¿De qué forma está vuestra organización apostando por las buenas prácticas sostenibles?
En Ormazabal nos enfocamos principalmente en dos líneas estratégicas: fomentar la electrificación de la economía como vía clave para la transición energética y minimizar el impacto medioambiental de nuestros procesos industriales y los productos que fabricamos. Todo ello lo hacemos alineados con las inquietudes y necesidades de todos nuestros grupos de interés, conjugando la consecución de beneficios económicos con el compromiso social y el respeto al medio ambiente.
¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución en dichas prácticas hasta la actualidad?
Somos una empresa que desde sus orígenes, ya hace 55 años, ha tenido la sostenibilidad como parte del ADN, que se ha reflejado en nuestra forma de hacer las cosas. Comenzando con el respeto y el cuidado de las personas y el entorno, adelantándonos a las prácticas más exigentes del sector en políticas y sistemas de gestión calidad, medioambiente y seguridad e higiene, y como último hito, asumiendo como propios los ODS de Naciones Unidas, en especial en los que tenemos una influencia relevante en nuestro entorno.
¿Puedes especificarnos algunas buenas prácticas y/o iniciativas concretas que estáis llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
Por un lado, en los productos que desarrollamos y desde su nacimiento conceptual incorporamos como objetivo la disminución de la huella de carbono de los mismos, en colaboración con los clientes y teniendo en cuenta todo el proceso hasta su fin de vida y reciclaje.
El objetivo de los productos que diseñamos y fabricamos es dotar de inteligencia a las redes eléctricas para posibilitar un sistema energético descarbonizado. Además, y a modo de ejemplos, desarrollamos productos específicos para la conexión de las energías renovables a la red eléctrica y para la carga rápida y ultrarrápida de vehículo eléctrico.
Hemos incorporado en las sedes y plantas industriales donde es factible instalaciones fotovoltaicas para favorecer el autoconsumo, así como puntos de recarga de vehículo eléctrico. Adicionalmente, la energía que consumimos es de origen renovable. Con todo lo anterior y medidas adicionales de eficiencia energética, hemos reducido nuestras emisiones de alcance 1 y 2 en un 42% desde el año 2019.
La experiencia y compromiso con el medio ambiente nos llevó a lanzar una iniciativa empresarial en la eficiencia y servicios energéticos llamada Stratenergy.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu organización/empresa en materia de gestión socialmente responsable?
En materia medioambiental, hemos adquirido el compromiso como organización de alcanzar la neutralidad climática en 2050, siguiendo los objetivos que se han establecido en la Unión Europea. Este objetivo es una ambición clara para nuestra organización en los próximos años.
Trabajamos en incrementar la presencia femenina a través de todos nuestros procesos y desplegando planes de igualdad, para asegurar un futuro más igualitario. Desde el punto de vista de inclusión y cohesión social, tenemos establecidas alianzas estratégicas de largo plazo entre nuestros proveedores, con varios centros especiales de empleo.
¿Qué importancia tiene para vuestra empresa colaborar con la Fundación Empresa y Clima y qué beneficios creéis que os aporta en vuestra transición climática?
Consideramos que la Fundación Empresa y Clima es el referente de la industria española en su involucración en la lucha contra el cambio climático. La pertenencia a la Fundación nos permite estar involucrados en la primera línea para la reducción de la huella de carbono del sector industrial.
La Fundación nos aporta no solo el conocimiento de cual es el camino a seguir, sino que además nos guía en la forma de hacerlo.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Una transición hacia una economía verde