¿Podrías empezar explicandome cómo llegaste a este mundo de la RSE y qué recuerdas de esos inicios, cómo estaba la RSE en nuestro país y tu organización en la materia?
En MANN+HUMMEL IBÉRICA empezamos a trabajar en RSE, así llamada, en 2014. Nos encontrábamos ante el reto de evaluar la organización según el modelo de Excelencia Empresarial de la EFQM (European Foundation for Quality Management) y como parte de esta evaluación, debíamos hacer una recopilación de buenas prácticas en materia de “personas” y de “sociedad”.
Nos dimos cuenta de que nuestra empresa tenía ya entonces una trayectoria larguísima en esta materia y se hacían innumerables actividades en favor de los trabajadores, del medio ambiente y de la sociedad. La recopilación fue una labor muy grata. Sólo faltaba dar forma y estructura para poner nuestra responsabilidad social corporativa en valor e integrarla en el resto de procesos del negocio, fundamentalmente en la planificación estratégica.
Sinceramente pienso que nuestra situación de partida en RSC fue privilegiada, resultado del buen hacer de las generaciones anteriores que trabajaron en MANN+HUMMEL IBÉRICA, siempre preocupadas por el mantenimiento del buen clima de trabajo, la promoción del deporte y el cuidado ambiental, entre otros.
En esta línea, ¿cómo ha evolucionado la estrategia de RSE de su organización en estos últimos años hasta la actualidad y cuáles son, actualmente, sus principales líneas de actuación?
La responsabilidad social siempre ha existido en MANN+HUMMEL IBÉRICA. En los años 60 ya éramos conocidos por el deporte laboral y el buen clima de convivencia. Luego llegaron los patrocinios.
Pero es cierto que en nuestra historia reciente se ha dado un cambio cualitativo relevante: En 2014 se publica la primera memoria de responsabilidad social corporativa. Es sin duda un punto de inflexión, porque supuso la estructuración de un equipo de trabajo (la comisión de responsabilidad) y la propuesta de una estrategia de responsabilidad al comité de dirección para que la aprobara e integrara en el resto de procesos de negocio de la compañía.
La RSC refuerza aspectos tan intangibles como relevantes, como son el orgullo de pertenencia de los trabajadores y la identificación con los valores corporativos.
Nos planteamos entonces la meta de ser la mejor empresa para el mundo, en contraste con lo que podíamos estar más habituados a escuchar de aquellas que luchaban por ser las mejores empresas del mundo.
Otro hito importante surge en el año 2017, cuando la Dirección de la empresa se comprometió a trabajar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible del milenio.
Desde entonces, venimos alineado nuestro compromisos y actividades concretas con los ODS y divulgándolos dentro de la organización. Estamos firmemente convencidos de que tanto las empresas privadas, como las administraciones públicas y la sociedad civil jugamos un papel relevante en la búsqueda de este nuevo orden mundial más justo y más sostenible.
En cuanto a las líneas estratégicas, nuestra estrategia se sustenta sobre cuatro dimensiones: las personas, el medio ambiente, la sociedad y la innovación.
¿Puede poner ejemplos, citar buenas prácticas de su organización en estos temas?
Nuestras líneas actuales de actuación se enmarcan dentro de las cuatro dimensiones de nuestra estrategia:
– La promoción del deporte, dentro y fuera de nuestra organización, a través de patrocinios y con programas de salud y bienestar para los trabajadores.
– Continuamos consolidando nuestro club social, que nace en 2017 y pretende fomentar la convivencia y camaradería entre los trabajadores.
– Nuestra actividad estrella es el voluntariado corporativo, activo desde el año 2015 y que año tras año sigue consolidándose como una de las actividades más significativas, a la vez que entrañables, que se proponen en el ámbito de la responsabilidad empresarial.
– En cuanto a la sostenibilidad ambiental, seguimos trabajando en la reducción de la huella de carbono y la minimización del consumo, sobre todo en cuanto a materiales dañinos para el medio ambiente, como los productos químicos. Nos preocupa también el destino de nuestros residuos, por lo que permanecemos atentos, en cooperación con nuestros gestores, a los mejores tratamientos y opciones de reciclabilidad del mercado.
– Una cuarta pata, fundamental en cuanto a responsabilidad social es la innovación. En este ámbito, nuestro foco está puesto fundamentalmente en la reducción del peso de los productos y la mejora de la eficiencia del vehículo. Tenemos la suerte de tener en la planta de Zaragoza un equipo de I+D+i muy cualificado.
¿Qué papel tiene en la misma la comunicación de la RSE, qué destacaría de la misma? ¿Cómo están fomentando en su organización la comunicación y el diálogo con los grupos de interés, cómo lo llevan a cabo y cuáles son las principales buenas prácticas qué destacaría?
La responsabilidad social se apoya en el principio de la transparencia. Por ello, compartir las buenas prácticas para darles difusión y multiplicar sus beneficios forma parte de la propia razón de ser de una estrategia de sostenibilidad. Nuestras memorias son públicas y, con frecuencia, participamos en diferentes foros dando difusión a nuestras buenas prácticas.
Como empresa, también queremos que el talento exterior conozca lo que hacemos y les resulte atractivo. Las nuevas generaciones incluyen en sus criterios de decisión de empleo, cuando pueden hacerlo, aspectos como el comportamiento socialmente responsable de las organizaciones.
Comunicar y sensibilizar, por ejemplo, en comportamiento ambiental, es un objetivo en sí mismo. En definitiva se trata de generar una cultura y una conciencia social que traspase las fronteras de nuestra organización.
¿Cuáles son las principales ventajas y beneficios de apostar por la RSE?
Hoy en día, cualquier compañía debe tener la RSE como parte esencial de sus objetivos estratégicos. Son muchos los beneficios que ofrece y a muchos niveles. Priorizar la responsabilidad social empresarial implica, entre otros, una mayor captación y retención de talento en la compañía, una mejora del clima laboral a nivel interno y un aumento de la fidelización por parte de proveedores y clientes. Además, no hay que olvidarse de los ahorros de costes que puede implicar en una Compañía.
En definitiva, invertir en acciones que beneficien a las comunidades y al entorno siempre traerá grandes ventajas.
¿Cuáles son, en su opinión, los principales errores que se siguen cometiendo en la actualidad en torno a la RSE y cómo subsanarlos?
Creemos que uno de los principales errores que se cometen en torno a la RSE, es el considerar que se deben tener en consideración acciones de RSC porque “hay que hacerlo”. Cada vez más, el tiempo nos va demostrando como la RSE no solo es rentable, sino necesaria. Pero tiene que ser una responsabilidad de verdad, intrínseca en la empresa, con una estrategia definida detrás, y sobre todo, con confianza; es absolutamente necesario creer en el poder de la RSE.
Aún se oye en determinados foros y personas que las empresas ‘hacen’ RSE por cosmética, por lavado de imagen, por greenwashing, ¿qué opina de ello y cómo revertir la situación?
Un objetivo fundamental de la RSE es contribuir a que este mundo sea un poquito mejor. Yo recomiendo encarecidamente a las empresas que integren la RSE en sus estrategias, siempre en la medida de las posibilidades de cada uno. El mero hecho de tomar conciencia sobre el papel relevante que las empresas privadas tenemos en contribuir a un nuevo orden mundial, más justo y sostenible, es en sí mismo el gran logro del auge de la RSC. Y esta moda ha venido para quedarse porque ser socialmente responsable… engancha.
Finalmente, ¿cuáles son, en su opinión, los retos y desafíos de la RSE en nuestro país?¿Y los retos de su organización? ¿Cómo los piensan llevar a cabo?
Para el año 2020 nos planteamos hacer una revisión de nuestra estrategia y de nuestros aspectos materiales. Cada cierto tiempo es conveniente hacer una revisión, cuestionarnos nuestros objetivos y proponer una nueva estrategia de sostenibilidad al equipo directivo para de ese modo facilitar su integración en el resto de los procesos de negocio. La incorporación de los ODS es ya una realidad.
En MANN+HUMMEL IBÉRICA, podemos dar un paso al frente y buscar ideas en nuevos ámbitos de actuación. Por poner un ejemplo, sensibilizando en la reducción de residuos alimentarios, para lo que tenemos ya algunas ideas.
Seguiremos trabajando en voluntariado corporativo y promoviendo la salud y el deporte entre los trabajadores. A nivel ambiental, nos interesa trabajar con energías renovables y seguir reduciendo el consumo de materiales contaminantes.
Retos no nos faltan. Ilusión tampoco. Tenemos un equipo de trabajo motivado y una plantilla que siempre recibe muy bien todas nuestras propuestas de responsabilidad social corporativa.