificarnos algunas buenas prácticas y/o iniciativas concretas que estáis llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
Como hemos comentado más arriba estamos ahora mismo en pleno desarrollo de la Estrategia 6.25, que pretende conseguir un triple objetivo: reducir un 25% el plástico que generamos, que todos nuestros envases sean reciclables y reciclar todo nuestro residuo plástico.
Estos objetivos se materializan en 6 acciones que culminarán en el año 2025 y que incorporan medidas de circularidad en el modelo de negocio de la empresa, que exigen repensar el proceso de diseño, mayor concienciación del impacto que genera el residuo y la necesidad de implicar a todos los actores de la cadena de valor, desde productores a consumidores pasando por la distribución, para conseguir un uso racional de los plásticos.
Esta iniciativa conllevará una inversión de más de 140 M€ en los próximos 4 años.
¿Cuál es la situación actual de la RSE en vuestro sector y sus principales barreras y obstáculos?
Aunque no podemos hablar por todo el sector, sí que somos conscientes de que las iniciativas en RSE, que ya existían y eran importantes, están cobrando protagonismo a medida que todos nos concienciamos de que para que haya desarrollo, este tiene que ser sostenible.
En este aspecto estamos viendo cómo el sector de la distribución está llevando numerosas y ambiciosas iniciativas en gestión responsable de residuos, en prevención y reducción del desperdicio alimentario, y en optimización de sus procesos para consumir menos recursos naturales. Esto está teniendo lugar en un contexto muy complicado: además de la pandemia, que ha supuesto un tremendo esfuerzo y que ha demostrado la robustez y flexibilidad de la cadena de suministro, tenemos un entorno legislativo muy cambiante en el que muchas veces no tenemos las reglas del juego tan claras como nos gustaría.
Esto lo estamos viendo en los diferentes desarrollos reglamentarios sobre residuos, en los que a nivel nacional y autonómico estamos encontrando imprecisiones o contradicciones que dificultan implementar las necesarias mejoras que la sociedad y el medio ambiente demandan.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu empresa en materia de RSE?
Como cualquier otra empresa actualmente, Mercadona está dando pasos para alinear todos sus procesos con los objetivos europeos y nacionales de sostenibilidad, tanto en su vertiente ambiental como en la social y la económica. Cumplir nuestra misión, “ser una empresa que la gente quiera que exista”, supone adaptarnos con hechos a un entorno donde se nos exige mayor ambición y transparencia.
En Mercadona vamos a seguir esforzándonos por escuchar a todos nuestros grupos de interés y satisfacer sus necesidades. Ahora mismo somos conscientes de que tenemos mucho que mejorar. Con medidas como la Estrategia 6.25, el nuevo modelo de tienda y las mejoras que se están llevando a cabo a nivel logístico y de procesos internos sabemos que estamos dando pasos, pero también que es imprescindible seguir aprendiendo y dialogando con todos los actores relevantes.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Alianzas para impulsar la economía circular.