Adisli atiende a la discapacidad intelectual ligera y a la inteligencia límite que se presenta antes de los 18 años. El colectivo de Adisli lo forman personas que se encuentran por debajo del 85% del coeficiente intelectual. Las personas que lo padecen pueden presentar rasgos físicos o no, y las que no los presentan se hace más dificil su detección y su relación con el entorno. Este colectivo presenta dificultades diversas en diferentes habilades como en las académicas, en el plano laboral, en las relaciones sociales, en la salud, cuidado personal y seguridad. Son personas que necesitan apoyos de forma continuada a lo lo largo de toda su vida. Existe muy poca investigación con respecto a este colectivo. En el 2003 se estimó que había unas 600.00 personas con inteligencia límite, y se pone de relieve su escaso acceso al mercado laboral.
Para ello, hablamos con Belén García-Obregón, presidenta de Adisli que pone de relevancia la continua visibilidad que desde la asociación otorgan a este colectivo ya que es el gran desconocido y desde dentro, están en permanente escucha y estudio del colectivo para mejorar su calidad de vida. Fruto de este estudio en 2018, Adisli está en un proceso imparable de transformación uniéndose a “plena inclusión”; y se pasó de un modelo centrado en los servicios a un modelo centrado en las personas. Uno de los objetivos estratégicos es mirar hacia fuera en un modelo de “puertas giratorias” en los que todo el equipo de Adisli pueda entrar y salir. Belén García Obregón asegura que “no queremos etiquetarnos, ni que nos etiqueten. Queremos estar y ser miembros de la comunidad. Queda mucho por hacer aún y estamos en el camino”.
La presidenta de Adisli nos explica que “durante 2019, hicimos un estudio como entidad del tercer sector para meternos de lleno en la Agenda 2030, y como parte activa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Hemos estado identificando donde podemos sumar e influir para mejorar la consecución de los ODS como poner fin a la pobreza y la desigualdad, alcanzar la igualdad de género y el acceso a un trabajo digno, facilitar el acceso a servicios de salud y una educación inclusiva, proteger el medio ambiente, y desde luego, garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad. Todos los proyectos desarrollados por el equipo de Adisli encuadran con las actividades para el cumplimiento de todos estos compromisos”.
En cuanto a proyectos premiados de la asociación, está el proyecto “Medio Ambiente sin límites” que fue premiado por la Fundación Repsol, y que trabaja a favor de la conservación y mejora del medio ambiente, y promueve la lucha real por el cambio climático, la energía eficiente, la inclusión socio laboral con personas de inteligencia ligera… y es una fantástica ventana para el mercado laboral. En el 2019, el premio “Un futuro sostenible” de la gestora de fondos de BBVA con el proyecto de empleo público “Un futuro posible” que se unió con fundación CEPSA al premio al valor social 2019 con el programa de acceso al empleo público. Con este proyecto, casi llegamos al 50% de participantes que han accecedido a un empleo público.
Belén García-Obregón asegura que: “participamos en el voluntariado corporativo, activo, responsable y comprometido como elemento que transforma la sociedad para ayudar a los voluntarios a que se conviertan en personas beneficiarias y beneficiosas. De esa forma se conecta con el colectivo de una forma más cercana. Cuando la discapacidad intelectual te roza, te quedas tocado y cambias tu percepción, y compruebas la enorme capacidad de lucha de este colectivo pese a las barreras que les pone la sociedad. El voluntariado corporativo es uno de los puntales de Adisli“.
Con respecto a la comunicación, la presidenta de Adisli pone de manifiesto que “la comunicación es vital para la asociación ya que hace dos años iniciamos un cambio también a nivel comunicación centrando los valores de Adisli en las personas. Nos metimos en redes sociales, y en Instagram y ya sumamos casi 900 seguidores. Cambiamos la web para tener una visibilidad mayor y una lectura fácil y más visual, y también el logotipo por una “A” que sale avanzando y poner de manifiesto la presencia de este colectivo y que nos reconozcan como una marca referente de la inteligencia límite para transformar la sociedad. Desarrollamos una campaña interna para dar difusión y sumar amigos. La asociación tiene su razón de ser porque estas personas no tenían amigos. Quisimos transmitir por ejemplo el sufrimiento del acoso escolar en este colectivo, y seguir peleando por estar presente en la educación ordinaria. Damos apoyos a las familias para que las aulas se abran para todos”.
“La comunicación directa y el voluntariado activo corporativo es imprescindible para que este colectivo participe en programas de radio, en charlas coloquio etc.. y así ser más creativos, y participar también en entornos educativos, torneos de fútbol etc… y apoyarnos en nuestro lema: De personas beneficiarias a personas beneficiosas”.
Belén García-Obregón concluye que “desde Adisli, hemos notado unos cambios muy positivos a nivel RSC. La ventaja competitiva es que el consumidor es cada vez más responsable. Raro es la empresa que no cuenta con un código ético o de conducta. Ya no se trata de hacer una donación sino de involucrar al empleado en un voluntariado. Cada vez las empresas quieren colaborar de persona empleado a persona beneficiaria. Hay que romper muchas barreras aún, y diseñar políticas y proyectos de forma conjunta comprometiéndose ambas partes, así como estratégias a largo plazo y mejoras. Este trabajo es un reto y siempre lleva un camino largo de por medio. Cada año dedicamos un tiempo enorme para buscar colaboradores que den continuidad a nuestros proyectos”.
Aquí puedes escuchar la entrevista completa a Belen García-Obregón, presidenta de Adisli