Propone orientar el discurso económico por la vía del bien común, ¿cómo podemos conseguirlo, cómo se logra?
El bien común es un concepto muy equivocado, porque, en general, se confunde con el bien colectivo. No es verdad. El bien común es el bien de cada uno: mi bien no puede ser contrario al tuyo. Ese es el punto.
En la práctica significa que tenemos que organizar el económico, el funcionamiento de los mercados, de una manera que la competencia no sea posicional, sino de cooperación. La diferencia es que, en la competencia posicional, yo tengo que destruirte a ti, ponerte fuera del mercado, porque de esta manera yo estoy sólo, en monopolio.
En la competencia cooperativa, yo voy a buscar vencer, pero no quiero destruirte, porque tu mañana puedes ser productivo todavía. El bien común prefiere la competencia cooperativa. Hoy en día las empresas más inteligentes lo saben, porque la competencia no es nunca más individual, sino de grupo.
Decía que la crisis es la principal prueba de que el modelo neoliberal de mercado ha fracasado.
Todo el mundo lo sabe. Esta crisis no fue producida por un hecho natural como el tsunami o un desastre, sino que nació en el interior del sistema financiero, lo que significa que el modelo neoliberal ha fracasado y no fue capaz de anticipar lo que pasó.
¿Cree que la Responsabilidad Social Corporativa es una buena forma para favorecer una economía más humana o para ir hacia la economía civil?
La idea de Responsabilidad Social Empresarial nació en los EE.UU. Este es un punto que muchas personas no comprenden, en España en particular: no nació en un país del “cuarto mundo”, sino en el centro del capitalismo. ¿Por qué los capitalistas más grandes y más importantes del mundo empezaron hace 35 ó 40 años a hablar de RSE? Porque entendieron que no hay alternativa.
¿Por qué no se hablaba antes? El mercado existe desde hace mucho tiempo. Porque habían comprendido que si las empresas no se responsabilizan y cada una va a buscar de maximizar el lucro sin considerar los efectos colaterales, el fracaso está claro.
Parece claro que la economía civil es la única vía que nos queda.
No, la economía civil es una perspectiva, no una indicación. Primero tenemos que favorecer la competencia cooperativa o de grupo; segundo, tenemos que aplicar el principio de reciprocidad, porque no es suficiente el principio de intercambio puro; y tercero, las instituciones económicas tienen que incluir virtualmente a todo el mundo, no excluirles.
¿Cómo podemos convencer a la esfera política de que trabaje en pro del desarrollo humano integral?, ¿cómo les convencemos?
Los políticos qué hacen: van a buscar votos. Desde el punto de vista de la política, hacer una cosa o la otra es lo mismo, con la condición de obtener votos. Entonces, la falta es de la sociedad civil, consumidores y empresas, que no dicen a los políticos de modificar esto. Si mañana empresarios, consumidores, asociaciones, etcétera, hacen un acuerdo y dicen a los políticos “si no vais a modificar la situación nosotros no os votamos” ellos tendrán miedo.