Roll’eat es una empresa comprometida con la creación de envoltorios creativos y reutilizables que contribuyen a la reducción de residuos y el cuidado del medioambiente. Más allá de lo que ofrecen, su diferencial radica en el porqué de sus acciones: generar conciencia sobre el impacto ambiental del uso de plásticos y materiales desechables. Su misión es clara, fomentar el consumo responsable y sostenible mediante la innovación de productos como el Boc’n’Roll, cuya huella de carbono es significativamente menor que la de otros envoltorios. Con presencia en más de mil colegios, Roll’eat no solo promueve hábitos de consumo más responsables, sino que también mejora la calidad de vida de las personas al ofrecer soluciones prácticas, económicas y saludables.
Codo con codo con los colegios
Corresponsables ha entrevistado a Meritxell Hernández, fundadora y CEO de Roll’eat, con el objetivo de conocer de primera mano cómo la sociedad se prepara para abandonar los envases y envoltorios desechables o cuáles son los cambios clave que debemos adoptar tanto individualmente como en lo colectivo para lograr un impacto medioambiental positivo, entre otras cuestiones. “Roll’eat nace con el objetivo claro de reducir el impacto medioambiental de los productos de un solo uso y de promover la reutilización entre la ciudadanía. De manera específica pretendemos llegar a los más jóvenes y es por ello que hemos trabajado siempre muy de cerca con los colegios. Nuestro primer producto fue una alternativa al papel de aluminio que nació pensando en reducir todos los residuos de papel de aluminio que se generaban en los desayunos de los colegios”, manifiesta Meritxell.
La CEO de Roll’eat afirma que “la sostenibilidad es una tendencia al alza. Fue en el año 2018 cuando se apreció un verdadero punto de inflexión. Ese año se llevaron a cabo campañas muy potentes para acabar con los plásticos en los océanos que provocaron que la sociedad tomara conciencia real. Esto lo notamos, por ejemplo, en el hecho de que el consumidor cada vez pide más implicación a nivel social y medioambiental en las empresas y es más consciente de lo que está consumiendo. En los colegios se trabaja más la educación ambiental y se ven nuestros productos como una herramienta sensibilizadora para que los niños adopten prácticas más sostenibles”.
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