Entrevistamos a Gloria Martí, Responsable de Medio Ambiente de Grupo Freixenet y también recientemente nombrada Sustainability Officer (accede aquí a la noticia):
Gloria, ¿Puede hablarnos de la estrategia responsable de Freixenet, de cómo ha evolucionado estos años hasta la actualidad y cuáles son actualmente sus principales áreas estratégicas?
En 1999, Grupo Freixenet fue la primera empresa del sector en obtener la certificación ISO 14.001, certificación que avala nuestro exigente sistema de gestión ambiental. Posteriormente, Freixenet fue uno de los socios firmantes y fundadores del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, iniciativa que establece buenas prácticas socialmente responsables alineadas con los principios del Pacto Mundial y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
Para conocer la evolución en los distintos Objetivos de Desarrollo Sostenible, se establecen indicadores de seguimiento y objetivos de mejora. Esto nos ha permitido analizar el progreso de nuestra actividad en materia de sostenibilidad y la importante mejora que se ha llevado a cabo durante las últimas décadas en aspectos como el reciclaje, la reducción de residuos industriales o la reducción del consumo de agua, energía y de emisiones de CO2.
En paralelo, de Grupo Freixenet destacaría su programa de Salud y Bienestar como buena práctica a nivel social. Esta iniciativa/programa ofrece la posibilidad a todos sus trabajadores de mejorar sus hábitos cotidianos mediante la realización de talleres informativos de nutrición, cursos de mindfullness, yoga, hipopresivos, talleres de la espalda, etc.
Asimismo, desde Grupo Freixenet también fomentamos un consumo responsable de nuestros productos, tal y como demuestra nuestra adhesión al programa Wine in Moderation de la mano de la Federación Española del Vino (FEV) y el reciente relanzamiento de su gama de espumosos sin alcohol Freixenet 0,0% con una nueva fórmula baja en calorías y vegana.
Como compañía internacional, nos enfrentamos a grandes retos y desafíos diariamente, como por ejemplo adaptarnos a un nuevo sistema productivo basado en la economía circular, descarbonizar nuestros procesos y proteger la biodiversidad de nuestro entorno. Como ejemplos concretos podemos destacar:
– El retorno a proveedor y reutilización de la mayoría del embalaje en el que recibimos nuestro packaging, por ejemplo, los tapones, las chapas, los obturadores, las etiquetas, la cola adhesiva, las cápsulas, etc.
– La colaboración estrecha con proveedores, en especial proveedores de vidrio, para reducir las mermas ligadas a nuestros procesos de producción.
– La compra de energía verde, el uso de intercambiadores de calor, el cambio de maquinaria a maquinaria más eficiente energéticamente.
– El estudio de la biodiversidad, mediante la realización de un estudio de riesgo ambiental en el que se puso de manifiesto, el bajo impacto ambiental de nuestras instalaciones y procesos.
A nivel social, los retos se focalizan en la captación y retención de talento, para ello el Grupo Freixenet cuenta con un “Graduate program” pensado para recién graduados que quieran tener una primera experiencia laboral y un programa de desarrollo interno, “Reserved Mentoring” en el que participan empleados con potencial de crecimiento en la compañía (mentees) y empleados con alta experiencia (mentores), con el objetivo de unir conocimientos y mejorar la motivación en ambos colectivos.
Asimismo, también queremos seguir fomentando la cultura empresarial, mejorando la igualdad y equidad en la empresa (como muestra nuestro video para el Día Internacional de la Mujer), entre otros muchos aspectos en los que trabajamos día a día para impulsar un espacio de bienestar social y equitativo para todos.
En la actualidad, el contexto sanitario y político derivado de la pandemia y de la crisis humanitaria por la guerra de Ucrania, ha sacudido a toda la sociedad y también a nuestra empresa. Por este motivo, Freixenet ha tomado en todo momento las medidas sanitarias de protección para la salud de sus trabajadores (reparto gratuito de mascarillas y test de antígenos) indicadas por las autoridades competentes y ha implantado una política de teletrabajo, cuyo objetivo es impulsar el modelo mixto de teletrabajo, por el que los empleados pueden combinar días de trabajo presencial en oficina y días de trabajo a distancia.
Respecto a las consecuencias humanitarias originadas por la guerra, el Grupo Freixenet ha llevado a cabo un conjunto de acciones sociales y económicas para facilitar el transporte de refugiados y aportar ayudas económicas a organizaciones no gubernamentales. En este sentido, los hermanos Oetker, conjuntamente con el Comité Administrativo de las compañías del Grupo Geschwister Oetker, matriz de Henkell Freixenet, han hecho una donación de 1.5 millones de euros.
¿Qué importancia tiene para su entidad la comunicación de sus valores e iniciativas responsables, y cómo lo trabajan?
En un contexto de cambio de paradigma como el que estamos, transmitir los valores e iniciativas responsables es clave en Grupo Freixenet como muestra de la voluntad de la compañía de tener un impacto positivo y beneficios para el entorno que nos rodea.
Es importante que todos nuestros públicos y partes interesadas conozcan los proyectos que desarrollamos en materia de sostenibilidad, que es uno de los principales ejes de la compañía. En este sentido, Grupo Freixenet trabaja y se involucra desde hace tiempo con iniciativas organizadas por entidades internacionales, como es el caso del Pacto Mundial de la ONU.
¿Cuál considera que es la situación actual de la sostenibilidad en nuestro país (y si quiere, en su sector) y sus principales barreras y desafíos de futuro?
Creo que cuando hablamos de sostenibilidad debemos hacerlo en términos globales. En este sentido, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los principios del Pacto Mundial, han permitido establecer estrategias y prioridades globales, en las que el sector empresarial, se ha comprometido para lograr una transición hacia un desarrollo más sostenible, en la que el objetivo final del accionista no es únicamente obtener beneficios económicos, sino también satisfacer a todos sus stakeholders.
No obstante, debemos ser conscientes que no disponemos de mucho tiempo y que la situación actual de la sostenibilidad, en términos generales, nos obliga a pasar a la acción y concretar objetivos cuantificables. Los retos y desafíos a los que debemos hacer frente los conocemos y los hemos priorizado, pero debemos seguir trabajando colaborativamente entre todos los departamentos que conforman la empresa.
¿Y cuáles son los próximos retos y desafíos de su organización en esta materia y cómo los piensan llevar a cabo?
La sostenibilidad requiere un cambio de paradigma, pasar de objetivos departamentales a objetivos más transversales orientados a integrar la sostenibilidad en el ADN de todas nuestras acciones.
Uno de los retos y desafíos como empresa alimentaria es preservar nuestra materia prima, que proviene de nuestras vides. Para ello es importante adaptarnos a los cambios que actualmente sufre nuestro cultivo derivado del cambio climático, y cuidar nuestra tierra con medidas de regeneración. En este sentido, el sector del CAVA ha acordado que todos sus productos de guarda superior, como Reservas y Gran Reserva, sean ecológicos.
También estamos mirando la forma de transportar nuestro producto, para establecer cambios, como el transporte ferroviario. En este sentido, en diciembre de 2021 el Grupo Freixenet participó en una prueba piloto de transporte de mercaderías por ferrocarril de Sant Sadurní a Alemania. Esta prueba puso de manifiesto que las reducciones de emisiones de CO₂ son muy significativas, de un 92%.
Otro de los retos, en los que estamos trabajando, es en el estudio de medidas para reducir los residuos de envase que ponemos en el mercado. En resumen, los retos son diversos y ambiciosos y van a requerir el compromiso de todos para poder abordarlos.
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