Entrevistamos a Patricia Leiva, Directora de Comunicación Corporativa, Relaciones Institucionales y Sostenibilidad en Mahou San Miguel para hablar sobre los resultados del plan “Somos 2020” y el futuro de la estrategia de sostenibilidad de la empresa cervecera española.
Mahou San Miguel ha hecho una fuerte apuesta en su compromiso social y medioambiental en los últimos tres años dentro de su marco estratégico “Somos 2020”. ¿En qué consiste este marco?
Este marco, fundamentalmente, se concretaba en una serie de compromisos que afectaban a todas las áreas de negocio donde lo que pretendíamos era contribuir a que toda nuestra cadena de valor, desde el primer hasta el último escalón, fuera más sostenible. Esto ha requerido un gran esfuerzo porque hemos tenido que realizar una dotación de recursos que, en los tres años, ha superado los 40 millones de euros y que se han dedicado a multitud de proyectos. Estos proyectos van desde la transformación de nuestros centros de producción, para que fueran más eficientes, hasta avances para que nuestro packaging también fuese más respetuoso, así como proyectos para que nuestros bares y restaurantes tuvieran, por ejemplo, terrazas que respondieran a este propósito, e iniciativas que ayudan a nuestros proveedores a convertir sus procesos y negocios, incluso sus propias cadenas de suministro, en programas más sostenibles.
¿Cómo ha cambiado todos estos planes de los que me hablas la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 y qué acciones habéis puesto en marcha para paliarlo?
La crisis sanitaria ha venido a acelerar un poco unas tendencias que ya existían en los propios consumidores. Estos estaban mirando hacia las empresas y considerando que las compañías tenemos que dar respuesta a grandes retos de sostenibilidad, que no solo las autoridades o gobiernos pueden resolver esos problemas sino que somos las empresas quienes, con nuestra propia actividad y dentro de nuestro ámbito, podemos contribuir a ello.
Lo que ha pasado durante la crisis del Coronavirus es que han aflorado multitud de necesidades concretas, debido a la pandemia, como podía ser en un momento dado el suministro de agua potable en determinados lugares que estaban sobrepasados, como los hospitales de campaña, etc. O necesidades sociales para todas esas familias que se han encontrado en situaciones de dificultad económica debido al cierre de negocios y a la pérdida de puestos de trabajo. Lo que hemos hecho es afinar un poco y sintonizar con esas necesidades que se estaban produciendo en ese momento y ver cómo, con los recursos que nosotros teníamos y nuestras propias capacidades, podíamos acudir en su ayuda. Nosotros tenemos productos, como es el agua Solán de Cabras, que hemos podido utilizar para hacer donaciones, tanto a Cruz Roja como a hospitales y hemos hecho también alguna dotación económica, a modo de donación, para que se suplieran otras necesidades a través del Banco de Alimentos y Cruz Roja.
La compañía ofrece su apoyo a la hostelería a través del plan “Somos Compromiso”. ¿Cuáles son las líneas estratégicas de este plan?
En nuestro plan “Somos Compromiso” hay muchas cosas que eran muy previas a toda la crisis de la COVID-19 como es, por ejemplo, ayudar a que los propios bares y restaurantes sean lugares sostenibles. Normalmente son establecimientos pequeños, a veces empresas familiares, que necesitan asesoramiento y apoyo económico para llevar a cabo una transformación de sus negocios y de su forma de operar. Esto les debe permitir, por ejemplo, ser más eficientes desde un punto de vista energético, que las neveras y equipos de frío sean menos contaminantes y más eficientes o, por ejemplo, que el mobiliario de las terrazas sea hecho con materiales reciclados y que, además, las metamos en un ciclo de economía circular. Hemos llevado a cabo multitud de proyectos con la hostelería como, por ejemplo, un proyecto para instalar parasoles cuyas telas absorban partículas contaminantes, gracias a la nanotecnología. Hemos instalado un parque de parasoles de terrazas que equivale a más de 54.000 árboles; es decir, hemos llegado a tener un importante impacto en la absorción y la reducción de la huella de carbono de todos esos establecimientos hosteleros. Eso es lo que ha pasado antes del Coronavirus.
Después del COVID-19 nuestra ayuda a la hostelería ha sido sintonizar con ese momento que estaban viviendo todos esos hosteleros debido al cierre de sus negocios durante muchos meses, a las dificultades para abrir con aforos reducidos, medidas sanitarias, de higienización, etc, que tenían que asumir. Nosotros les hemos ayudado con lo más valioso que tenemos: una aportación extraordinaria de productos para que pudieran reabrir sus establecimientos justo después de todos esos meses de confinamiento, sin esos costes iniciales que para muchos eran imposibles de asumir. Y, por otro lado, para el invierno, lo que estamos haciendo es destinar una inversión muy importante de 20 millones de euros para ayudarles a acondicionar las terrazas porque necesitamos esos espacios para seguir teniendo una socialización segura pero también confortable, con cerramientos, mobiliario, estufas… Ese es el nuevo foco que hemos dado en ese momento post-covid.
Además de esas ayudas a la hostelería, tenéis el programa “Avanzamos juntos” que nace para ayudar a distribuidores y proveedores. ¿Cómo lo lleváis a cabo?
Es un programa del que estamos muy orgullosos. Hemos llevado a cabo cinco ediciones y es un programa que ha recibido un premio y un reconocimiento por parte de Naciones Unidas, debido a ser un proyecto que va directamente a lo que es la Sostenibilidad. Nosotros tenemos la convicción de que una compañía es tan sostenible como lo es el más débil de sus eslabones, entonces tienes que estar seguro de que no solo tú realizas tus procesos en tus propias instalaciones de forma sostenible, sino que a todo aquel que está en tu cadena de valor, al que tú compras productos, servicios o suministros, también tenga implantada una serie de prácticas que hagan que su forma de actuar sea sostenible. El programa “Avanzamos Juntos” lo que hace es ayudar a compartir buenas prácticas entre todos nuestros proveedores y distribuidores, en materia de sostenibilidad, comportamiento ético y de multitud de áreas que componen un campo más amplio de responsabilidad corporativa. Con esas sesiones en las que compartimos buenas prácticas, recibimos formación y ayudamos incluso con asesoramiento técnico a poner en marcha determinados proyectos y planes, conseguimos que todos y cada uno de nuestros proveedores y distribuidores vean cuáles son sus áreas de mejora y sus fortalezas para que las compartan a su vez con su cadena de valor. Al final, de forma conjunta, todos contribuimos a que Mahou San Miguel sea una compañía más sostenible.
Otro de los ejes de este plan a tres años es la protección del empleo. ¿Cómo plasmáis este compromiso?
El compromiso de protección del empleo tiene una vertiente interna y una externa, más social. La vertiente interna es, fundamentalmente, cuidar de nuestros propios profesionales, asegurarnos de que nuestro talento interno tiene desarrollo y capacidades para afrontar los nuevos retos que nos plantea el entorno y hacer este esfuerzo para que se mantengan los puestos de trabajo en nuestra compañía y también en aquellos que forman parte de nuestra cadena. También, por ejemplo, en la hostelería con todas estas ayudas contribuimos a que no se destruyan trabajos. Me gustaría recordar que solo debido a esta pandemia se estima que han cerrado más de 65.000 establecimientos hosteleros y que de aquí a final de año podríamos estar hablando de una destrucción de un millón de puestos de trabajo. Es decir, cualquier ayuda que venga orientada a este sector protege el empleo en nuestro país.
Desde un punto de vista externo, tenemos un programa que puso en marcha hace ya varios años la Fundación Mahou San Miguel, que es el programa “Creamos oportunidades en hostelería”. Este programa está dirigido a ofrecer oportunidades a jóvenes que están en situaciones de riesgo de exclusión, precisamente por no tener una capacitación profesional que les permita acceder al mercado laboral de una forma ágil y, por otro lado, nos permite suplir una necesidad que tiene el sector hostelero que es la de tener profesionales bien formados. Este programa ha conseguido en este periodo formar a más de 800 jóvenes que no tenían ningún tipo de cualificación con una colaboración público-privada, el equivalente a una formación profesional, que permite a estos chicos formarse, conseguir una capacitación y realizar unas prácticas renumeradas. Nosotros hacemos de punto de contacto entre nuestros clientes hosteleros y estos jóvenes y, cuando finalizan estas prácticas, la mayoría consigue un contrato con los establecimientos. Tenemos un 85% de inserción laboral con este programa. Creemos que es muy transformador y, en cualquier caso, son 800 jóvenes, pero aunque solo hubiéramos conseguido cambiar la vida de uno de ellos ya hubiera merecido la pena.
La creación de valor a través de la innovación ha sido otro de los retos de “Somos 2020”. ¿Qué objetivos habéis alcanzado?
La innovación ha tenido que estar muy enfocada a temas que son un gran reto para nosotros y para todas las compañías. El reto de que nuestros envases y embalajes sean cada vez más sostenibles, el reto de la eficiencia energética e incluso el de la movilidad sostenible, son algunos ejemplos. En este ámbito, lo más destacable es que hemos logrado, con mucho esfuerzo, sustituir las anillas de plástico de más de 12 de nuestras referencias y las hemos convertido en un tipo de agrupación hecho con cartón sostenible. Eso es un cambio que requiere de una inversión muy importante y una transformación industrial muy compleja, pero gracias a este empuje que hemos tenido desde el punto de vista de la sostenibilidad, hemos podido llevarla a cabo.
También ha sido un gran reto conseguir que, hoy en día, nuestras botellas más icónicas de Solán de Cabras, las de 50 cl, sean de PET 100% reciclado. Somos la primera marca a nivel nacional que lo ha hecho. Gracias a este empuje, en el 2021 vamos a conseguir que todas las botellas de nuestra marca sean de PET 100% reciclado. Eso es un gran logro que solo se consigue con innovación y con mucha inversión.
Con todas estas metas alcanzadas, ¿Cuál es el futuro de la estrategia de sostenibilidad de Mahou San Miguel?
Hemos evolucionado este posicionamiento de sostenibilidad, manteniendo la esencia de nuestra compañía y lo que siempre nos ha caracterizado, que es poner a las personas en el centro. De cara a futuro, nuestro principal reto es ser un agente de transformación de todo nuestro entorno, desde aquello que es verdaderamente importante para las personas. Debemos tener en cuenta que este nuevo enfoque de sostenibilidad tiene un plazo más largo. Pensamos que debemos tener una visión alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, por eso, proyectamos nuestros objetivos y nuestra mirada al 2030, alineada con los organismos internacionales y esos compromisos que se asumen incluso a nivel país.
Lo que vamos a trabajar son tres ejes principales muy concretos: el eje que lo que quiere es potenciar el progreso, el eje que lo que quiere es contribuir a que cada vez disfrutemos de un hábitat natural mejor, y el eje que pretende fomentar el bienestar. Todos ellos se articulan a través de distintos proyectos, que se concretarán en unos compromisos muy específicos que daremos a conocer en cuanto estén 100% finalizados, y que estamos en proceso de aprobación de cara a 2021. En cuanto estén, compartiremos los compromisos completos en múltiples materias: ahorro y eficiencia energética, reducción de residuos, temas de igualdad, calidad de empleo… muchas áreas en las que tendremos objetivos concretos.