¿Cómo definiría la situación actual de los emprendedores en España?
Se empieza a escuchar si existe o no una burbuja de startups por las altas valoraciones que se están alcanzado, pero creo que todavía sigue faltando una verdadera cultura del emprendimiento entre los jóvenes en España. Emprendedor no es el que monta un negocio pensando en dar el pelotazo sino el que tiene una idea, la persigue y buscar desarrollarla a largo plazo. Y no basta solo con tener una idea brillante.
¿Qué medidas consideras que deberían llevar a cabo las administraciones públicas para impulsar la emprendeduría en España?
No hay recetas mágicas, pero basta con al menos allanar el camino y eliminar trabas burocráticas. Medidas como la de segunda oportunidad son también importantes, aunque siempre mejorables, porque ayudarán a que quien fracase de manera honrada pueda levantarse y continuar.
¿Crees que la crisis ha impulsado la emprendeduría por la necesidad del momento?
Las crisis, todas, son un revulsivo de la creatividad. Y si no basta con mirar al tercer mundo. Allí se es emprendedor a la fuerza, las circunstancias mandan.
¿Qué consejos le daría a un emprendedor español que quiera empezar su negocio?
Que sea tenaz, persistente, que no pierda la pasión por lo que hace y que tenga la flexibilidad suficiente para saber ir corrigiendo la idea inicial para que ésta termine de funcionar. Y todo con la mirada siempre a largo plazo, para no perder nunca el foco.
Como fundador de destinia.com, una agencia de viajes con más de diez años de experiencia, ¿cuáles son las claves para que el turismo sea verdaderamente responsable y sostenible?
El turismo debe ser respetuoso con el entorno local, no un depredador de territorio y recursos. Es un importante motor generador de empleo y de riqueza y debe, como en cualquier negocio, mirar a largo plazo. A veces no se trata de importar modelos foráneos sino de extraer lo mejor del territorio donde se quiere implantar.
¿Se ha producido un avance significativo del mismo?
Creo que existe una mayor concienciación de que las cosas en el turismo, como en otras actividades, no se pueden hacer como antes. Los cambios no son siempre fáciles ni rápidos.
¿Cómo valoras la Responsabilidad Social?
Llevamos mucho tiempo hablando de esto. Las empresas debemos entender que somos un agente más que actuamos en un entorno y que tenemos una responsabilidad por ello. Puede que todavía algunos piensen que es una moda pero está aquí para quedarse.
¿Qué lecciones crees que deberíamos haber aprendido de la crisis?
Que los excesos se pagan y que la cultura del pelotazo y del todo vale tiene consecuencias. Llegamos a pensar que el crecimiento era ilimitado y el dinero también, pero no es verdad. El éxito y las cosas cuestan más de lo que algunos pensaban. Hay que trabajar duro.
Ante situaciones como los refugiados de Siria y otros conflictos internacionales, ¿qué puede hacer el turismo responsable?
Hablamos de situaciones muy graves que exigen la actuación de la comunidad internacional. Cuando pienso en lo que sucede en Siria no pienso en clave de turismo, sino de derechos humanos. Dicho esto, siempre he defendido que el turismo derriba fronteras mentales y ayuda al acercamiento entre los pueblos.