¿Cuál es la importancia para su organización el valor compartido, cómo lo diferencian de Responsabilidad Social y cómo se aplica en su organización?
Hace más de 5 años, identificamos una necesidad que no estábamos atendiendo dentro del sector que atendemos. Muchas de las esposas de nuestros clientes varones generaban ingresos secundarios para el hogar a través de pequeños emprendimientos, pero no podían acceder a un financiamiento con el banco porque nuestras políticas de riesgos evaluaban a la unidad familiar en su conjunto, siendo estos ingresos considerados como parte del ingreso principal del varón en la solicitud de crédito.
Claramente, nuestro compromiso con la inclusión financiera de más peruanos y peruanas no era completa. Retamos nuestras políticas y nos pusimos a trabajar en un producto que nos ayude a cumplir nuestro propósito de “transformar vidas” trabajando en cerrar las brechas de género y al mismo tiempo contribuya de manera significativa en nuestro compromiso con la inclusión de más mujeres al sistema financiero a través de un producto competitivo.
Hoy, Crédito Mujer no sólo es un producto más de nuestro portafolio sino uno que nos ayuda a cumplir nuestros objetivos de negocio, los que además están intrínsecamente incorporados en nuestra estrategia de sostenibilidad. De esta manera, reducimos la brecha de género, generando valor y bienestar para el sector que atendemos y valor para el negocio con un producto con el que brindamos libertad financiera y empoderamos a la mujer y contribuye con nuestro esfuerzo por una mayor inclusión financiera.
¿Nos podrías comentar sobre la iniciativa seleccionada y cómo trabaja el enfoque de valor compartido?
En el Perú, aún existen limitaciones para que una mujer casada o conviviente con un nivel de ingresos muy bajo se considere sujeto de crédito. Aunque tenga sus propios ingresos, producto de pequeños emprendimientos, la evaluación de un crédito por las entidades financieras toma siempre en cuenta a la unidad familiar en su conjunto y solo al mayor ingreso que tradicionalmente ha correspondido al varón. Las mujeres quedan, de esta manera, excluidas de acceder a un crédito de manera directa.
Sin embargo, las mujeres han encontrado en los últimos años, con justicia, nuevos escenarios para su crecimiento personal, pero son grandes aún las brechas que las separan de las oportunidades que sí tienen los varones. Estas oportunidades pueden aparecer con la inclusión financiera. Se necesitan más espacios en la sociedad que incluyan a las mujeres, y promuevan su empoderamiento e independencia económica.
“Crédito Mujer” es una solución financiera diseñada para todas las mujeres emprendedoras y microempresarias que día a día luchan por salir adelante, eliminando aquellas brechas de género que aún existen. Con este producto buscamos impulsar la independencia y empoderamiento económico de las emprendedoras y así continuar promoviendo la equidad para alcanzar una sociedad más justa.
El 2018 y el 2019 fueron años de la consolidación del producto, hasta que el 2020 toda la economía recibió el impacto de la pandemia. Pero la experiencia nos ha demostrado que Crédito Mujer se adapta, crece y reinventa. Durante el primer trimestre del 2022 lanzamos una nueva versión del producto, donde ampliamos el perfil de cliente a mujeres que también tienen el ingreso principal de su hogar, sin importar si son casadas, convivientes, solteras, etc. Además, también bajamos la edad mínima para calificar.
Ofrecemos acceso a un crédito formal, con financiamiento hasta por 12 meses, a mujeres que tienen una pequeña fuente de ingresos propia, que poseen capacidad de pago, pero que no contaban con las facilidades para solicitarlo por políticas crediticias en el sistema financiero. En Mibanco no requerimos una documentación que sustente sus ingresos, ya que el equipo de asesoría se encarga de validar la situación de su emprendimiento durante el trabajo de campo.
Promover la inclusión financiera en el Perú es un compromiso presente desde los orígenes de Mibanco y es la base de nuestras acciones. Por otro lado, la equidad de género es parte de nuestra estrategia de sostenibilidad y de nuestros indicadores de desempeño. Por eso, este 2022, proyectamos que el 50% (50 mil) de las personas que bancaricemos serán mujeres y que de este grupo el 27% (13,582) llegará a través de Crédito Mujer.
En el estudio “Impacto en la vida del cliente emprendedor”, que encargamos el 2021 a MicroFinanza Rating, el 42.9% de las clientas encuestadas dijo tener una mayor capacidad de contribuir económicamente a su hogar o negocio desde que llegó a Mibanco, lo cual las empodera como mujeres y suma en sus intenciones de progreso.
¿Cómo influye para su organización ser parte de “Empresas que Transforman el Perú 2022? ¿Cuál es su opinión sobre esta iniciativa?
Creemos que estos espacios son muy relevantes para visibilizar los esfuerzos desde la empresa privada por nivelar la cancha de más peruanos y peruanas. Es en este tipo de reconocimientos que podemos conocer las diferentes iniciativas desde diferentes sectores por erradicar las brechas de género de nuestra sociedad y de esta manera poder construir una sociedad ms justa, igualitaria y como mejor educación financiera
¿Cómo se trabaja la comunicación de sus iniciativas para evitar caer en la etiqueta del GreenWashing que, tanto por experiencias pasadas como por una comunicación difícil de entender, algunas empresas pueden caer?
En Mibanco creemos genuinamente en la igualdad de género y en promover la inclusión financiera de las mujeres. Crédito Mujer rompe paradigmas a través de un proceso sencillo, con menos requisitos (documentos) y con una evaluación simplificada que toma en cuenta su nivel de ingresos. No evaluamos al cónyuge, solo a ellas.
De esa forma, respaldamos que una mujer que aporta ingresos complementarios a su hogar no quede fuera del sistema financiero. Con mensajes claros, le generamos confianza para que se convenza de que sí podrá pagar el crédito, disminuyendo sus temores y evitando la autoexclusión.
Con esta estrategia, en cinco años de Crédito Mujer hemos desembolsado más de 190 mil créditos a 120 mil mujeres, de las cuales 48 mil accedieron por primera vez al sistema financiero. Además, aproximadamente el 40% de estas mujeres vuelve a pedir un crédito en Mibanco,
demostrando su crecimiento económico. Para nosotros, estos números respaldan la estrategia de comunicación del producto y son el reflejo de que vamos por el camino correcto, alineado a un propósito y objetivos claros.
De acuerdo a su experiencia, ¿Cómo el valor compartido respalda la reputación de una organización?
Tenemos un compromiso irrenunciable con la inclusión financiera. Queremos acercar el crédito a las mujeres que se dedican a una pequeña actividad comercial, como una llave para salir del círculo de la pobreza o de la dependencia económica y emocional de sus parejas.
Son mujeres que destacan por su espíritu emprendedor —en el país, 13 millones de mypes son lideradas por mujeres, según PRODUCE—, que se preocupan por la educación y salud de sus hijos, pero que son cautas al endeudarse. Para muchas de ellas, Crédito Mujer resulta su primera experiencia con el sistema financiero, lo que les abre un historial crediticio, útil para futuras oportunidades.
En el camino, Crédito Mujer ha estimulado que el mercado reconozca a este grupo, inspirando a que otras entidades implementen sus propios productos crediticios dirigidos a mujeres.
Como el banco especializado en microfinanzas más grande del país, tenemos la responsabilidad de liderar estos temas y nos movemos hacia donde la dinámica de la vida de la mujer en el país lo requiera.
¿Cuáles son sus planes a futuro y cómo ve al Valor Compartido con miras al 2030?
Creo que estamos haciendo nuestra tarea. Hemos alineado nuestra estrategia de sostenibilidad al negocio. Hoy tenemos 4 plataformas de trabajo: inclusión financiera, educación financiera, ayudar a los negocios a crecer y productos y oportunidades para las mujeres. Esta claridad nos permite ser eficientes en el diseño y despliegue de iniciativas que nos permitan capitalizar las oportunidades en cada frente de trabajo, generando valor para el negocio, pero también bienestar para las comunidades que atendemos, sin perder de vista por supuesto nuestra contribución con los objetivos de desarrollo sostenible.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Empresas que transforman el Perú, de la mano de IPAE Acción Empresarial.