Entrevistamos a Alfonso Pascual, Director de Personas, Comunicación, RSC, Regulación y Relaciones Institucionales de ENGIE que nos asegura que la entidad apuesta, y trabaja hace tiempo, en una acción fuerte y coordinada contra el cambio climático tan necesaria en estos tiempos, y nos detalla su visión sobre el futuro de la energía postcovid.
Ante esta crisis sanitaria provocada por la COVID-19, ¿qué medidas o plan de contención y/o seguridad se ha adoptado desde ENGIE para hacer frente al impacto generado por la pandemia especialmente en el sector energético?
La crisis a la que nos enfrentamos, sin precedentes, pone en riesgo nuestra salud y también modifica y condiciona nuestras costumbres y el desarrollo de nuestras vidas, el empleo y a las empresas; en definitiva; nuestro bienestar.
En ENGIE hemos tenido que adaptarnos y hemos basado nuestra estrategia en tres líneas de acción muy claras: primero, garantizar la seguridad de nuestros empleados; segundo, asegurar la continuidad del negocio y la proximidad a nuestros clientes y tercero, la preparación para el futuro, siendo muy conscientes de que el panorama al que nos enfrentaremos será radicalmente distinto en términos sanitarios y de negocio.
Hemos diseñado e implementado planes de contingencia para garantizar infraestructuras de generación eléctrica, de suministro energético o de mantenimiento de infraestructuras eléctricas y mecánicas en sectores clave como la industria agroalimentaria, hospitales, aeropuertos, data centers, etc. Pero también lo hemos hecho mediante un acompañamiento operacional, comercial y legal conjunto, con el doble propósito de minimizar el impacto en la compañía y de acompañar a nuestros clientes en la flexibilidad que ahora requieren las nuevas necesidades que surgen en esta difícil situación.
Tenemos que capitalizar las lecciones aprendidas de esta crisis, que han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de nuestra sociedad y de nuestras empresas, intentando evitar que otra crisis de este tipo se produzca. En este sentido desde ENGIE seguimos convencidos de que, más que nunca, una acción fuerte y coordinada contra el cambio climático es obligatoria y estamos bien posicionados para actuar.
Algunos de los retos de nuestra sociedad, hoy más si cabe en esta crisis sanitaria provocada por el coronavirus, son el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad. ¿Cómo ve el futuro de la energía postcovid?
Hemos comprobado que un planeta más sostenible es posible: las emisiones diarias de carbono disminuyeron un 17% en el mundo, entre enero y principios de abril, frente a los índices medios de 2019. Nosotros cuidamos de forma proactiva a nuestros clientes, y ahora nuestra prioridad es ser un verdadero socio, garantizando su salud y bienestar, estando a su lado y acompañándole en esta adaptación a la nueva realidad; pero siempre, teniendo en mente el objetivo de descarbonizar cada uno de los sites en los que estamos presentes.
Sin duda, el proceso de cambio en el que estamos inmersos traerá no sólo nuevas necesidades y requerimientos, sino también multitud de oportunidades. El aprendizaje más importante que nos deja esta crisis gira en torno a la necesidad de dar respuestas coordinadas y contundentes a problemas globales. Asimismo, hemos asumido la importancia de preservar y proteger nuestros procesos esenciales y recursos locales, lo que implica un uso equilibrado y responsable. En este sentido, tanto la emergencia climática como la conciencia ambiental y el giro hacia un modelo de economía circular cobrarán un papel protagonista y acelerarán e impulsarán el compromiso con la sostenibilidad, previamente adquirido por las autoridades, las corporaciones y la sociedad civil.
Es en este plano donde creemos que ENGIE puede jugar un papel diferencial; nuestro propósito es liderar la transición hacia una economía neutra en carbono, contribuyendo a crear territorios más sostenibles, infraestructuras más competitivas e industrias más eficientes.
En ENGIE entendemos, que tras la pandemia, gobiernos, empresas y ciudadanos deberán recuperar la lucha contra el cambio climático en la que ENGIE lleva inmersa mucho tiempo, con una apuesta clara y decidida por la descarbonización. Sabemos que nos enfrentamos a una recesión económica, pero en la nueva definición de valores, las empresas se verán abocadas a priorizar su compromiso con la sostenibilidad.
¿Cómo ha evolucionado la estrategia de la comunicación de ENGIE en estos últimos años hasta la actualidad? ¿Cuáles son sus principales líneas de actuación?
ENGIE ha ido adaptando su estrategia de Comunicación a los distintos escenarios de la propia compañía y de una sociedad cada vez más informada. La Comunicación ha ido cobrando protagonismo hasta convertirse en una de las principales palancas de la estrategia, plasmada en todos los planes de la Compañía. Apostamos por la transparencia para generar credibilidad, tanto en la esfera interna como externa, siempre desde los contenidos.
Practicamos una Comunicación global, pero también local, personalizada en función de nuestros diferentes públicos a los que primero escuchamos para lograr que la comunicación sea fluida y no quede difuminada por el ruido. Volvemos a la escucha activa.
Además, en estas excepcionales circunstancias, la Comunicación ha demostrado ser una de las herramientas más poderosas para la gestión de las empresas, para afrontar el reto de la incertidumbre, mediante la transmisión de mensajes claros, sencillos y coherentes. En ENGIE apostamos por una comunicación más humana y cercana.
Todo ello, bajo el paraguas de un Plan de Comunicación que traslade seguridad a través de mensajes e instrucciones claras, desde el compromiso y el correcto manejo de la información. Las situaciones de incertidumbre se gestionan mejor desde la planificación, mediante datos y análisis realistas, para concluir qué podemos hacer y focalizarnos en ello, mediante el despliegue de un plan acciones concretas.
¿Qué papel tiene la comunicación responsable? ¿Qué destacaría de la misma?
Claramente la pandemia ha modificado la Comunicación de las empresas, la de las empresas hacia el exterior y la de las empresas hacia su propia comunidad. La comunicación responsable debe jugar un papel esencial en los momentos de incertidumbre; es el camino para mantener el vínculo con la empresa que el empleado ha perdido temporalmente; sirve para combatir el desánimo y dar confianza en el futuro a unas personas con muchas de dudas, cargadas de incertidumbre. Esa comunicación, en primer lugar, debe ser humana y empática. Todo el mundo conoce la causa de la medida y conoce los datos económicos que la justifican, pero necesita certidumbre ante lo incierto. No es el momento de tecnicismos ni de grandes números, sino de mensajes cercanos y personales. La comunicación más eficaz es la que se construye poniéndose en el lugar del receptor, hablando en su lenguaje y adaptándose a su estado de ánimo. Es el momento de empatizar.
¿Cuáles son las principales ventajas y beneficios de apostar por una comunicación responsable?
En un primer término, está el beneficio para la reputación de la compañía. La comunicación honesta y transparente respalda la reputación de nuestra compañía como agente corporativo responsable.
En segundo término, las ventajas se evidencian a la hora de atraer y retener el talento. Los empleados prefieren trabajar en una compañía que traslada mensajes consistentes, claros, que pone medios para superar la incertidumbre de su comunidad interna, incluso en situaciones excepcionales, como la crisis que vivimos.
La comunicación responsable tiene la obligación de cuidar a las personas, de contribuir a “frenar la curva de bulos y mentiras”. Para ello, necesitamos canales abiertos y actualizados, periódicos y formalizados. En la medida en que hayamos preparado el terreno, estos canales serán reconocidos por los empleados como creíbles y generarán confianza.
Además, una comunicación responsable genera credibilidad, permite conectar con nuevos grupos de interés, lo que se traduce en nuevas oportunidades de negocio y tiene un impacto directo en los costes.
¿Cuáles son, en su opinión, los principales errores que se siguen cometiendo en la actualidad en torno a la comunicación de la Responsabilidad Social y sostenibilidad? ¿cómo subsanarlos?
Creo que uno de los principales errores es no entender que la credibilidad de las fuentes de información es estratégica. Al igual que la transparencia y el conocimiento profundo, es un valor que debe incorporarse a la estrategia de toda marca que quiera sobrevivir. Gobiernos, empresas y medios de comunicación ya no pueden basarse en estrategias frívolas y populistas, alejadas de la realidad. Hay que generar un relato razonado, sin sobreventa, que ayude a comprender la situación en cada momento.
Otro de los errores, especialmente ante una recesión económica, es abordar la comunicación social desde una única óptica. Esta comunicación debe ser poliédrica, y para poder ejercerla con garantías es necesario tener en cuenta todos los ángulos: humano, económico y medioambiental.
Por ello, la forma de subsanar estos errores es abordarlos desde la realidad, la información, la veracidad y con amplitud de miras.
¿Cómo están fomentando desde ENGIE la comunicación y el diálogo con los grupos de interés, cómo lo llevan a cabo y cuáles son las principales buenas prácticas qué destacaría?
Es importante poner en valor ante la sociedad los esfuerzos que, como organización y como personas, estamos haciendo para prestar el servicio necesario en unas circunstancias inéditas. Estas actuaciones refuerzan el orgullo de los empleados y, por tanto, su compromiso en el cumplimiento de su responsabilidad. Además, nos acercan a la sociedad y nos permite demostrar nuestro compromiso.
Desde la perspectiva externa, si algo pone de manifiesto esta inesperada “economía de la distancia” es la necesidad de reforzar nuestra vocación de diálogo con los clientes. El nuevo modelo traerá nuevas formas de relación y aproximación, basadas en tecnologías digitales, así como nuevos requerimientos en los modelos negocio, por lo que en ENGIE estamos focalizados en fortalecer aquellos mecanismos que nos permitan continuar manteniendo una relación cercana y una comunicación fluida con nuestros colaboradores.
¿Cuál considera que es el papel de los medios de comunicación ante la Responsabilidad Social y Sostenibilidad? ¿Están cumpliendo actualmente ese papel?
Los medios de comunicación, al igual que el resto de los agentes sociales y económicos, tienen un compromiso con la sostenibilidad a la hora de transmitir a la Opinión Pública su valor y de informar desde la responsabilidad sobre la base de la verdad para generar debate y contribuir a crear una sociedad más informada y concienciada, especialmente en un momento en el que los bulos y las informaciones falsas se abren camino.
¿Cómo están fomentando desde ENGIE la comunicación y el diálogo con los grupos de interés, cómo lo llevan a cabo y cuáles son las principales buenas prácticas qué destacaría?
Hay un objetivo estratégico de todo el grupo con la comunicación y el diálogo; es un compromiso con los grupos de interés que fomentamos en cada uno de los países donde ENGIE está presente, pero también en el plano global en nuestra condición de actor indiscutible de la comunidad empresarial internacional. Esta dualidad nos obliga a realizar un notable esfuerzo para “aterrizar” en el plano local los compromisos del Grupo. Afrontamos este reto con éxito gracias a la fijación de objetivos locales, al establecimiento de alianzas con partners expertos en mercados concretos, así como mediante la publicación de memorias de sostenibilidad adaptadas a las singularidades locales. Todo ello, bajo una estrategia global común a todos los ámbitos de actuación de ENGIE que sirve de nexo de unión a la empresa con sus grupos de interés. Aplicamos el concepto “piensa en global, actúa en local”.
Mantenemos abiertos todos los canales de comunicación, en soportes diferentes, que diseñamos en función de cada uno de nuestros grupos de interés y que vamos adaptando a las necesidades de cada uno de ellos. Este proceso, en constante movimiento, requiere agilidad y un profundo conocimiento adquirido desde la escucha activa, la información, la experiencia y la profesionalidad, así como desde el respeto a todos los valores, especialmente de los que figuran en el ADN de ENGIE, como la Sostenibilidad y la RSC.
Finalmente, ¿cuáles son los retos y desafíos de su organización en torno a la comunicación responsable y a la RSE? ¿cómo los piensan llevar a cabo?
El principal reto es que la Comunicación responsable y la Responsabilidad Social Empresarial sean asumidas como uno de los principales valores de la Compañía y se incorporen a todas las líneas de actuación. Desde mi perspectiva hemos avanzado, pero aún queda camino por recorrer.
Una vez incorporadas a la cultura empresarial, la comunicación responsable y la RSE son herramientas muy potentes para acercarnos a nuestros grupos de interés y lograr una mejor valoración de la compañía. Asimismo, actúan como elemento diferencial y generan oportunidades de negocio, ya que la conciencia ética es uno de los valores sociales al alza, especialmente en las nuevas generaciones. La responsabilidad social implica apostar por el futuro con una visión a largo plazo.
En ENGIE ejercemos una comunicación responsable, basando nuestra estrategia en la escucha activa para identificar los problemas y buscar soluciones de forma ágil en un contexto tan cambiante como el actual. Asimismo, aplicamos el concepto de RSE en nuestra labor diaria y constituye una de las palancas de la misión que una empresa energética tiene en el siglo XXI.