¿Cuándo se constituyó la Fundación EDP y en qué ámbito focaliza su trabajo?
La Fundación EDP se constituyó en noviembre de 2013, recogiendo el testigo de la extinta Fundación Hidrocantábrico. En la actualidad, focaliza su trabajo en tres áreas de actuación: Educación e Investigación, Transición Sostenible y Cultura.
¿De qué manera ha evolucionado vuestra labor a lo largo de los últimos años respecto a vuestro desempeño actual?
Independientemente de nuestras áreas de intervención, en la Fundación EDP siempre hemos trabajado con una visión social; es decir, prestando atención a nuestro entorno para detectar nuevas necesidades y generar cambios reales en la vida de las personas. Es cierto que, a lo largo de los últimos años, hemos ido centrando nuestra labor hacia cuestiones más vinculadas a la sostenibilidad y al cuidado del medioambiente, pero sin perder de vista nuestro principal objetivo: transformar nuestro entorno para construir una sociedad más justa e inclusiva.
¿Qué sinergias generadas habéis detectado gracias a la relación con vuestra empresa matriz?
La Fundación EDP está completamente alineada con la actividad del Grupo EDP. Por lo tanto, todas nuestras acciones forman parte de una visión global que, desde ámbitos distintos, busca un mismo horizonte: promover una transición energética justa e inclusiva. Sin duda, esta perspectiva medioambiental que impulsamos en la Fundación EDP es el resultado de la estrecha relación que nos une a nuestra empresa matriz, con la que no solo compartimos objetivos, sino también una misma visión.
Esa relación se ve reflejada en muchas de las iniciativas que impulsamos, en las que involucramos a numerosos compañeros de otras áreas de negocio. Esto nos permite enriquecer las propuestas, generando nuevas sinergias y perspectivas.
¿De qué manera pueden mejorar su reputación las fundaciones españolas?
Las fundaciones —independientemente de que formen parte o no de un grupo empresarial— desempeñan una labor fundamental para nuestra sociedad. Su compromiso se traduce en avances educativos, científicos, medioambientales o culturales, entre otros. Por lo tanto, los esfuerzos tienen que estar encaminados a visibilizar todo ese trabajo, reforzando los vínculos con nuestras comunidades.
Es decir, es importante mostrar la capacidad de transformación que puede llegar a generar la actividad de cualquier organización social y, más concretamente, de las fundaciones. Si conseguimos eso, si somos capaces de trasladar la ilusión y el entusiasmo que se esconden detrás de cada iniciativa, estaremos reforzando nuestra reputación.
Por supuesto, existen otros elementos clave que no pueden faltar en este tipo de organizaciones, que tienen que ver con la integración de la población local. Es importante escuchar, dialogar y entender cuáles son las verdaderas necesidades de quienes van a participar en esos programas.
¿Cuáles son vuestros principales proyectos y planes de actuación a corto, medio y largo plazo?
Promover una transición energética justa e inclusiva, sin dejar a nadie atrás, es el eje de toda nuestra actividad. A partir de ahí y, a través de nuestras tres áreas de actuación, hemos desplegado una serie de programas y colaboraciones que nos permiten abordar este objetivo, aunque sea de manera transversal.
En ese sentido, nuestro principal programa es EDP Energía Solidaria que, con una dotación anual de un millón de euros, apoya iniciativas que promueven ese proceso de cambio hacia una sociedad descarbonizada. Lo más interesante, en este caso, es que hemos puesto en marcha una serie de acciones para formar a las entidades del Tercer Sector en todas estas cuestiones, potenciando su impacto social y ayudándolas a integrar un enfoque más innovador en sus propuestas.
Pero nuestros programas también ponen el foco en los más jóvenes: desde la plataforma Your Energy, que ofrece formación específica relacionada con las energías renovables en colegios, hasta el programa Arte Público, que reta a jóvenes estudiantes de Bellas Artes, Diseño y Arquitectura a transformar el espacio público en poblaciones rurales, a través del urbanismo sostenible.
En materia de eficiencia energética y las energías renovables, desarrollamos dos programas —Inclusión Energética y Solar Solidario— que, desde perspectivas distintas, abordan una misma finalidad: proteger y apoyar a los colectivos más vulnerables, a través del consumo energético eficiente y respetuoso con el medioambiente.
Por tanto, siempre enfocados en nuestro objetivo, seguiremos trabajando para construir una sociedad más sostenible, justa, inclusiva e igualitaria.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Fundaciones Corporativas