¿Puede hablarnos de Fundació Sant Tomàs, para quien todavía no os conozca (a qué se dedica, cómo ha evolucionado en los últimos años)?
Fundació Sant Tomàs es una entidad que desde del año 1967 da apoyo y oportunidades a personas con discapacidad intelectual y a sus familias. Su misión es la de mejorar la calidad de vida de estas personas y de sus familias a través del servicio de atención precoz, la escuela de educación especial, dándoles oportunidades de inserción social y laboral, así como espacios de crecimiento y desarrollo personal.
El ámbito territorial de influencia es la comarca de Osona (Barcelona) y actualmente está atendiendo a más de 2.100 personas, da trabajo a más de 974 personas, 354 de las cuales son personas con discapacidad y 40 son personas en situación de vulnerabilidad.
Desde su nacimiento, la atención al colectivo al que nos dedicamos ha ido variando mucho y me atrevo a decir que para bien. Nuestra entidad nació a partir de la acción y el impulso de siete familias que se atrevieron a alzar la voz y a reclamar una escolarización para sus hijos e hijas con discapacidad intelectual.
Esta semilla ha germinado y se ha convertido en una entidad en la que no solo se escolariza, sino que se dan oportunidades laborales, inserción en empresas ordinarias, asistencia diurna y servicio residencial para aquellas personas que requieren un apoyo generalizado.
Nos gusta decir que somos una entidad de ciclo de vida ya que justo al nacer ya ofrecemos servicio de atención precoz y acompañamos en el final de etapa a través de servicios como la residencia o los pisos tutelados.
Realmente la evolución de la entidad ha sido la de la sociedad y si me permitís el atrevimiento, un poco más ya que nuestro trabajo es atender a las personas, pero también sensibilizar a la sociedad ante el reto de la no exclusión.
¿Qué iniciativas o proyectos nos podría destacar, y cuáles son sus principales beneficios y beneficiarios?
Sant Tomàs ha ido creciendo siempre con la premisa de dar apoyo a las personas vinculadas y que ellos y sus familias sean los principales beneficiarios, así como el territorio y sus necesidades.
En este sentido, desde hace 6 años la entidad cuenta con un obrador de chocolate en el que las personas atendidas en el centro ocupacional se encargan de elaborar productos de chocolate como son turrones, las monas de Pascua, (un pastel típico en Catalunya), bañados o bombones. Estos productos se pueden comprar en diferentes cadenas de supermercados, así como en nuestra tienda online y en dos puntos físicos propios de venta al público.
La entidad también elabora desde hace un año y medio patatas fritas y nos hemos convertido en la única entidad social de todo el estado español que fabrica patatas chips dando oportunidades laborales a los trabajadores con discapacidad del centro especial de trabajo.
Finalmente, también estamos muy contentos de la reciente apertura de una cafetería formativa en la que trabajan 4 personas con discapacidad y en la que también se impartirá un ciclo formativo dual para 12 personas del ámbito de la restauración adaptado para personas con discapacidad.
El compromiso social de la entidad es claro pero también trabajamos para minimizar el impacto medioambiental de nuestra entidad, y en este sentido contamos con placas solares en todos nuestros edificios y contamos con un sistema muy avanzado de ahorro de agua e eficiencia energética en el servicio de la lavandería industrial que este año 2024 nos permitirá ahorrar 80.000 litros de agua.
¿Qué importancia tiene para su entidad la comunicación con sus grupos de interés, y cómo lo trabajan?
Los grupos de interés de la Fundación Sant Tomàs son muy importantes para poder valorar nuestra atención y decidir futuras acciones o cambios a aplicar. En este sentido, hay que decir que nuestro primer grupo de interés son las personas atendidas y con cada uno de ellos, independientemente de sus capacidades, fijamos un plan individualizado de atención para conocer sus inquietudes e intereses y fijar el plan necesario para conseguirlos.
En segundo lugar, están las familias, los socios y socias de la entidad, pero también las administraciones, los centros sanitarios y educativos de referencia, las empresas privadas, los clientes y los medios de comunicación.
A grandes rasgos estos son los grupos de interés y la mayor parte de ellos están representados en nuestro Patronato. El Patronato es el principal órgano ejecutivo de la entidad y aparte con cada grupo de interés tenemos establecido un plan de comunicación y relación específico.
Disponer de su opinión, valoración y recoger sus inquietudes nos ha permitido construir una entidad equilibrada, respetuosa, sostenible y comprometida.
¿Cuál considera que es la situación actual de la RSE (si quiere, en relación a su ámbito de actuación) en nuestro país y sus principales barreras y desafíos de futuro?
Yo le pondría un “necesita mejorar”. En el ámbito de atención que desarrollamos aun nos encontramos con muchas barreras y estigmas que afectan a las personas que atendemos.
En primer lugar, y a pesar de normativas como la Ley General de Discapacidad, aún hay mucho trabajo por hacer en el ámbito empresarial, institucional y también de sensibilización. Es cierto que cada vez hay más voluntad de dar oportunidades y voz a las personas con discapacidad pero el gran desafío es poder contar con una sociedad inclusiva que no menosprecie ni infantilice al colectivo y de las oportunidades sociales y laborales que se merecen.
Para nosotros faltan aún incentivos y mucha educación para conseguir una sociedad totalmente RSE.
¿Y cuáles son los próximos retos y desafíos de vuestra organización y cómo los piensan llevar a cabo?
Justo hace muy pocas semanas acabamos de aprobar el nuevo plan estratégico de la entidad para los próximos tres años. En este sentido, se han fijado 4 ejes de trabajo principales que son nuestros principales retos.
En primer lugar, es el de continuar mejorando para situar siempre la persona y las familias en el centro del proceso de atención y apoyo de nuestra entidad.
El segundo es el de la gestión del talento y de la organización para poder ofrecer a nuestros trabajadores y trabajadoras una entidad atractiva y estimulante en la que trabajar.
Mejorar la presencia social y la complicidad con el territorio es nuestro tercer reto que nos debe permitir una mayor sensibilización y compromiso.
Finalmente, el cuarto reto es asegurar el crecimiento basado en una economía social y solidaria que es la única que nos permitirá avanzar hacia una sociedad más justa e inclusiva.
Es una hoja de ruta ambiciosa, pero sabemos que sin esto no podríamos avanzar en la dirección que queremos. Para conseguirlos contamos con todos y cada uno de nuestros trabajadores y voluntarios que sin ellos nada de esto sería posible.
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