2010 ha sido un año difícil en muchos ámbitos. ¿Cómo lo calificaría para la RSE?
La RSE está estancada. En transición. No diría que retrocede, pero tampoco que avanza lo suficiente. No obstante, no se pueden dejar de valorar algunos signos prometedores para el futuro, como la concesión de subvenciones por las comunidades autónomas a pymes para la implantación de medidas de RSE, la esperada -y controvertida- ISO 26000, la exigencia de Naciones Unidas para que las escuelas de negocio formen a futuros líderes socialmente responsables o la guía de compra pública socialmente responsable elaborada por la Comisión Europea.
En el ámbito europeo existe la ‘Estrategia 2020’ para caminar hacia un desarrollo más sostenible, ¿son factibles sus ambiciones?
Son imprescindibles. Pero serán factibles si Europa y sus Estados-Nación hacen lo que deben. Y lo que deben hacer son transformaciones estructurales importantes en sus modelos productivos y en sus arquitecturas sociales. Bajo los tres grandes motores para el crecimiento que plantea la agenda 2020 (crecimiento inteligente, sostenible e integrador), subyace un profundo cambio de modelo económico y social. Un cambio de prioridades en las políticas de los Estados miembro que se ve reflejado en los cinco objetivos de la Estrategia.
En su discurso en los I Premios de la Fundación Corresponsables se mostró algo pesimista respecto al futuro de Europa, ¿cuáles son los retos clave que va a afrontar el continente europeo en un futuro próximo y en qué medida interviene la RSE en ellos?
Más que pesimista quise ser provocador. Creo tanto en Europa, que me aterra su futuro. La ilusión europeísta de la segunda mitad del siglo XX ha sido sustituida por un euroescepticismo y un nacionalismo preocupantes. Los retos son muchos y graves. Ahora, el primero, el Euro, luego la gobernanza económica, la competitividad frente a la globalización, su demografía, la devaluación de su capital humano, la dependencia energética… ¿No es como para preocuparse?
Ante este panorama, la RSE es poco y es mucho. Puede ser tenida sólo por una cultura de la empresa, pero es también una actitud colectiva de excelencia y competitividad con cohesión social. Europa no podrá abordar con éxito el reto del desempleo, la igualdad o la integración si la empresa no ofrece igualdad de condiciones a mujeres, mayores o inmigrantes. No podremos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero si las empresas no reducen su intensidad energética. Europa no podrá mejorar sus resultados educativos o enfrentar el envejecimiento de la población si la empresa no promueve una verdadera conciliación de la vida familiar y laboral e integra con normalidad la maternidad. Los retos de Europa son también los de sus empresas.
¿Cree que está en crisis el modelo de Estado del Bienestar? ¿Hacia dónde camina Europa en este sentido?
El Estado del Bienestar está en el ADN de Europa y de los europeos. Pero debe ser adaptado y ajustado a la evolución de cada sociedad y a las posibilidades de cada país. Los países nórdicos lo han hecho y sostienen un Estado del bienestar envidiable, con un sistema fiscal solidario, manteniendo una alta competitividad. Ese es el reto que debemos afrontar en el futuro la mayoría de los países europeos.
La ecuación Estado-Mercado se ha puesto en entredicho dado el contexto actual, ¿cómo cree que va a evolucionar a corto y medio plazo?
Debería evolucionar hacia una regulación más precisa y rigurosa de los mercados financieros, que limite las acciones más especulativas que están, no sólo condicionando las políticas públicas, sino dificultando la recuperación de una crisis que en buena medida contribuyeron a causar. La ecuación debe resolverse en términos de más Estado para un mejor mercado.
Sin embargo, ante mercados cada vez más globales, la política es demasiado nacional. Los instrumentos de la intervención pública internacional chocan con resistencias y competencias nacionales muy fuertes. Estamos avanzando muy poco y mucha gente reclama -con razón- más control y mejor reparto de los esfuerzos.
LA ENTREVISTA COMPLETA EN EL ANUARIO CORRESPONSABLES 2011