¿Cuál ha sido el desarrollo mundial de los microcréditos?
El microcrédito se empezó a desarrollar en diversos lugares durante los años 70. La primera organización que empezó a desarrollarlos fue Grameen Bank, el banco que creó en Bangladesh Muhammad Yunus, después de que una hambruna asolase su país. Pensó que para combatir el hambre y la pobreza podría prestar dinero sin intereses. Así, en 1976 fundó el Grameen Bank con préstamos de 27 dólares a 42 personas, que tras unos años se han convertido en ocho millones de personas, de las cuáles el 97% son mujeres. La iniciativa de Yunus es el inicio de los microcréditos, aunque podría haber empezado, perfectamente, en Latinoamérica o en África.
Actualmente, ¿cómo se implementan los microcréditos en Asia, Latinoamérica, África…?
Hace 30 años, el microcrédito era algo totalmente desconocido. También hace 20 años, e incluso hace 10. Sin embargo, ahora los microcréditos son conocidos por mucha gente. Los microcréditos comenzaron poco a poco, pero de una buena forma. Actualmente, necesitan de la RSE. Ahora todo el mundo está acometiendo microcréditos por diferentes razones, como la de ganar dinero a través de la gente pobre, que no es la esencia del microcrédito. Hay muchas nuevas iniciativas para obtener un microcrédito, pero sin duda, la mejor es vincularlo a través de la Responsabilidad Social. Los microcréditos tienen una función social, pero no basta con prestar dinero y decir “aquí tienes un préstamo de 50 dólares, ahora puedes mejorar”. Es necesario que se produzca una mejoría social. Las entidades se tienen que asegurar de que se están haciendo bien las cosas para lograr el progreso de las personas, porque no se puede dar por hecho.
Así, es necesario asegurar su función social y la protección de los clientes. Hace 20 años nadie se preocupaba por su seguridad. Ahora, en cambio, sí se distingue entre buenas y malas microfinanzas, así como también se ha llegado a la conclusión de la necesidad de un marco de actuación, de una guía que nos asegure la protección del cliente. Sin olvidarse de la transparencia empresarial de las entidades que dan microcréditos.
Los bancos y cajas españoles han lanzado diferentes iniciativas de microcréditos…
Las conozco por encima y sé que los bancos y cajas están bastante activos, pero no puedo opinar mucho má allá.
Uno de los Objetivos del Milenio es luchar contra el hambre y la pobreza. ¿Lo conseguiremos?
Bangladesh, uno de los países tradicionalmente más pobre, es a la vez uno de los que está más cerca de lograr este objetivo. Y es precisamente uno de los países con más microcréditos, focalizados en la persona y no en el dinero en sí. Sin duda, el caso de Bangladesh es un buen ejemplo de cómo el microcrédito puede ayudar a conseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Realmente, creo que los microcréditos son muy importantes y pueden marcar una gran diferencia a la hora de lograr estos objetivos, pero para ello es muy importante que se acometan de la forma correcta. El Grameen Bank tiene 10 indicadores para determinar el grado de pobreza: si duermen en el suelo o en un colchón; si se alimentan tres veces al día o no; si los niños van a la escuela o no… Indicadores que ayudan a focalizar los problemas y a centrarte en lo necesario para erradicar la pobreza.
¿Cómo ha influido la crisis económica en el desarrollo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio?
En 2008 y 2009 el mayor problema fue la fluctuación de los precios de los alimentos y de los carburantes. Es decir, en algunos países, la crisis económica no ha tenido un impacto tan grande como la subida del precio de los alimentos. Lo que quiero decir es que, aunque no en todos los lugares, en muchos países la crisis económica ha influido menos en las microfinanzas que el aumento de los precios de los alimentos.
La mayoría de los grupos de microfinanzas que obtienen sus beneficios a través de mercados internacionales son los que están teniendo más problemas con la crisis, pero no todo el mundo obtiene los préstamos a través de los mercados financieros internacionales.
¿Cree que la RSE puede contribuir a la creación de un mundo mejor?
Absolutamente. Poco a poco estamos dándonos cuenta de que no sólo somos animales financieros o económicos. No es sostenible ni concebible que lo estemos haciendo muy bien solo a nivel económico, mientras nuestro entorno se está muriendo de hambre. No puede ser. Nadie hablaba de la RSE hace 50 años, ni tampoco hace 40 años… Es algo crítico y al final nos estamos despertando.
El próximo año organizan en Valladolid la Cumbre Mundial de Microcréditos (14-17 de noviembre). ¿Cuál es el objetivo del encuentro?
Esperamos la asistencia de 2.000 delegados procedentes de más de 1.000 países de todo el mundo. Cada cinco años celebramos un encuentro de este tipo: una cumbre global sobre el microcrédito. En total, hemos organizado 15 cumbres. La Reina Sofía de España ha venido a siete de ellas (Estados Unidos, Canadá, Chile, México, Bangladesh, Kenia…) y también está previsto que acuda a la de Valladolid.
La cumbre se focaliza mucho en los objetivos relacionados con el microcrédito y uno de nuestro objetivo es llegar a 175 millones de las familias más pobres del mundo, especialmente a las mujeres. Otro es asegurarnos de que 100 millones de familias superan el umbral de un dólar por día. Esperamos que de la cumbre nazca una gran iniciativa para conseguir todo esto. Hay otro objetivo ‘secreto’ que todavía no le puedo decir y que está muy relacionado con la Responsabilidad Social. Pero eso ya lo desvelaremos antes de noviembre del año próximo.