En mayo de 2025 se celebra la sexta edición del Mes Europeo de la Diversidad. ¿Qué importancia tiene esta cita anual para visibilizar la diversidad en el entorno laboral y cómo se ha transformado su impacto desde las primeras ediciones?
El Mes Europeo de la Diversidad es una cita fundamental para concienciar sobre la importancia de la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo y en nuestra sociedad. Esta iniciativa celebra los esfuerzos de las organizaciones, empresas e instituciones en toda la Unión Europea para contribuir a la creación de entornos igualitarios e inclusivos en beneficio de todas y todos los europeos.
El impacto es indudablemente positivo. En nuestra última encuesta dirigida a los más de 1600 firmantes de la Carta de la Diversidad en España, el 50% ha indicado que realiza acciones durante mayo en el marco de la campaña del Mes Europeo de la Diversidad. Cada año se suman más organizaciones a esta campaña, lo cual es una señal del compromiso que tenemos en España con los valores y principios europeos.
Dos de los conceptos más relevantes a la hora de seleccionar un empleo son la promoción de la salud mental y el bienestar en el trabajo. ¿Por qué considera que es crucial abordar estos aspectos dentro de las políticas de diversidad e inclusión?
En los últimos años, Europa y el mundo enfrentan crisis que han alterado la vida cotidiana y aumentado la presión sobre las personas. La inflación, la geopolítica, la digitalización, los cambios demográficos y el mercado laboral cambiante generan tanto desafíos como oportunidades, pero también incertidumbre. Antes de la pandemia, 1 de cada 6 personas en Europa tenía problemas de salud mental, y la situación ha empeorado. El 27 % de las y los trabajadores sufren estrés, depresión o ansiedad relacionada con el trabajo. Abordar estos problemas es esencial para mejorar la resiliencia y la economía.
Los factores que influyen en la salud mental se entrelazan con las desigualdades sociales, lo que aumenta el riesgo de que ciertas personas sufran problemas de salud mental. Cuando la discriminación por género, etnia, religión, discapacidad, edad u orientación sexual contribuye a deteriorar la salud mental, fomentar la inclusión en la sociedad se convierte en una herramienta clave para prevenir estos problemas. El Mes Europeo de la Diversidad 2025 se centra en promover la salud mental y el bienestar en el trabajo, destacando la importancia de un entorno inclusivo para reducir el estrés y fomentar el bienestar de toda la plantilla.
¿Cómo puede una empresa integrar de forma real y sostenible la salud mental en su cultura corporativa sin que se quede solo en acciones simbólicas?
La clave está en dejar de tratar la salud mental como un “tema adicional” y empezar a integrar esta cuestión en el centro mismo de la estrategia de bienestar y cultura organizacional. Vivimos en un modelo social extenuante donde el estrés, la ansiedad, el burnout y la depresión se multiplican. Nos hemos convertido en verdaderos protagonistas de lo que Byung-Chul Han ha denominado con gran atino «La Sociedad del Cansancio». Ya no basta con dar charlas puntuales o tener un buzón anónimo. Las empresas que lo hacen bien son las que entienden que esto requiere un enfoque sistémico y mucho más humanizado que hasta ahora.
Prevención, detección, intervención y transformación cultural son críticos. Eso incluye formación en liderazgo empático, protocolos claros ante crisis emocionales, espacios seguros para conversaciones difíciles y, sobre todo, un acompañamiento continuo para que los equipos no solo “aprendan” sobre salud mental, sino que lo puedan integrar para evitar caer en ese tipo de crisis y que si lo hacen sepan cómo actuar. Lo mismo de cara a compañeros/as y subordinados/as, tenemos que ser capaces, como personas y compañeros/as de poder detectar y acompañar adecuadamente a quien lo padece.
Integrar la salud mental de forma sostenible implica también medir lo que importa: no sólo cuántas personas asisten a una sesión, sino cómo impacta eso en su bienestar, en la retención del talento y en la productividad saludable.
En muchos entornos laborales aún persisten estigmas en torno a los problemas de salud mental. ¿Qué papel juegan las políticas de diversidad para romper esos tabúes y generar un entorno verdaderamente seguro para todas las personas?
Las políticas de diversidad y salud mental deben ir de la mano. Un entorno diverso, para ser realmente inclusivo, tiene que ser emocionalmente seguro. Eso significa reconocer que cada persona vive la salud mental desde su historia, identidad y contexto. Las políticas que integran esta mirada interseccional son las que logran romper estigmas.
Cuando una empresa promueve activamente la inclusión —no sólo en términos de género, etnia, discapacidad, edad, etc. sino también de neurodiversidad, salud emocional, traumas previos o contextos familiares— empieza a normalizar la conversación sobre lo que antes se escondía.
Y algo fundamental: el ejemplo empieza arriba. Cuando las y los líderes comparten de forma honesta y genuina sus propias vulnerabilidades o su compromiso con el bienestar emocional, se empieza a tejer una cultura donde pedir ayuda no es sinónimo de debilidad, sino de madurez individual y colectiva.
Desde la Fundación Diversidad, ¿qué tipo de herramientas o recomendaciones se están ofreciendo este año para que las empresas promuevan la salud mental dentro de sus estrategias de gestión de personas? ¿Podría compartir algún ejemplo inspirador?
En conjunto con la Plataforma Europea de las Cartas de la Diversidad y la Comisión Europea hemos elaborado una guía con ideas para celebrar el Mes Europeo en general y en particular, para promover la salud mental y el bienestar de la plantilla. Como ejemplos se incluyen: Organizar talleres de reducción del estrés, promover espacios para realizar ejercicio físico en las organizaciones, o designar defensores o embajadores de la salud mental dentro de la organización que puedan brindar apoyo entre compañeros/as y promover la concienciación sobre la salud mental.
Este año durante el evento oficial del Mes Europeo de la Diversidad que se realizará el 21 de mayo en Madrid, hemos incluido varios contenidos alrededor de la Salud Mental, como la conferencia que impartiremos Gustavo Diez, experto en Mindfulness y Salud Mental, y yo, en calidad de patrona de la fundación vinculada a este área de conocimiento, para concienciar sobre la problemática y posibles soluciones a la pandemia de salud mental que se vive actualmente en los entornos laborales de alta intensidad que, por desgracia, son la gran mayoría de las empresas de nuestro tejido empresarial.
Para aquellas organizaciones que aún no han firmado la Carta de la Diversidad, ¿qué mensaje le daría respecto al valor añadido que aporta, especialmente en contextos como el actual, donde el bienestar y el respeto a la diferencia se vuelven esenciales para la sostenibilidad empresarial?
La Unión Europea se fundamenta en los principios de solidaridad, respeto de los derechos humanos, prevención de la discriminación y compromiso con la cohesión social. Las Cartas de Diversidad de la UE son una demostración activa de la construcción de una Europa para todos y todas. Al firmar la Carta de Diversidad, las y los líderes empresariales hacen pública su declaración de compromiso para promover la igualdad, la diversidad y la inclusión en el entorno laboral. Están construyendo una red de organizaciones firmantes, una comunidad de profesionales en diversidad e inclusión, que buscan desarrollar las mejores prácticas para promover la diversidad y la inclusión en sus lugares de trabajo y así potenciar la innovación y alcanzar mayores beneficios empresariales.