¿Qué importancia tiene para vuestra organización formar parte de la Alianza País Pobreza Infantil Cero y qué objetivos concretos esperáis conseguir con ella?
Para la Fundación Pere Tarrés formar parte de la Alianza es muy importante. Tejer complicidades con muchas organizaciones sociales, empresas y administraciones, para poner en la agenda política y social, y para avanzar en soluciones para atender una situación profundamente injusta que hipoteca el desarrollo de niñas y niños de este país.
¡No podemos permitir que más de un 30% de los ciudadanos de menos de 18 años vivan en exclusión social!
Esperamos conseguir mejoras a tres niveles: acciones en las políticas públicas, acompañadas de recursos económicos en los presupuestos que mejoren las condiciones de vida y derechos de niños y niñas, proyectos concretos que tengan impacto en la vida de estos ciudadanos realizados desde la sociedad civil con una amplia complicidad de agentes, y finalmente sensibilización social y política que la pobreza infantil es intolerable en un país con la riqueza de España. Hoy por hoy, la principal bolsa de pobreza entre todas las generaciones se encuentra en algunas familias y los niños, donde no llegan políticas redistributivas. Si llegan mejor a los mayores a través de las pensiones.
¿De qué forma está vuestra organización trabajando para erradicar la pobreza infantil en España? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
Nuestra entidad se inició a partir de las actividades de tiempo libre, después de la Guerra Civil, recuperando una tradición centenaria de colonias de vacaciones con una fuerte componente educativa y social. De esta rica experiencia surgieron los centros de tiempo libre, y actividades formativas y servicios como los alojamientos para apoyar estas iniciativas.
Con los años, y viendo la cronificación de las situaciones de vulnerabilidad en algunos territorios y periodos, surgieron los centros diarios (centros abiertos según la ley de servicios sociales catalana) y el impulso de actividades de vacaciones que integrase más significativamente a estos niños y niñas. Entendiendo que la educación y la cultura son las mejores herramientas para frenar las desigualdades, junto con las garantías de cobertura de las necesidades básicas y derechos, desarrollamos actividades diarias de refuerzo escolar y educativo, así como talleres y juegos, hábitos de alimentación saludables, trabajo socioeducativo con familias y con niños de 0 a 3 años, entre otros.
En los periodos de vacaciones se organizan colonias urbanas, o en el medio natural. Además se han activado diversos programas: atención bucodental, oftalmológica, abordaje de los trastornos del aprendizaje, apoyo psicológico y tutorías individualizadas, provisión de material informático y conexiones para el aprendizaje online, kits de material escolar, juguetes en campañas navideñas, etc.
Actualmente damos apoyo a más de 30 centros de iniciativa social y 15 de titularidad pública, que acompañan diariamente a más de 4.500 niños.
Para facilitar la inclusión social, además, se impulsa nuestra red de centros de tiempo libre (200 entre Cataluña y Baleares), intentando que niños/as en situación de vulnerabilidad, participen en las actividades (especialmente de verano) a través de becas. Este último estío, se ha apoyado económicamente a más de 8.000 niños/as.
¿Puedes especificarnos algunos proyectos desarrollados de forma conjunta con empresas que estáis llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
Trabajar en red y localmente favorece el trabajo a favor de los niños/as en riesgo de exclusión social. Por este motivo, valoramos de forma muy positiva y enriquecedora realizar de forma conjunta proyectos solidarios con otras entidades o empresas de un mismo barrio o ciudad, ya que fortalece el vínculo entre las personas y su compromiso para construir una sociedad más justa. Y la experiencia nos demuestra que la solidaridad y el compromiso son valores arraigados en nuestra sociedad.
Hay empresas que nos apoyan anualmente, de forma estable, con aportaciones económicas i/o en especie para que podamos llevar a cabo los proyectos en beneficio de la infancia en situación vulnerable, como por ejemplo las actividades que realizamos diariamente de refuerzo escolar en los centros socioeducativos o las actividades de educación en el tiempo libre que hacemos durante el verano para que estos niños y niñas también puedan participar en campamentos. En estos casos, les detallamos cuáles son las necesidades más prioritarias y algunas empresas también motivan y movilizan a sus trabajadores para que consigan el objetivo de forma conjunta. De esta forma, nos proporcionan material escolar cuando empieza un nuevo curso o hacen un donativo económico para becar los campamentos de verano a un grupo de niños y niñas.
Otras empresas se vinculan directamente con un proyecto en concreto donde pueden aportar su experiencia y conocimiento. Sería el caso de centros dentales y ópticas que nos ofrecen sus servicios para atender los niños y niñas que lo precisen para mejorar su bienestar físico.
Todas las empresas que colaboran con nuestra fundación tienen como objetivo participar activamente en la construcción de una sociedad más justa, donde todos los niños y niñas y jóvenes merecen la oportunidad de crecer y de aprender, y aportar su grano de arena a favor de la educación y la integración de los colectivos más desfavorecidos.
A su vez, también quieren incrementar el compromiso y el sentido de pertenencia de sus trabajadores/as, cohesionar el equipo y aumentar los niveles de motivación.
El resultado de la colaboración entre unos y otros suma y, sobretodo, multiplica el impacto que esta solidaridad tiene en la transformación de nuestra sociedad en una de más justa y con oportunidades para todos.
¿Cuál es la situación actual de la lucha contra la pobreza infantil en el tercer sector español en su globalidad?
El tercer sector es una realidad necesaria de garantía de derechos y de apoyo a muchas personas, atenta a las necesidades, y capaz de dar respuesta de manera rápida, si bien cuenta con una insuficiente financiación, y a menudo se haya muy especializada. En este sentido las organizaciones de infancia hacemos un trabajo imprescindible, pero no somos el sector más relevante en el panorama social, entre otras razones por qué representamos a un colectivo que no puede ejercer sus derechos, y por tanto otros debemos hacer sentir su voz.
Vale la pena mencionar que en este sector infantil hay mucha conciencia de la gravedad de la pobreza infantil, y el enorme impacto que supone en la vida presente y futura de los niños/as.
Deberíamos articular propuestas robustas que permitan abordar esta situación, defender una igualdad de oportunidades real, si bien necesitamos estar al otro lado de la mesa, voluntad de diálogo y recursos para abordar esta hipoteca.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu organización en esta materia para los próximos años?
Los desafíos son diversos, y estarán en función de la evolución de la pandemia y de las desigualdades sociales, a las que intentaremos dar respuesta. De todas formas, apuntamos algunas:
- Incrementar el número de centros socioeducativos diarios, así como de participantes a los que se acompaña, para dar cumplimiento a la convención de los derechos del niño/a de las Naciones Unidas, y aportar el inmenso valor socioeducativo que tienen las actividades fuera del aula.
- Incrementar las actividades de vacaciones (colonias, campamentos, colonias urbanas, etc., para compensar de manera integral los meses sin escuela y potenciar todas las posibilidades que tienen
- Promocionar nuevos programas específicos, en particular:
- Acompañamiento social a las familias, para intentar mejorar su inserción social y laboral, que redunde en beneficio de sus hijos/as.
- Acciones integrales sobre la salud infantil, en particular potenciando la prevención y abordaje de dificultades mentales y emocionales, además de las que se indican anteriormente.
- Apoyo escolar en las nuevas metodologías de aprendizaje, y en particular favorecer la digitalización de los niños/as y familias para reducir la brecha existente y puedan ser ciudadanos que utilicen estas tecnologías en igualdad de condiciones.
- Continuar movilizando recursos para atender necesidades básicas
Siempre desde una perspectiva comunitaria, contando con la participación de niños/as y familias, y empoderando a las personas para que, desde su dignidad, reconociendo sus potencialidades y talentos, ganen en autonomía.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Una alianza de país para combatir la pobreza infantil.