Patricia Peiró Hergueta, Directora de Comunicación de TAKEDA España, ha hablado con Corresponsables sobre las políticas ESG de la compañía farmacéutica global, con 243 años de historia, que se dedica a la investigación, desarrollo y distribución de tratamientos innovadores, con un enfoque particular en enfermedades raras y acceso equitativo a la salud.
La responsable de comunicación de TAKEDA detalla su compromiso con las personas, los pacientes y el planeta, así como las estrategias de la compañía para reducir emisiones y apoyar comunidades vulnerables.
También se abordan iniciativas de diversidad, inclusión y bienestar laboral que han posicionado a la empresa como una de las mejores para trabajar en España. Una mirada integral al enfoque de sostenibilidad en el sector farmacéutico.
¿Cómo definen y articulan sus políticas ESG para garantizar un impacto positivo en las personas y el planeta?
Para entender cómo funcionan las políticas ESG en Takeda, hay que conocer un poco a la empresa. Takeda es una compañía con 243 años de historia, fundada sobre cuatro valores muy arraigados: integridad, equidad, honestidad y perseverancia. A esto se suman lo que llamamos nuestros tres imperativos: personas, pacientes y planeta. Estos son la base de toda nuestra actividad.
Nuestras políticas ESG no están articuladas como objetivos sostenibles impuestos, sino que nacen con la empresa. Desde su origen, Takeda está estructurada con esa visión. Los pacientes son la primera piedra de todas nuestras decisiones, con un compromiso por la innovación responsable y el acceso equitativo a tratamientos.
Luego está nuestro compromiso con las personas, que es un trabajo diario y exigente. Contamos con un equipo de recursos humanos que se esfuerza por hacer de Takeda un lugar excepcional para trabajar, priorizando la diversidad, la igualdad y un entorno seguro donde las personas puedan desarrollarse y comprender el impacto de su labor, que es enorme. Por ejemplo, el 60% de nuestra plantilla son mujeres, y también tenemos una fuerte presencia femenina en el equipo directivo, algo que en parte refleja las tendencias del sector farmacéutico, donde las mujeres tienen un rol destacado, y de lo que nos sentimos orgullosos.
Finalmente, el compromiso con el planeta se refleja en cifras concretas: hemos reducido un 80% los residuos enviados a vertederos desde 2022, con la meta de alcanzar cero en 2030. A nivel global, hemos disminuido un 53% las emisiones de gases de efecto invernadero y aspiramos a ser una compañía net zero en 2040. Este compromiso abarca desde la investigación y producción hasta la distribución y el acceso a tratamientos.
¿Qué estrategias han implementado para alcanzar estas metas?
Muchas de estas metas están enraizadas en nuestra razón de ser y en la voluntad colectiva de quienes trabajamos aquí. Usamos un proceso de decisión que me sorprendió al llegar, llamado PTRB: Patient, Trust, Reputation, Business (pacientes, confianza, reputación y negocio, por ese orden). Cada proyecto debe cumplir estos cuatro pilares en ese orden exacto; si falla en uno, no avanza. Esto asegura que el impacto en los pacientes sea lo primero, seguido por la confianza en nuestro ecosistema, la reputación de la empresa y, finalmente, el negocio.
Con esto en mente, hemos implementado varias estrategias. Una es la optimización de procesos y la reducción de residuos en origen, aplicando principios de sostenibilidad desde el diseño de productos para usar materiales y procesos más eficientes. Por ejemplo, hemos introducido envases alternativos para reducir el uso de cartón de fibra y minimizar el impacto ambiental.
También priorizamos la gestión responsable de residuos, buscando que sean reutilizados, reciclados o convertidos en energía. En España, el último año gestionamos casi 6.000 kilos de medicamentos, logrando que el 71% se destinara a valorización energética, evitando contaminación y apoyando la economía circular.
Además, hemos optimizado el uso de recursos naturales, reduciendo un 10% el consumo eléctrico, un 9% el de agua y un 70% el de papel en nuestras operaciones en España el último año. Por último, trabajamos con alianzas sostenibles, asegurándonos de que todos en nuestra cadena de valor compartan nuestro compromiso con la sostenibilidad.
Han destinado más de 24 millones de dólares a proyectos de ayuda a comunidades vulnerables. ¿Cómo seleccionan las iniciativas que apoyan y cuáles son las más destacadas?
Seleccionamos estas iniciativas a nivel global mediante un proceso basado en el impacto, la necesidad y la alineación con nuestros valores. En España, nuestros equipos participan activamente: cada año, una comunidad de voluntarios, los Embajadores de Valores, propone y vota proyectos de responsabilidad social corporativa. Este grupo, que actúa de forma espontánea porque así lo desea, aporta su tiempo y talento para movilizar estas acciones, enfocadas principalmente en el voluntariado corporativo.
El proceso es colaborativo. Hacemos un llamamiento interno para que la gente comparta ONG o proyectos con los que colabora, luego los Embajadores de Valores eligen tres iniciativas con las que trabajaremos durante el año. Es una forma de involucrar a todos y asegurarnos de que reflejen nuestros imperativos de personas, pacientes y planeta.
Takeda ha sido reconocida como una de las mejores empresas para trabajar en España. ¿Qué prácticas específicas creen que han contribuido a este reconocimiento?
El equipo de recursos humanos ha hecho un trabajo fantástico, y yo me he sumado a una base ya sólida. Su estrategia se basa en cuatro pilares.
El primero es el aprendizaje y desarrollo: aquí siempre estás formándote y creciendo, lo que es muy gratificante tanto para quienes llegamos como para los veteranos.
El segundo es el bienestar, un concepto holístico que abarca lo emocional, lo físico y lo financiero, algo que valoro mucho.
El tercero es la diversidad, equidad e inclusión, que permite que todos se sientan auténticos y libres para expresarse. Crear un entorno donde cada persona pueda mostrar su lado más único no es fácil en el ámbito empresarial, pero en Takeda lo hemos logrado, y eso marca la diferencia.
Finalmente, el cuarto pilar es el modelo híbrido de trabajo, basado en la confianza y el propósito: vamos a la oficina para colaborar, pensar o celebrar, no solo para reunirnos sin sentido.
Estos pilares nos hacen un lugar excepcional para trabajar, y lo digo con orgullo.
¿Qué aprendizajes pueden compartir sobre cómo impulsar la igualdad, diversidad e inclusión en su compañía?
El primer aprendizaje es que la diversidad e inclusión deben integrarse en la cultura corporativa. En Takeda lo hemos conseguido, y espero seguir aportando a ello. Las diferencias nos enriquecen: nuestra plantilla incluye 15 nacionalidades, el 50% de los puestos de liderazgo son ocupados por mujeres, y contamos con certificaciones externas que nos ayudan a evaluarnos constantemente.
Otro aprendizaje es crear programas con impacto real, más allá de las palabras. Participamos en iniciativas como Mujeres en Farma, que hace unos días reunió a 60 personas en un speed networking para mentorizar a jóvenes con profesionales experimentados.
También tenemos comunidades voluntarias, como la latina o la de conexión intergeneracional, que valoro mucho porque la edad es una diferencia que a menudo olvidamos, pero que aporta un valor enorme.
Además, fomentamos un entorno flexible basado en el propósito y un liderazgo inclusivo desde la alta dirección, que visibiliza y escucha. Hablar de esto abiertamente es clave para que arraigue en la empresa.
¿Qué mecanismos utilizan para medir y reportar el impacto de sus políticas ESG a sus stakeholders?
En Takeda medimos y reportamos nuestro impacto ESG con un marco estructurado de indicadores clave de desempeño (KPIs), auditorías externas y reportes de sostenibilidad. Como multinacional, cumplimos estándares internacionales y mantenemos un compromiso firme con la transparencia. Publicamos anualmente nuestro informe de sostenibilidad y el ESG Data Book, donde detallamos nuestro desempeño en los pilares de pacientes, personas y planeta.
Además, como empresa cotizada, mantenemos un diálogo constante con inversores, empleados y comunidades a través de foros y presentaciones. Todo esto está integrado en nuestro código de conducta, lo que asegura alineación y una transparencia real en nuestras acciones.
Si tuviera que destacar un logro de Takeda que represente su compromiso con la sostenibilidad, ¿cuál sería y por qué?
Destacaría nuestro compromiso con mejorar el acceso a tratamientos innovadores para enfermedades raras. Casi el 50% de nuestro pipeline se centra en enfermedades minoritarias o poco prevalentes, lo que contribuye a la sostenibilidad social de forma tangible. Para nosotros, que los pacientes estén primero, esto es un logro del que me enorgullezco, porque va más allá de lo ambiental: es un concepto amplio que refleja nuestra esencia.