Un estudio de IBM afirma que los consumidores dan prioridad a aquellas marcas sostenibles, transparentes, y alineadas con sus valores, e incluso están dispuestos a pagar más, o incluso a cambiar sus hábitos por aquellas marcas que encajan en sus prioridades.
Hace unos años mostrarse cercano al reciclaje y posicionarse como empresa verde era algo simbólico, “un lavado de cara” para las compañías, pero esto ha evolucionado. Ya no solo se trata de que las empresas reciclen en sus oficinas o apaguen las luces en la hora del planeta, este compromiso con el medioambiente debe ir más allá y debe ser uno de los pilares clave en las políticas de RSC.
Desde la Unión Europea advierten que la emergencia climática es una realidad, que está afectando gravemente a nuestro planeta y por ello, ha adoptado una serie de medidas normativas, con el objetivo de que Europa se convierta en una potencia de crecimiento sostenible basada en la economía circular.
Una de las principales iniciativas es la Directiva de Envases, que se traspone en el Real Decreto español de Envases y que afectará a las empresas fabricantes de productos fertilizantes, bioestimulantes, nutricionales, semillas y demás insumos. En concreto, esta norma obligará a las empresas a que asuman la responsabilidad de la gestión de los envases comerciales e industriales, algo que actualmente es voluntario, pero que una vez se apruebe el decreto será obligatorio en un año.
Por esta razón, la recogida y gestión previa a la obligatoriedad de los envases se trata de un punto clave en las estrategias de RSC de las empresas de envases agrarios. Aprovechando esta circunstancia, SIGFITO está llevando a cabo la campaña de concienciación ‘Ponte Verde’ con el objetivo de concienciar a las empresas fabricantes a que se adelanten a la normativa y se adhieran ya a la entidad para que sus agricultores reciclen fácilmente sus envases.
La entidad es el único sistema de recogida de envases agrarios que certifica a los fabricantes el ahorro de emisiones de CO2 a través del reciclaje de sus envases. De esta manera, la organización ha evitado la emisión de 76.000 toneladas de dióxido de carbono a lo largo de sus 20 años de funcionamiento.
Además, SIGFITO cuenta con más de 20 años de experiencia, dispone de 5.000 puntos de recogida distribuidos por toda la Península, las Baleares y Canarias. Además, da igual donde se venda el producto, ya que si tiene el logo de la compañía podrá ser reciclado en cualquiera de sus puntos.
SIGFITO también da visibilidad a las empresas que adquieren el compromiso de reciclar sus envases mediante sus canales propios de comunicación, siendo un aliado firme para las empresas fabricantes a la hora de llevar a cabo sus estrategias de Responsabilidad Ambiental y Social Corporativa en el marco de la economía circular, independientemente de su desarrollo.