¿De qué forma está vuestra organización apostando por las buenas prácticas sostenibles?
En ROCKWOOL trabajamos para no solo reducir el impacto que generamos con nuestra actividad en la sociedad y en el planeta, sino también en impulsar un impacto positivo a través de diferentes líneas de actuación; desde la reducción de la huella operativa de carbono y el fomento de la circularidad en nuestros productos, hasta la concienciación sobre la resiliencia al fuego en la rehabilitación de edificios y la promoción de hogares saludables.
¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución en dichas prácticas hasta la actualidad?
En ROCKWOOL nos hemos fijado objetivos específicos a partir de los cuales hemos ido marcando la evolución de nuestras buenas prácticas en materia de sostenibilidad:
- En 2021 añadimos tres nuevos países a la lista en los que ofrecemos nuestro servicio de material recuperado Rockcycle®, alcanzando un total de 17 países y aumentamos el volumen de material recuperado que se recicló en un 23 %.
- Continuamos progresando en nuestro objetivo de eficiencia energética en oficinas propias, completando la rehabilitación de cinco edificios durante 2021, y varios edificios adicionales que se completarán en 2022.
- Tomamos medidas importantes para descarbonizar varias de nuestras fábricas, cuyo impacto comenzará a surtir efecto en los próximos años.
- En 2021, tres cuartas partes de nuestras instalaciones de fabricación de lana de roca eliminaron todos los desechos de lana de roca que van a vertedero. A nivel mundial, nos hemos comprometido a reducir en un 85 % todos los residuos de producción que van a vertedero antes de 2030. En 2021, redujimos los residuos de producción que van a vertedero en un 51 % en comparación con 2015.
¿Puedes especificarnos algunas buenas prácticas y/o iniciativas concretas que estáis llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
Por un lado, en lo relativo a la reducción de la huella de carbono, ROCKWOOL es una empresa con emisiones de carbono negativas, dado que, a través de nuestros productos de aislamiento, contribuimos a un enorme ahorro energético y, por lo tanto, a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero tanto en edificios como en la industria. El hecho de que la eficiencia térmica de nuestros productos no se deteriore con el tiempo es una razón importante a tener en cuenta. Por lo tanto, aunque nuestra producción exija mucha energía, estamos ahorrando mucho más: de hecho, a lo largo del ciclo de vida estimado de nuestros productos para edificios ahorramos 100 veces más de energía de la que se consume y del carbono que se emite para fabricarlos.
Por otro lado, en cuanto al fomento de la circularidad, un atributo clave de nuestra lana de roca es que se puede reciclar completamente para convertirla en nuevos productos, de forma infinita y sin ninguna pérdida de rendimiento. Esto contribuye a cerrar el ciclo de materiales en uno de los sectores en los que se generan más residuos: la construcción.
Además, en 2021 lanzamos en España el primer servicio de recogida de residuos de lana de roca y palés que ayudará a impulsar la circularidad del sector.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu empresa en materia de gestión socialmente responsable?
Los edificios deben ser energéticamente eficientes y circulares, pero también resilientes al fuego y saludables. Después de todo, pasamos el 90 % de nuestro tiempo en edificios. Durante 2021, continuamos defendiendo la aplicación de una reglamentación de seguridad contra incendios más estricta.
Esta última década ha experimentado un aumento en el número de incendios en edificios que afectan a sistemas de fachadas exteriores que usan materiales combustibles. De ahí que en ROCKWOOL sigamos abogando por unas regulaciones de seguridad contra incendios que prohíban el uso de aislamientos y revestimientos combustibles en edificios de gran altura y alto riesgo.
En esta misma línea, el objetivo principal de nuestros productos es mejorar el bienestar de los ocupantes de los edificios. Esto se logra ofreciendo una acústica mejorada, optimizando las condiciones de iluminación e integrando un buen diseño y estética en los espacios interiores.
Como defensores activos del bienestar en los espacios interiores, somos miembros desde noviembre de 2020 del International WELL Building Institute (IWBI), una organización que promueve la creación y certificación de espacios que promuevan la salud y el bienestar de las personas. Como parte de esta colaboración, hemos lanzado webinars y artículos centrados en la acústica interior y en los materiales de construcción saludables para aumentar la concienciación sobre el bienestar y también ofrecer herramientas y métricas adecuadas a los arquitectos e ingenieros para diseñar los edificios del futuro.
¿Qué importancia tiene para vuestra empresa colaborar con la Fundación Empresa y Clima y qué beneficios creéis que os aporta en vuestra transición climática?
En línea con nuestro compromiso con las personas, el medio ambiente y el freno del cambio climático, ROCKWOOL apostó desde el primer día por la Fundación Empresa y clima, siendo su primer socio. Ello nos ha permitido acceder a una plataforma para influir de forma efectiva en la formulación de las políticas sobre cambio climático y generar conexiones al pertenecer a un amplio grupo de empresas con un interés común en la lucha contra el cambio climático e intercambiar buenas prácticas, retos, etc. a través de los diferentes encuentros que se organizan.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: La transición hacia una economía verde, promovido por la Fundación Empresa & Clima.