Entrevistamos a José Antonio Lavado, socio y cofundador de Beethik que asegura que el propósito de la entidad es desarrollar herramientas para acompañar a las organizaciones y empresas con el fin de que incorporen la perspectiva ética no solo en sus declaraciones institucionales, sino también en las actuaciones del día a día.
El socio y cofundador de Beethik nos habla sobre el estudio, elaborado junto a DIRSE, sobre la gestión ética de la organización que pretende saber en qué punto están, sensibilizar y compartir todos los recursos y herramientas que todas las organizaciones tienen para desarrollar la cultura ética, y pasar a la acción con el objetivo de impulsar la transformación hacia la sostenibilidad.
Podrías empezar explicándonos ¿cómo llegaste a este mundo de la RSE y la sostenibilidad y qué recuerdas de esos inicios? ¿cómo estaba la RSE y la sostenibilidad en nuestro país y en qué punto se encuentra ahora?
Llegué a este mundo de la RSE y la sostenibilidad en el año 2000. Estaba intentando alinear y buscar la máxima coherencia entre mis valores, en lo que yo quería ser y las cosas que hacía. Llegó la Cumbre de Lisboa en el año 2000, y esto supuso para mí un reto muy interesante al incorporarme a trabajar en este ámbito.
Las personas que estuvimos trabajando en el mundo de la sostenibilidad entre el 2000 y 2008 había muchas ganas de compartir. Desde aquel momento hasta ahora, ha habido una gran evolución. Una primera etapa en el que la información era muy importante: saber dónde estábamos cada uno. Para eso, nos ayudó mucho el GRI como guía para hacer Memorias de Sostenibilidad tanto a nivel interno como externo.
Luego pasamos retroactivamente a incorporarlo en nuestra gestión de una manera más consolidada: desarrollar procesos, certificaciones, crear equipos y la figura del director/a de sostenibilidad. Después, pasamos a una tercera etapa en el que el enfoque era el de la transformación de las organizaciones para avanzar en ese camino de la sostenibilidad. Para esto, necesitamos la ética y desarrollar esa capacidad crítica y autocrítica. Es decir, asumir todas nuestras responsabilidades para transformar nuestras organizaciones y crear lugares donde vivir y convivir mejor y ser más sostenibles.
¿Cuál es la misión/visión de Beethik ? ¿qué valores impulsa?
El germen de Beethik ya se gesta en medio del proceso de la crisis económica del 2008. De alguna manera, hemos visto que estamos en un entorno cada vez más complejo y de mucha volatilidad.
Beethik nace para ayudar a vivir y convivir en este entorno que nos exige una reflexión permanente para tomar las mejores decisiones. Una complejidad que nos marca tomar nuevas decisiones que nos plantea nuestro entorno de manera permanente.
La ética nos sirve para reflexionar de manera crítica y autocrítica sobre nuestra realidad, tomar las mejores decisiones y hacer las cosas mejor. Los valores que se transmiten desde esa actitud crítica son valores que conectan con nuestras raíces y que son valores auténticamente humanos como son el concepto de alteridad, de la integridad en nuestras relaciones, del diálogo, la coherencia y la transformación. Nuestro propósito es desarrollar herramientas para acompañar a las organizaciones y empresas para que incorporen esta perspectiva ética no solo en sus declaraciones institucionales, sino en las actuaciones del día a día.
La incorporación de conceptos como la sostenibilidad o la ética en las organizaciones empresariales ha cambiado exponencialmente desde entonces. ¿Cómo lo habéis vivido desde Beethik?
La apuesta por la sostenibilidad está incorporando grandes transformaciones en el mundo empresarial, público, tercer sector… Es cierto que se han hecho muchas cosas, y por eso nació Beethik. Nos dedicábamos a trabajar en el mundo de la consultoría y de la sostenibilidad y la Responsabilidad Empresarial.
Poner en marcha Beethik nació de preguntas que nos hacíamos en relación a nuestra propia profesión: ¿A qué estamos contribuyendo? ¿no estaremos navegando en la superficie? o ¿estamos manteniendo un modelo actual economicista que se lo engulle todo?. Faltaba profundizar e introducir esta actitud ética en las organizaciones para acelerar y ser coherentes en este proceso de transformación hacia la sostenibilidad. Buscar la máxima coherencia en nuestras declaraciones institucionales, y lo que hacemos en el día a día.
¿Cómo ha incidido la Ley de información no financiera y diversidad del año 2018, que obliga a las organizaciones más grandes a publicar sus impactos no financieros, en este proceso de transformación hacia la RSC y la sostenibilidad de las organizaciones?
Hay dos grandes ámbitos de incidencia. Por un lado, las empresas que siguen creyendo en las bondades de perdurabilidad del modelo economicista; no es más que un incremento de costes en su modelo de hacer negocios. Creo que pronto estas empresas se encontrarán con la necesidad de incorporar a la gestión lo que están diciendo los informes.
Por otro, para las empresas que ya habían hecho una apuesta por la sostenibilidad o se lo estaban planteando, les ha ayudado a consolidar esta apuesta por el desarrollo sostenible tanto en sus planes estratégicos como en los objetivos e indicadores clave de negocio como en sus operaciones. Incluso a no necesitar convencer a los “no creyentes” internamente en esta apuesta por la sostenibilidad.
Para nosotros, la transparencia no es un fin en sí mismo, es una herramienta para que los grupos de interés y la sociedad puedan valorar la coherencia que perciben entre lo que estamos diciendo las empresas y lo que hacemos en el día a día. Las empresas que consigan elevar sus niveles de coherencia, que para ello hay herramientas para analizarlo, conseguirán la confianza que necesitan en los grupos de interés para sobrevivir. La ética es imprescindible para impulsar esta coherencia así como la confianza de los grupos de interés.
En la práctica, ¿cuáles consideras que tienen que ser las principales acciones que deben implementar las empresas para que la RSC y la sostenibilidad sean valores transversales en las organizaciones?
La parte de declaraciones, códigos, principios, valores y propósito ya está alineado e incorporado en la gestión de las empresas. Pero la gran apuesta es que las principales acciones impulsen esta perspectiva ética. Desde dos perspectivas: desde lo que sería conseguir implantar y aplicar herramientas para bajar y descolgar los valores de las paredes y declaraciones para desarrollar una infraestructura ética. Una serie de recursos, herramientas y espacios de reflexión para preparar el terreno de juego. Un segundo ámbito es desarrollar el talento ético. De nada sirve una cosa sin la otra.
No podemos desarrollar el talento ético sin que nuestras organizaciones permitan y favorezcan este desarrollo, y de nada serviría tener una infraestructura ética y de sostenibilidad sin haber desarrollado este talento que necesitamos. Este talento hay que desarrollarlo, formarlo y entrenarlo para que podamos implementar esta transformación de cara a avanzar en el modelo de sostenibilidad.
Cuéntanos la iniciativa que vais a llevar a cabo junto a DIRSE para estimular la reflexión sobre la importancia de incorporar la ética en la gestión de las organizaciones.
Nace de las conversaciones mantenidas en el entorno de la Asociación DIRSE de la que somos partícipes. Partió de la idea de saber si realmente la ética nos puede ayudar a dilucidar en qué punto nos encontramos a través de un estudio que nos indique donde estamos en relación a la aplicación de la ética con el empleo de herramientas. Hemos desarrollado un test para analizar la gestión ética de manera global y holística de una organización. El planteamiento que estamos haciendo con el estudio es el poder saber dónde estamos, y así contribuir a sensibilizar sobre la importancia de la ética para hacer la transformación hacia la sostenibilidad que necesitamos, y compartir recursos y herramientas para desarrollar una cultura ética. Este ha sido uno de nuestros grandes retos. Por un lado, desde un método para integrar la perspectiva ética en la toma de decisiones a través de un cuestionario de autodiagnóstico sobre competencias éticas y una identificación de estas competencias hasta herramientas para recoger las necesidades, expectativas y requerimientos éticos de nuestros grupos de interés y herramientas para análisis. En cuanto a la coherencia percibida, se emplea un cuestionario sencillo en el que se analiza el nivel de coherencia que perciben tanto nuestra gente interna como los grupos de interés. Sobre la aplicación y respuestas de este test global sobre gestión ética de nuestra organización se pretende saber donde estamos, sensibilizar y compartir todos los recursos y herramientas que todas las organizaciones tenemos para desarrollar la cultura ética, y en definitiva pasar a la acción, aplicar todas estas herramientas para impulsar la transformación hacia la sostenibilidad.
¿Qué medidas externas se han llevado a cabo desde Beethik para ayudar a paliar los efectos de la crisis de la COVID-19?
La COVID-19 nos ha puesto un espejo delante de nosotros en un contexto en el que aún estamos actuando con un gran sentido de urgencia en un entorno de gran complejidad. Hemos aumentado nuestro énfasis en el acompañamiento de las organizaciones para pensar y reflexionar en el día a día. Ayudar a tomar las decisiones difíciles que comportaban y comportan conflictos de valor en este entorno de complejidad. Hemos ayudado a muchos equipos directivos a tomar las mejores decisiones incorporando esta perspectiva ética y organizar talleres in company para replantear la estrategia. Hemos acompañado a las organizaciones utilizando herramientas como el análisis de coherencia percibida y del estrés ético que genera esta situación de tensión.
¿Cuál es el plan de futuro de Beethik en materia de RSE y sostenibilidad?
Nuestro gran reto tiene que ver con desmitificar este palabro que es la ética, y entenderlo como una actitud que tenemos que tener y desarrollar en nuestro día a día, si queremos transformarlo y vivir y convivir mejor. Nuestro reto es acompañar al máximo número de organizaciones que ya disponen de declaraciones de principios y que apuestan por modelos de negocio más responsables y sostenibles para conseguir el mayor grado de compromiso de su equipo, y de coherencia percibida y confianza por parte de todos sus grupos de interés.
Al final, los propósitos, valores, códigos y principios definen la base de lo que queremos ser pero cómo aplicamos la ética en el día a día es la que determina el camino para conseguirlo. En este reto y desafío estamos nosotros. Tenemos una gran ilusión y creemos mucho en esta ética para conseguir organizaciones más humanas, éticas y sostenibles.
Acceso al enlace del cuestionario del estudio
Escucha la entrevista completa a José Antonio Lavado, socio y cofundador Beethik.