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¿Nos puede ampliar información acerca de la adhesión de Grant Thornton al Pacto Mundial de las Naciones Unidas?
La adhesión de Grant Thornton al Pacto Mundial de Naciones Unidas supone un hito en nuestra hoja de ruta en sostenibilidad. No se trata solo de una declaración de principios, sino de una integración real y práctica de los diez principios del Pacto —en derechos humanos, estándares laborales, medioambiente y lucha contra la corrupción— en el núcleo de nuestra actividad.
Destacaría especialmente cómo este paso refuerza nuestra voluntad de ser un agente de cambio, tanto interna como externamente. En lo interno, promovemos entornos de trabajo inclusivos y responsables, reforzando la igualdad de oportunidades y la diversidad. En lo externo, nos posicionamos como asesores de referencia para ayudar a nuestros clientes a medir, reportar y mejorar su desempeño ESG, en línea con las mejores prácticas internacionales. Esta adhesión también afianza nuestra implicación con la transparencia y la integridad empresarial, principios esenciales en el contexto económico y regulatorio actual.
¿Cómo se enmarca esta adhesión en la estrategia de Grant Thornton?
La adhesión al Pacto Mundial es un paso natural dentro de nuestra estrategia corporativa, centrada en construir una Firma responsable, comprometida y con impacto positivo. Esta iniciativa nos permite consolidar nuestro propósito de integrar la sostenibilidad en todas las áreas, tanto como gestión interna como palanca de valor para nuestros clientes.
Nuestra estrategia ya está alineada con distintos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y ahora damos un paso más al incorporar estructuralmente los principios del Pacto Mundial en nuestra cultura, operaciones y relaciones. Esto fortalece nuestra visión a largo plazo: contribuir a un modelo empresarial más ético, equitativo y sostenible, capaz de responder a los desafíos actuales y futuros.
En esta línea, ¿qué iniciativas ESG de Grant Thornton nos podría destacar?
Grant Thornton ofrece servicios de consultoría ESG para ayudar a las empresas a navegar el entorno regulatorio cambiante. Diseñamos e implementamos estrategias ESG, ayudando a integrar estos criterios en la cultura corporativa, establecer objetivos medibles y crear planes de acción efectivos.
También destacamos nuestras auditorías de sostenibilidad, que garantizan la transparencia y precisión en los informes, cumpliendo con estándares internacionales (GRI, ESRS, SASB) y con normativas como la Ley 11/2018 – EINF o la Directiva Europea CSRD.
¿Cuál considera que es la situación actual de la RSE/ESG/Sostenibilidad en nuestro país y sus principales barreras y desafíos de futuro?
La situación actual en España se caracteriza por una acelerada transformación impulsada por regulaciones europeas más estrictas, una mayor presión social y la necesidad de adaptación a un mercado que exige transparencia y responsabilidad empresarial. Las empresas españolas, especialmente las grandes y cotizadas, han avanzado notablemente en la integración de criterios ESG en sus operaciones, motivadas por normativas como la Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que exigen reportes verificados y detallados sobre sostenibilidad. Sin embargo, el desarrollo no es homogéneo: mientras grandes empresas lideran la adopción de políticas y sistemas de gestión ESG, las pymes presentan un atraso considerable, lo que representa un área crítica de mejora. Además, la sostenibilidad se percibe cada vez menos como una obligación y más como una oportunidad para ganar competitividad, acceder a capital sostenible e innovar en productos y procesos.
La complejidad y presión regulatoria representa una de las principales barreras. La cascada de nuevas normativas, como la CSRD o la taxonomía de finanzas sostenibles, ha elevado la exigencia de reporte y transparencia, generando complejidad en los sistemas de información y riesgos de cumplimiento, especialmente para empresas medianas y pequeñas. Con la Directiva Ómnibus se prevé una etapa de “desinflación regulatoria” para armonizar y simplificar las exigencias, pero la adaptación sigue siendo un reto inmediato. Otro reto importante es la brecha en la adopción entre grandes empresas y pymes. Mientras las grandes compañías avanzan en la integración ESG, las pymes carecen de recursos y conocimiento para implementar políticas avanzadas, lo que limita el alcance real de la sostenibilidad en el tejido empresarial español. También se identifica como barrera la escasez de talento verde y formación, ya que el crecimiento de empleos vinculados a la sostenibilidad es muy superior a la oferta de profesionales capacitados, generando una brecha de talento que podría incrementarse en los próximos años.
Persisten además desafíos estructurales como la transición energética y la economía circular. Continúa habiendo dependencia de combustibles fósiles, problemas en la gestión de residuos y la necesidad de acelerar la transición hacia energías renovables y modelos de economía circular, especialmente en sectores intensivos en energía y recursos. La integración de la cadena de valor también supone un reto, ya que las nuevas exigencias regulatorias requieren que las empresas aseguren el cumplimiento ESG en toda su cadena, lo que implica coordinar y capacitar a proveedores y socios, especialmente en sectores globalizados. Por último, destaca la lucha contra el greenwashing y la exigencia de transparencia. La presión para evitar el greenwashing obliga a las empresas a respaldar sus afirmaciones con datos verificables, lo que demanda sistemas de medición y reporte más robustos y auditorías externas. En paralelo, el cambio climático y los eventos extremos exigen estrategias de adaptación y resiliencia más ambiciosas, tanto a nivel de infraestructuras como de procesos productivos, en línea con los compromisos internacionales.
¿Cuáles son los próximos retos y desafíos de Grant Thornton en esta materia y cómo los piensan llevar a cabo?
Grant Thornton enfrenta en materia de ESG y sostenibilidad una serie de retos clave derivados de la creciente presión regulatoria, la necesidad de transformación interna y el acompañamiento a sus clientes en un entorno cada vez más exigente y competitivo. Sus próximos desafíos y la forma en que planean abordarlos se pueden sintetizar en varios ámbitos.
Uno de los principales es el cumplimiento normativo y la adaptación a la nueva regulación. La entrada en vigor de normativas como la CSRD y la creciente exigencia en el reporting ESG obligan a Grant Thornton a reforzar su capacidad de asesoramiento y verificación, tanto para sí mismos como para sus clientes, especialmente en el segmento de empresas medianas, donde la adaptación es más compleja y costosa.
Otro reto es la integración de la sostenibilidad en la estrategia empresarial. Grant Thornton busca situar la sostenibilidad en el centro de su estrategia y la de sus clientes, pasando de proyectos aislados a una integración transversal en todas las áreas de decisión, operaciones y cultura corporativa.
En relación con la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones, tras su adhesión al Pacto Mundial de Naciones Unidas, la firma se compromete a lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050, estableciendo objetivos intermedios y alineando su actividad con los ODS.
En cuanto a la transparencia, ética y reputación, el refuerzo de estos aspectos constituye un pilar estratégico, tanto para diferenciarse en el mercado como para responder a las expectativas de inversores, reguladores y sociedad.
Uno de los focos fundamentales será el acompañamiento a las empresas medianas. Grant Thornton identifica como reto ayudar al middle market, que representa una parte esencial de la economía, a superar barreras de recursos y conocimiento para cumplir con las exigencias ESG, acceder a financiación y mantener su competitividad internacional.
En paralelo, la sofisticación de los servicios ESG requiere inversión en formación, captación de talento especializado y desarrollo de nuevas capacidades técnicas, especialmente en reporting y verificación ESG.
Como acciones para superar estos desafíos, la firma impulsa alianzas internacionales y liderazgo global, refuerza sus servicios integrados y personalizados combinando consultoría, fiscalidad, verificación y formación, y promueve una hoja de ruta estructurada que incluye la definición de objetivos, medición de impactos, presentación de informes e implementación de políticas de sostenibilidad.
Además, se está invirtiendo en innovación y digitalización para facilitar la recopilación y análisis de datos ESG, tanto propios como de la cadena de suministro, y Grant Thornton aplica internamente los mismos compromisos que promueve, buscando ser un referente en integración ESG y en la reducción de su propia huella ambiental y social.
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