La Fundación Seres trabaja desde el 2009 en favorecer que la empresa tenga un papel más relevante en la mejora de la sociedad, y cree valor para asumir su rol como agente clave para resolver problemas sociales.
En el marco del evento RADARSERES, pudimos charlar con Ana Sainz, directora general de la Fundación Seres que aseguró que uno de los retos de la Fundación es fomentar la colaboración, anticiparse lo máximo posible al futuro como temas relacionados con la digitalización, el nuevo mercado de trabajo, los derechos humanos etc… Además, Ana Sainz senaló que en cuanto a los derechos humanos, no solo se habla de la cadena de valor y de la mano de obra, sino también de la gestión de sus datos, y añadió que es fundamental ver todos estos cambios, anticiparnos y meterle el compromiso social necesario para generar un impacto positivo en la sociedad.
Para ello, se ha puesto en marcha RADARSERES, un espacio único donde las empresas que quieren asumir el liderazgo ante los principales problemas sociales se anticipan, reafirman el compromiso y comparten retos y mejores prácticas con otras empresas y agentes sociales.
¿Podrías explicarnos Ana cómo llegaste al mundo de la responsabilidad social? ¿Qué recuerdas de los primeros inicios? ¿Cómo estaba la responsabilidad social en España y cómo está ahora en la Fundación SERES?
Por aquel entonces, estaba trabajando en el mundo privado, en una entidad financiera. Tuve la oportunidad de pasar por un área de negocio, por el área de internet y finalmente llegué al área de gabinete de presidencia. Fue en ese momento, cuando empecé a tener contacto con toda la potencia que tenían los intangibles para la empresa. Pusimos en marcha programas de talento, creamos la web banca digital accesible para personas con discapacidad. En aquellos momentos, se empezaban a oír los conceptos de lo importante que era una empresa más comprometida socialmente, pero se veía desde distintos ámbitos: el filantrópico, el de ayuda o el de cumplimiento normativo.
Años después decidí iniciar la andadura del otro lado y así fue como surgió Fundación SERES. Empezamos viendo, poco a poco, cómo iba calando el concepto; como la filantropía tiene mucho sentido, pero había que multiplicar el impacto; y se fue entendiendo cómo las empresas podían ir haciéndolo más y mejor, implicando y relacionándolo con su negocio, con su estrategia, midiéndolo, aportando rigor y calidad. Ha sido un recorrido complejo pero satisfactorio que ha marcado el día a día de SERES.
¿En esta línea cómo ha ido evolucionando la estrategia de responsabilidad social de la Fundación SERES hasta la actualidad y sus principales líneas de actuación?
Lo que ha hecho SERES es ir adaptándose a los tiempos. Siempre impulsando a las empresas para que dieran un paso adelante y poder anticipar el posible efecto negativo y generar un efecto positivo.
Al principio, lo que teníamos que hacer ante el desconocimiento, era crear confianza, aportar herramientas que uniesen el compromiso social con el compromiso empresarial, y por lo tanto que ayudasen a medir y mantener los mismos diálogos. Más tarde, mejorando en aportaciones de valor, innovando socialmente, dando oportunidades de aprendizaje conjunto, trayendo y aportando tendencias al mundo del compromiso social, y todo eso amplificándolo.
Ahora estamos fomentando la colaboración para que las empresas vayan más allá; y nos anticipemos a los tiempos… Sobre todo lo que ya podamos predecir, porque los cambios son mucho más rápidos y además los problemas sociales a los que nos enfrentamos son muy grandes. Hay que estar muy atentos en no generar impacto negativo, anticiparnos y dar más velocidad y transversalización en todas las áreas para generar un impacto social mayor.
¿Me puedes citar alguna buena práctica de la Fundación SERES?
Tenemos un informe que mide el impacto social agregado de las empresas en el PIB. En este informe participan 80 empresas, y en él figuran datos tales como la inversión, la movilización de empleados, cómo están respondiendo e integrando los ODS en su estrategia, cuáles son los colectivos desfavorecidos en los que más han puesto el foco etc. Tenemos también una herramienta de medición del valor de las compañías, porque creemos que para que las iniciativas sociales sean sostenibles deben generar tanto valor social como empresarial.
Tenemos mucha innovación, un campus y unos laboratorios donde las empresas participan y co crean conjuntamente. Tenemos 150 iniciativas de proyectos de colaboración nacionales e internacionales para inspirar a las empresas y que empiecen a colaborar y multiplicar impacto. Además, están los premios de la Fundación SERES que recogen las mejores actuaciones. Realmente lo que ha sido es una evolución adaptada, en nuestro campus puedes encontrar espacio para cada una de las empresas en cada velocidad y nivel de implementación para las diferentes materias.
¿Qué papel tiene la comunicación de la responsabilidad social en la organización?
El objetivo de nuestros premios es divulgar, reconocer y contagiar. A día de hoy, el 20% de las empresas son las que consiguen el 80% del impacto social. Desde la Fundación SERES, tenemos que hacer que este porcentaje crezca. Para mi la comunicación es contagio, es impulsar a los que ya lo están haciendo a que lo hagan más, y que contagien a los demás. Es decirles a todos nuestros públicos que estamos interesados en trabajar con ellos y por ellos.
¿Qué beneficios y ventajas tiene apostar por la responsabilidad social?
Es la única clave legítima para operar. Pero cuando se extreman las circunstancias y se trabaja con colectivos vulnerables que tienen más dificultades, lo que se está haciendo es innovar y meter ventaja competitiva al negocio.
Yo me quedaría con que primero tienes un reconocimiento social pero sobre todo que estás generando un feedback positivo en innovación y ventaja competitiva para tu negocio.
¿Cuáles son los principales errores que aún se siguen cometiendo en esta materia y cómo subsanarlos?
Yo creo que los errores son porque no tenemos una visión integrada de la responsabilidad social. Atendemos a muchas causas sociales, y lo que queremos es aportar un poco de ayuda en cada una de ellas; pero lo que tenemos que hacer es multiplicar el impacto eligiendo aquellas en las que más podemos aportar, dándole el tiempo que necesitamos; poniéndonos metas que de verdad sean asumibles y que estén medidas, controladas y que sean rigurosos y cuando ya tengamos un avance comunicar nuestras mejores prácticas para contagiar a otros y pedir que colabore y darles esa facilidad.
En determinados foros hay personas que dicen que las empresas hacen responsabilidad social por lavado de imagen, por cosmética y greenwashing, ¿qué opinas de esto y cómo revertir la situación?
Eso ya no es así. Esto es una de las grandes evoluciones. El papel de la empresa tiene que ser sostenible, y tiene que generar valor tanto para la empresa como para la sociedad. Pero ya no se hace marketing social, no hay greenwashing. Esto fue uno de los grandes errores del principio que siguen pesando, que se lanzaron a hablar de ello antes de hacer buenos programas. Pero ahora yo creo que lo hemos dejado atrás. Las empresas han descubierto que eso no aporta. La RSC se lo están tomando en serio y saben que lo necesitan para poder operar, para tener clientes, para estar en el mercado y además quién mejor lo haga va a tener esa ventaja.
¿Cuáles son los próximos retos y desafíos de SERES en RSC y sostenibilidad y cómo lo pensáis llevar a cabo?
Tenemos muchos, pero uno de ellos es, sobre todo, fomentar la colaboración, anticiparnos lo máximo posible al futuro como temas relacionados con la digitalización, el nuevo mercado de trabajo, los derechos humanos etc. La visión tradicional que se tenía de las temáticas sociales ha cambiado mucho. En cuanto a los derechos humanos, no solo se habla de la cadena de valor y de la mano de obra, sino también de la gestión de sus datos. Tenemos que ver todos estos cambios, anticiparnos y meterle el compromiso social necesario para generar un impacto positivo en la sociedad. Para ello, hemos puesto en marcha RADARSERES, un espacio único dónde las empresas que quieren asumir el liderazgo ante los principales problemas sociales se anticipan, reafirman el compromiso y comparten retos y mejores prácticas con otras empresas y agentes sociales.
Escucha aquí la entrevista con Ana Sainz