Raimon Royo, director general adjunto de Arquia Banca, ha hablado con Corresponsables sobre sus políticas ESG, las iniciativas más destacadas de su Plan Estratégico 2023-2026, su compromiso con el Pacto Mundial de Naciones Unidas, y el papel del Consejo de Administración en la gestión de la sostenibilidad.
¿Cómo integra Arquia Banca el compromiso social y la sostenibilidad en su modelo de negocio?
Para nosotros es importante destacar que cuando hablamos de sostenibilidad o finanzas sostenibles siempre nos referimos a las tres dimensiones: la dimensión ambiental, el compromiso social, y la dimensión de gobernanza. Es importante que, dado nuestro origen como cooperativa de crédito, muy vinculado a profesionales del mundo de la arquitectura, las dimensiones ESG han estado siempre muy patentes en nuestro ADN y han formado, tradicionalmente, parte de nuestra experiencia.
En lo que se refiere a la gobernanza, somos una entidad que siempre ha promovido buenas prácticas en cuanto a la gestión del gobierno corporativo, asegurando una relación siempre muy transparente con nuestros clientes, muy ética y con cumplimiento de la normativa. Y, más recientemente, promoviendo las finanzas sostenibles.
Por lo que refiere a la dimensión social, también hemos llevado a cabo muchas iniciativas y está muy presente en nuestro modelo de negocio. Tenemos una red comercial con una apertura de oficinas hasta las 16:30 horas, que no es muy habitual en el sector. No pedimos cita previa en nuestra relación con nuestros clientes. Tenemos presencia en 14 poblaciones de las zonas rurales de Castellón y Tarragona, donde probablemente seamos el único proveedor financiero. Estamos adheridos a los protocolos de refuerzo del compromiso social de la AED. Establecemos protocolos de atención preferente a los mayores de 65 años, y hemos lanzado un blog de educación financiera para gente mayor, sobre finanzas, sobre ciberseguridad y sobre prevención del fraude.
Contamos con una fundación, que es la principal fundación del mundo de la arquitectura privada de Europa que tiene un programa, Arquia Social, que favorece la inclusión de colectivos más desfavorecidos. Nos hemos adherido a códigos de buenas prácticas y hemos financiado mediante las operaciones ICO a muchas pymes en los momentos de crisis.
También hemos impulsado los hábitos saludables entre nuestros empleados y tenemos una política de no discriminación y de inclusión en la plantilla. La parte social y la gobernanza son dos dimensiones que están muy presentes en nuestra estrategia y nuestro modelo de negocio.
La dimensión climática es más reciente, a partir de las expectativas supervisoras del Banco de España, nos hemos centrado en los últimos dos ejercicios en diseñar un Plan de Sostenibilidad que incorpore también la integración del riesgo climático y de deterioro medioambiental en nuestra estrategia. Actualmente, estamos valorando cuál es nuestra vulnerabilidad al riesgo físico y al riesgo de transición, que son los dos riesgos por los que se materializa el riesgo climático. El riesgo físico es el de sufrir pérdidas por acontecimientos meteorológicos agudos o crónicos, como pueden ser inundaciones o incendios. Y valorar cuál es nuestra exposición a esos riesgos. El riesgo de transición es cómo va a afectar a las empresas que financiamos ese cambio hacia una economía más sostenible. Hemos hecho un primer cálculo y haremos un segundo cálculo a final de año, con el que podremos ya integrar el riesgo climático y medioambiental en nuestra política de riesgos.
En paralelo, estamos calculando nuestra huella de carbono para poder establecer objetivos claros de descarbonización, en línea con la Ley 7/2021de Cambio Climático y Transición Medioambiental. Y, a partir de ahí, divulgar todos estos resultados. Con lo cual, social y gobernanza son dos dimensiones en las que ya tenemos recorrido, pero también hemos hecho muchos avances en el tema del riesgo climático, estamos en proceso de dar cumplimiento y estar donde queremos estar.
¿Cuáles son las iniciativas más relevantes de su Plan Estratégico 2023-2026?
Hemos reformulado nuestra misión y nuestra visión en el Plan Estratégico para dar cabida y para enfatizar la relevancia de la sostenibilidad. Definimos la misión de Arquia como anticiparse a las necesidades de nuestros clientes profesionales y acompañarlos mediante un trato próximo y personalizado, apoyando su salud financiera a lo largo de su camino como profesionales, pero también como personas. Y contribuyendo a una sociedad cada vez más sostenible. Esta es la misión aprobada por el Consejo de Administración, donde la sostenibilidad es un punto fundamental, y también tratar a nuestros clientes profesionales como personas, proporcionándoles un servicio diferencial.
Nuestra visión es ser la banca de proximidad y referencia de los profesionales con un modelo transparente y solvente que aporte seguridad a los clientes y que fomente el desarrollo social a través de una banca más humana y sostenible. También en la visión la sostenibilidad es un aspecto fundamental.
Nuestros valores son profesionalidad y proximidad, personalización, compromiso social y sostenible, transparencia, innovación responsable y calidad. Cuando hablamos de innovación responsable, vemos la tecnología como algo que debe ayudar al cambio de nuestros clientes, pero nunca dejaremos a nadie, a ningún cliente, atrás por la tecnología. Y de ahí que nosotros tengamos un modelo donde la presencialidad y la relación cercana con el cliente es un punto fundamental.
La sostenibilidad es una de las 18 iniciativas en las que se concreta nuestro Plan Estratégico. Hay iniciativas de beneficio sostenible, de crecimiento del segmento de farmacias, de refuerzo de la ciberseguridad, o mejora de la calidad del dato. Pero hay una iniciativa única que es la sostenibilidad, que es el despliegue de nuestro plan de sostenibilidad para dar cumplimiento no solo a las exigencias normativas, sino dónde creemos que debemos estar en nuestro compromiso con la sociedad. Esta iniciativa de sostenibilidad no debe ser vista aisladamente, es transversal en la gestión de riesgos, en la gama de productos que ofrecemos, en cómo tratamos a nuestros empleados, en la cultura del talento la sostenibilidad está muy presente. Yo creo que esa es una de las de las innovaciones en nuestro plan estratégico, que la sostenibilidad no solo es un requerimiento normativo, sino que está presente de manera transversal en todas las iniciativas.
¿Qué líneas de actuación han desarrollado a partir de su compromiso con el Pacto Mundial de Naciones Unidas?
El Pacto Mundial de la ONU es quien lidera la sostenibilidad empresarial en el mundo y el que llama a las empresas u organizaciones a alinearse con los Diez Principios de derechos humanos sobre normas laborales, medioambiente y lucha contra la corrupción. Y todo ello auspiciado por el mandato que recibió de la ONU de desarrollar la Agenda 2030 y promover los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Nosotros decidimos en mayo, ya en el marco de este Plan Estratégico 2023-2026, adherirnos al Pacto Mundial, como un referente de nuestro compromiso en las líneas de actuación de los ODS. Ahora estamos analizando los 17 ODS para ver en cuáles de ellos estamos con un grado avanzado de alineamiento, y en cuáles podemos contribuir más como entidad de crédito, para decidir qué líneas de actuación debemos de seguir en cada uno de los ODS que identifiquemos como prioritarios, y también establecer indicadores de seguimiento para cada uno de ellos. Adherirnos al Pacto Mundial de las Naciones Unidas viene a refrendar ese compromiso con todo lo que comentaba: social, de gobierno corporativo y medioambiental.
¿Podría explicar la importancia de los productos verdes y cómo ha incorporado Arquia Banca la inversión socialmente responsable en su oferta?
Los productos de financiación sostenible son mecanismos diseñados para promover el desarrollo sostenible. Eso significa que tienen como objeto abordar los desafíos ambientales, sociales y económicos de una manera integrada. Para hacer esto, y evitar posibles temas de greenwashing, hemos definido un marco claro de finanzas sostenibles, que incluye una clasificación de tipología de productos y qué criterios debe comprender un producto para que sea tratado como sostenible. Se han utilizado estándares de mercado por el International Capital Market Association o Loan Market Association, y también alineados con la taxonomía medioambiental europea. De manera que ahora tenemos un marco claro con siete productos marco de categoría verde: edificios estratégicos, transporte limpio y energías renovables, eficiencia energética, adaptación al cambio climático, economía circular y apoyo a la economía en crisis. Cada uno de ellos tiene unas subcategorías y están delimitados los criterios que debe cumplir un producto para que sea considerado como tal, y así tener un marco de actuación claro.
Estamos a punto de lanzar un préstamo para la adquisición de vehículo totalmente eléctrico, o de hidrógeno, y también vincularlos con los ODS que se ese producto permite. Es decir, lo bueno de este marco es que lanzando un producto también te alineas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y en el primer trimestre de 2024 tenemos la intención de lanzar un préstamo para adquisición de vivienda de edificios ecológicos, es decir, que tenga criterios técnicos de eficiencia energética que debe cumplir para que sea tratado como tal. Con la idea de que hacia el futuro esos productos también permitan unas condiciones ventajosas a nuestros clientes, en cuanto a precio, que permita ir gradualmente favoreciendo esos productos versus aquellos que no cumplan estos criterios.
Y en cuanto a inversión socialmente responsable, ya en 2021 introdujimos dos fondos de inversión que se rigen por criterios de sostenibilidad a la hora de tomar decisiones, y que se integran en el análisis financiero. Aquia Banca Líderes del Futuro, y Arquia Banca Líderes Globales, que vienen a reforzar ese compromiso con la inversión socialmente responsable.
¿Qué estrategias está siguiendo Arquia Banca para abordar su huella de carbono y avanzar hacia la descarbonización?
Como comentaba, estamos actualmente calculando nuestra huella de carbono en el marco de la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética, que busca garantizar el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París y facilitar así la descarbonización de la economía española.
Hemos definido una hoja de ruta que consta de cinco fases. Una primera, que es en la que estamos ahora, en la que vamos a calcular la huella de carbono. Tanto la que generamos de las emisiones directas de nuestra sede, nuestros vehículos, los desplazamientos de nuestros empleados, el consumo de materiales, papel, agua…pero también la que, por nuestra actividad, generamos en nuestro entorno, en los proveedores. Eso es una parte en la que tenemos un cálculo de la huella de carbono operacional, pero también la financiera, que al final es la más relevante. Es la huella de carbono en la que incurrimos con nuestra cartera de inversión de crédito, nuestra cartera de inversiones mayoristas. Estamos calculando ambas con consultores externos, con el objetivo de que, una vez la tengamos, poder primero revisar nuestra política de crédito porque hemos de tomar alguna decisión. Ahí es importante un inciso, nosotros somos un banco muy focalizado en profesionales liberales, farmacéuticos, arquitectos, abogados, con lo cual, no tenemos una presencia muy relevante en industrias altamente contaminantes, algo que va a ser importante en nuestra estrategia. Cuando tengamos claro cuál es nuestra huella de carbono, vamos a establecer una estrategia clara de descarbonización en línea con la Ley 7/2021, y un marco de gobierno corporativo de esa obligación de descarbonización. Se diseñará un equipo que se dedique solo a eso, un reporte, y también un establecimiento de procedimientos en caso de que nos desviemos respecto al objetivo. Y ahí es importante ver qué sectores y qué clientes suponen mayor emisión de carbono, aunque creemos que por nuestra naturaleza puede ser inferior a otros players del mercado.
¿Cuál es el papel del Consejo de Administración en la gestión de la sostenibilidad?
Cuando decidimos el marco de gobernanza de la sostenibilidad, tuvimos siempre presentes las expectativas supervisoras del Banco de España en materia de riesgo climático y medioambiental. Lo que te dice es que tienes que tener un marco donde los consejeros tengan los conocimientos adecuados y se disponga de la información adecuada para la toma de decisiones. Que haya claridad en la asignación de las responsabilidades en los distintos estamentos, y que existan recursos y medios suficientes con conocimientos para poder acometer las cuestiones climáticas y medioambientales.
Nuestro Consejo de Administración es el último responsable de la estrategia, y de la vigilancia y supervisión de este riesgo. Pero ha delegado en la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Sostenibilidad el seguimiento y las funciones de responsabilidad en relación con la identificación, medición y seguimiento de ese riesgo, y se ha nombrado a un vicepresidente como la persona responsable de una Comisión delegada. En paralelo, se ha aprobado una política global de Sostenibilidad y se ha introducido un Comité de Sostenibilidad muy transversal del que formamos parte de la Dirección General Adjunta y los directores de muchísimos departamentos, lo que viene a indicar la transversalidad y la relevancia de este riesgo de sostenibilidad. Cumplimiento normativo, Tecnología, Medios, Asesoría jurídica, Cultura y talento, Control global del riesgo… es un comité que se reúne mensualmente y que tiene esa composición tan transversal, porque, cada vez más, esos temas de sostenibilidad afectan a todas las áreas del banco. Finalmente, también nos hemos comprometido en nuestro informe de relevancia prudencial a ir informando de los avances en la gestión de estos riesgos.
¿Cómo ve el futuro, en materia de RSC y sostenibilidad en su sector y en su compañía?
Las dimensiones sociales y de sostenibilidad, en general, van a tomar cada vez más relevancia en la estrategia de gestión de las compañías. De hecho, la irrupción de la sostenibilidad creo que es un cambio de paradigma que va a suponer una transformación en muchísimos sectores, donde cambiarán los entornos, los competidores, y las regulaciones.
En el caso de la banca, de las entidades de crédito, por nuestro peso relativo y nuestro rol como canalizador de los recursos financieros a la economía real, creo que tenemos una responsabilidad, si cabe, todavía mayor en esa transformación y en esa transición. Es nuestra responsabilidad contribuir a un mundo más sostenible y justo. Y, de hecho, yo creo que nos lo van a exigir todos nuestros stakeholders. Cuando veo los riesgos me gusta pensar en qué nos van a pedir los reguladores, nuestros clientes, nuestros accionistas, nuestros proveedores, e incluso los empleados, y todos nos van a exigir que seamos sostenibles. Si no, no podremos sobrevivir. Es decir, solo seremos un banco en la medida que seamos sostenibles. No se entendería de otra manera. Antes siempre veíamos un banco y pensábamos en la rentabilidad, la solvencia, o la liquidez. Pero creo que, poco a poco, vamos a incorporar un cuarto eje, que es la sostenibilidad. En Arquia esperamos estar a la altura de ese desafío. Hay que ir viendo la sostenibilidad, no tanto ya como una carga normativa, sino que tiene que estar muy integrada en nuestra estrategia y nuestro modelo de negocio, porque creo que es la única manera en que podamos transformar la situación.
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