La salud mental es un foco que ha ganado en el mundo la importancia que merece en los últimos años. No es ajeno el mundo del deporte, donde los deportistas necesitan una preparación psicológica especial para afrontar su retirada deportiva. Por ello, en Corresponsables entrevistamos a Lola Fernández Ochoa. Presidenta de Fundación Blanca Apoyo al Deportista, quien nos ha explicado la labor que desempeña su Fundación en materia de prevención y concienciación de riesgos sociales y de salud, así como las herramientas y alianzas necesarias que faciliten la divulgación y visibilización de este problema invisible, entre otras cuestiones abordadas.
¿Cómo ha evolucionado la misión de la Fundación desde su creación y cuál es su impacto más significativo hasta ahora en el ámbito de la salud mental en el deporte?
La misión de la Fundación es la misma desde el inicio de este maravilloso proyecto y es dotar de herramientas complementarias a los deportistas de élite para que puedan conciliar mejor su vida dentro y fuera de los terrenos de juego, tanto en el presente como en su preparación a la retirada. Lo que si ha habido, porque así lo hemos notado y nos lo demandan los propios deportistas, es una mayor atención a dos de los seis pilares que inicialmente constituían las fundación, y son la salud mental y la concienciación a la retirada deportiva.
¿Qué aspectos de la vida y legado de Blanca Fernández Ochoa inspiran las acciones que lidera la Fundación?
Blanca, su persona, vida y legado, es el motor sentimental de esta Fundación. El ejemplo de todo lo bueno que vivió, de los episodios más agridulces y, finalmente, como terminó todo, nos impulsaron en un primer momento a constituir la Fundación, y posteriormente hemos visto que muchos de los deportistas de élite conviven con ciertas experiencias por las que también tuvo que caminar sola Blanca.
Nuestro propósito es que todo el mundo del deporte, no solo los deportistas, sean conscientes sobre los riesgos sociales, profesionales y de salud que puede sufrir un deportista de élite si no se le proporcionan conocimientos y herramientas adecuadas.
¿Qué rol desempeñan las colaboraciones con empresas como Renfe y RTVE para visibilizar su trabajo?
En el caso de estas dos empresas públicas, precisamente es el servicio social de la divulgación y visibilidad de nuestro propósito, de la salud mental en general, sus barreras y las soluciones. El documental “El viaje. La medalla de la salud mental” ha abierto muchas puertas y muchas mentalidades y, en alguna ocasión, por primera vez se ha expresado con total libertad lo que hay detrás del deporte de élite cuando solo nos preocupamos por un determinado rendimiento deportivo y ponemos a la persona en segundo plano. No podemos hacer más que agradecer a RENFE y RTVE su apuesta decidida por la mejora de la sociedad a través del claro ejemplo del deporte.
Desde su perspectiva, ¿por qué considera que la salud mental ha sido un «tema pendiente» en el mundo deportivo y qué ha cambiado en los últimos años para que ahora gane más espacio?
Lo he podido vivir de cerca cuando competía y recién retirada y, unas veces por desconocimiento y otras por interés, sigue siendo un tema pendiente. Aunque cada vez está en una escala menor, el deporte de élite ha convivido muchos años con ciertos personajes y estructuras en los que lo importante era la medalla, asegurarse un puesto directivo o incluso cierto poder mediático alrededor de un campeón o campeona. Solo interesaba su éxito deportivo y poco o nada su salud física o mental. Ahora, afortunadamente, hay una mayor protección del deportista respecto a la salud mental, a la concienciación y formación para el futuro. Pero queda mucho por hacer.
¿Qué barreras principales enfrentan los deportistas al buscar apoyo para su salud mental, y cómo aborda la Fundación estos desafíos?
Nos han comentado varios deportistas de élite que no siempre tienen la posibilidad de tratar abiertamente que sufren un episodio de depresión, bajón o agobio. Es tan alta la exigencia en el deporte de élite y tan pocas las plazas de clasificación a grandes eventos internacionales que prefieren ocultarlo para que nadie ponga la excusa de la “fragilidad mental” como un obstáculo para su convocatoria. Se juegan su prestigio, pero también sus becas y su momentánea forma de vida y por ello prefieren en alguna ocasión ocultarlo. A través de nuestros mecanismos, tanto en visitas personalizadas con profesionales de la Fundación Blanca, así como el teléfono de asistencia psicológica (gratuita y anónima), permitimos a los deportistas que nos visiten y atenderlos para que puedan compartir sus episodios mentales y que tengan donde apoyarse.
Es verdad que cada vez hay más federaciones que facilitan servicios de psicología a los deportistas, pero no en todos los casos tratan sobre su salud personal sino en la mejora de su rendimiento. Sin salud mental no hay salud.
¿Existen diferencias en la percepción o tratamiento de la salud mental entre deportes individuales y colectivos?
Por lo general, en el deporte colectivo tienes más donde apoyarte al tener otros compañeros de equipo y es más fácil el equilibrio. Pero también hay quienes se sienten más seguros en una disciplina individual y prefieren manejar ellos su propia responsabilidad en vez de compartirla. Depende mucho del caso concreto y de la personalidad del deportista.
¿Podría compartir detalles sobre los proyectos más innovadores que la Fundación está desarrollando actualmente en torno a la salud mental?
Hemos hablado del teléfono de asistencia psicológica urgente, que es uno de nuestros proyectos estrella, del que deriva a una atención personalizada con nuestro equipo de profesionales de la psicología deportiva liderado por Toñi Martos. Respecto a la divulgación, ha sido un éxito el documental “El viaje. La medalla de la salud mental”, así como una gran gira por 10 provincias españolas. Estamos ya grabando un segundo documental que con mucho gusto, en breve, podremos anunciaros su estreno.
Con LaLiga, llevamos dos años visitando clubes de primera y segunda división para concienciarles sobre salud mental y preparación a la retirada. Lo hacemos a través de dos sesiones en unos talleres denominados “Preparados”. Y también estamos preparando más seminarios y conferencias en Centros de Alto Rendimiento, Universidades y Centros Educativos, especialmente que dispongan de áreas de formación deportiva.
La investigación es uno de nuestros pilares básicos y, junto a la Universidad de Zaragoza y el Gobierno de Aragón, hemos creado la Cátedra Universitaria Fundación Blanca para conocer más en detalle las necesidades de nuestros deportistas sobre todo a nivel de salud mental.
¿Cómo se involucran los deportistas y exdeportistas en las actividades de la Fundación?
Llevamos tan solo dos años y medio de existencia y podemos asegurar que poco a poco nos estamos convirtiendo en una referencia para ellos. Cuesta un poco más al principio pero en cuanto les llamamos o les invitamos a participar, ahí están, porque muchas veces es la primera ocasión en la que les ofrecen expresar sus sentimientos y necesidades en total libertad.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a otros actores del mundo deportivo y empresarial para que se sumen a esta causa?
Que los deportistas de élite, antes de que les consideremos estrellas, héroes o heroínas, son ante todo personas. Y que merecen un cuidado especial al estar en unos niveles de exigencia extraordinarios. Que el deporte es un privilegio poder prácticarlo y competir en grandes eventos, pero hay que salvaguardar su salud y su futuro. Representan a nuestro país, nos enorgullecemos de ellos pero por encima de todo hay que cuidarles hoy y prepararles a la otra gran competición que es la vida fuera de los terrenos de juego.
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