Daniel Caverzashi es uno de los mejores tenistas paralímpicos de España. En 2013, fue el tenista en silla de ruedas número uno del ranking español y vigésimo del mundo. Durante los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, se convirtió en el primer tenista paralímpico español en alcanzar los cuartos de final de la historia. Actualmente, es uno de los protagonistas de la campaña ‘Imbatibles, capaces de todo’, de P&G.
¿En qué consiste la campaña ‘Imbatibles, capaces de todo’ de P&G y por qué te decidiste a participar en ella?
‘Imbatibles’ es una campaña que me hace mucha ilusión y en la que creo mucho. Su primer objetivo es concienciar, normalizar el deporte paralímpico y darlo a conocer. Lo que más me gusta de este proyecto es que tiene también algo tangible, porque va a recaudar dinero para hacer más accesible el deporte adaptado de base, algo muy importante para mí, como tenista de élite. La recaudación se va a destinar a distintos proyectos de la iniciativa Relevo Paralímpico, que van desde compra de material para que las personas con discapacidad puedan hacer deporte, hasta el apoyo a una escuela de tenis en silla. De alguna manera, con esta campaña se cierra el círculo, pues no solo trata de visibilizar el deporte paralímpico, sino que también promueve la base, las primeras etapas del desarrollo deportivo.
¿Cómo pueden las empresas como P&G ayudar a impulsar la inclusión de la discapacidad y a luchar contra los estereotipos que hay aún en este país?
Podría hablar de esto durante horas, ya que es algo que me apasiona. Además del objetivo principal de ser el mejor tenista que pueda, también tengo el propósito de vida de normalizar la discapacidad. Hemos avanzado muchísimo en temas históricamente tabú o que requerían de un movimiento social, como es el racismo, el feminismo, la igualdad de género o la orientación sexual. La discapacidad ha mejorado, pero realmente todavía no está a ese nivel.
La sociedad y las empresas todavía creen que somos una minoría, pero en realidad representamos entre el 10 y el 15% de la población. Además, si sumas a las familias, amigos y personas del entorno, este colectivo engloba a muchas personas, y todas ellas pueden ser potenciales clientes de las empresas que apuesten por ello. Creo que las empresas tienen mucha capacidad de hacer el bien.
¿Cómo intentas tú personalmente romper estereotipos con el tema de la discapacidad?
Como decía, la gente piensa que somos una minoría y no lo somos, hay mucha ignorancia y una barrera social que intento constantemente normalizar. Tengo un hashtag que es #valelapierna que suma humor y buen rollo. Esto empezó como una broma con mis amigos y a raíz de ahí, el año pasado, hicimos unas camisetas con frases de humor y buen rollo para visibilizar la discapacidad. Estoy ahí, intentando, desde el deporte y el humor, normalizar la discapacidad, eliminar esa barrera del “pobrecito”, “qué duro”…
Aquí todos tenemos discapacidades, todos tenemos lo nuestro y hay tantas cosas que sí podemos hacer, incluso mejor que los demás. Todo el mundo tiene su lugar en el mundo, algo que le gusta, que le interesa y eso es lo que intento conseguir. Desafortunadamente, la realidad es que yo pertenezco a un grupo de deportistas paralímpicos donde está muy normalizada la discapacidad, pero somos una excepción. Nuestro objetivo es ir cambiando eso poco a poco y por distintas vías, siendo una de ellas la involucración de las empresas, algo que además puede ser de su propio interés económico.
¿Crees que España ha mejorado la percepción y la normalización de la discapacidad o estamos todavía lejos de esta meta?
Creo que sí ha mejorado. A veces, cuando reivindicamos derechos, nos ponemos muy extremistas y no somos conscientes de que todo lleva un proceso. Vamos por buen camino, pero todavía queda mucho por hacer. En mi caso personal, veo que sí ha habido mucha evolución, desde medios de comunicación que están interesados en deporte y la discapacidad, hasta sponsors que me patrocinan o que están metidos en deportes, etc. Pero también en verdad que, si comparo con otros países como Inglaterra -país en el que he vivido-, Australia o Estados Unidos, en lo que respecta a accesibilidad nos dan muchas vueltas.
En Reino Unido, los juegos de Londres de 2012 beneficiaron mucho a la sociedad, se normalizó mucho la discapacidad. Por poner un ejemplo, algo en lo que me fijé mucho es que cuando entraba a una tienda de ropa, el dependiente me saluda sin más, y en España, en ese momento, si entraba a una tienda me decían “Hola ¿necesitas ayuda?”, con buena intención claro. Pero te das cuenta de que en algunos sitios está más normalizado, con detalles así. Creo por supuesto que estamos mejorando, pero que hay que apretar un poquito.
Este año has podido jugar el Roland Garros y también te has clasificado para el US Open cumpliendo así uno de tus sueños. A parte, también fuiste el tenista número uno del ranking español en 2013 y que durante los juegos paraolímpicos de Tokio 2020 también hiciste historia al alcanzar cuartos de final. ¿Qué se siente tras alcanzar estos logros?
Estoy muy contento y a veces hay que pararse. Estos dos meses he estado lesionado y ha habido varios momentos de reflexión. Hay que parar, reflexionar y estar contento y orgulloso por lo que he hecho hasta ahora, porque me lo he currado mucho, tanto mi equipo como yo; nadie nos ha regalado nada. Pero quiero más. Tengo potencial, todavía tengo mucho que dar, tengo mucho que mejorar y creo que lo mejor está por llegar.
Ahora es un momento un poco frustrante como deportista, porque tengo una lesión que llevo arrastrando. Pero esto también me ha permitido aprovechar para impulsar los proyectos en los que estoy involucrado, así que no hay mal que por bien no venga. Sin embargo, tengo ya muchas ganas de volver a la pista y quiero conseguir muchas cosas.
¿Cuáles son tus próximos pasos, tus próximas metas?
De momento, estar entre los ocho mejores del mundo, me gustaría ganar un Grand Slam y una medalla paraolímpica. ¡Tengo muchas ganas de estar recuperado de mi lesión en la muñeca para poder darlo todo!
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