Es una de las 500 personas más influyentes en materia de RSE, sostenibilidad, inversión socialmente responsable, buen gobierno y reputación corporativa en la región; actualmente, es director de solariScope, consultora que en ocho años viene brindando apoyo a organizaciones para enriquecer comunidades y que estas sean enriquecidas como resultado de lo que hacen y; donde la sustentabilidad sea el punto diferencial estratégico sostenible. Es autor de dos libros “Lazos comunicantes” y “Ayuda sustentable”.
En entrevista con Corresponsables, Fernando Solari afirma que Argentina tiene empresarios muy pujantes que tratan de destacarse y que están notando que el generar diferenciales tangibles se agota y es el momento de pasar a los intangibles donde la sustentabilidad bien aplicada permite lograr que la comunidades de la cual forman parte y sus stakeholders, los prefieran, mientras que el marketing solo les permite ser elegidos. Solari ha escrito dos libros donde presenta dos metodologías y que hoy comparte en los cuales transmite el paso a paso para enriquecer a la comunidad y enriquecer a las organizaciones que las aplican.
El aporte
“Lazos comunicantes” y “Ayuda sustentable”, son dos obras que apuntan a la esencia de la sustentabilidad. El primero, contiene lo necesario para cambiar hábitos, creencias y actitudes en la comunidad que habitualmente se intenta desde lo que se denomina como el bien público, así lo da a entender su autor, Fernando Solari quien además sostiene que las empresas tratan de cambiar estas costumbres para mejorar una comunidad, evitar conflictos y generar vínculo con diferentes acciones convergentes.
“Lo que conviene hacer es poner la salida o solución en primer plano enmarcada por el problema para que se entienda cuál es su resolución, y haya estímulos de valor para aplicarla. Hay una mala costumbre de poner valor en lo negativo cuando hay que poner en valor todo lo contrario que es darle la salida o la solución a los problemas; parece muy sencillo, pero cuando lo aplicas a favor de la comunidad, de empresas u organizaciones, cambia radicalmente”.
Respecto al segundo libro, expone el tema de la ayuda, que se aplica principalmente aportando dinero y el voluntariado, donde se hace un énfasis especial en las personas que ofrecen su tiempo y energía; sin embargo, señala que si uno ve los resultados lo que más ha crecido es la pobreza.
“Cuando ingresamos a la pandemia, el 50% de la población global era pobre, evidentemente hay algo de la ayuda que no funciona; entonces, trabajé fuertemente en esto y lo que descubrí es algo muy simple, el pobre nunca va a salir de pobre porque se le brinde dinero, tiempo o hagan lo que él no puede hacer, eso no resuelve la necesidad de ayuda, lo que sí la resuelve es transmitirle valor capacitante. La diferencia entre un pobre y un rico está en que el rico tiene la capacidad de generar riqueza que el pobre no tiene y, para resolver esta situación indigna, le tengo que transmitir los talentos necesarios”.
Así mismo, menciona que con medio planeta pobre, no hay tiempo alguno para educar, por lo tanto, debemos ser más simples para desarrollar actividades que incidan con rapidez, por lo tanto, si se transmite valor capacitante se debe asegurar que lo transmitido sea sostenible en el tiempo y eso se logra rompiendo barreras limitantes, muchas de las cuales se encuentran en el entorno.
El “talentariado”: los talentos cambian la realidad
Abrieron un departamento donde la importancia de evolucionar en el tema del voluntariado es una pieza clave para la transformación de las personas. Hoy, esta oficina se llama “talentariado”, debido a su capacidad de llevar capacidades para el desarrollo del talento hacia las personas.
“Lo llamamos talentariado porque creemos que es la evolución natural del voluntariado. Con el voluntariado vos le brindás algo que necesita, aquello que no puede lograr por sí mismo, y cuando esa ayuda se interrumpe, esa persona no lo podrá volver a lograr; por ello, el voluntariado tiene algunos límites y condiciones que necesitan evolucionar y creo que este es su proceso natural, sin dudas los talentos transmitidos cambian la realidad”.
Impactos
En los años que ha venido trabajando en la aplicación de su propia metodología, Solari se ha permitido una inversión en investigación y desarrollo de herramientas que permiten lograr sus propias metas y las de sus clientes, principalmente. Esto le ha retribuido consideraciones de agradecimiento y admiración, tomando en cuenta que es una de las 500 personas más influyentes en responsabilidad y sustentabilidad en la región.
Cuestión de propósito
La obra de Solari se direcciona hacia los valores y a la transformación de personas como agentes de cambio y ve como un aporte importante sus particulares metodologías.
“En primer lugar, es una cuestión de propósito y en este mercado, el propósito debe ser abarcador y; en segundo lugar, llama la atención que haya registros de voluntarios a tiempo completo equivalentes a la misma cantidad de las poblaciones de Francia e Italia, juntas, para revertir la pobreza. Cuando notamos que el resultado es que la mitad de la población del planeta es pobre queda claro que hay algo que merece ser cambiado”.
Esta afirmación llevó a Solari a observar que algo no andaba bien, que existe una especie de competencia de quién dona más cantidad de dinero en los programas de ayuda y que esa apuesta sube cada vez más y los logros siguen siendo pocos.
“Miremos la cantidad de dinero y voluntariado que recibió Haití, armaron una nueva isla y lo cuentan como si la hubieran transformado en un nuevo Disney; sin embargo, si vemos los diarios lo que nos dice es que ese país es un caos imposible de sostener; entonces, el dinero y el voluntariado no sirve tanto. Una cosa es la asistencia y otra el asistencialismo, los resultados de esta última son prolongar la agonía”.
Sostiene que este asistencialismo, en el que equivocadamente recurren algunas organizaciones que buscan plasmar sus acciones de responsabilidad social y empresarial, se olvida de que la contribución debe estar direccionado a cambiar la vida de estas personas sin que dependan de nadie y así mismo, dotarlos de talentos para que puedan progresar de la forma que quieran sin condición ni dependencia alguna.
“Hoy, el mundo tiene serios problemas de pobreza que son vergonzantes en pleno siglo XXI, un siglo que, hasta ahora, mantiene la inercia del siglo anterior. Tenemos que actuar como proponen los 17 ODS y la agenda 2030, hay que llegar rápido, porque estamos llevando a cabo acciones erradas y eso es dañino para todos. Recordemos que el motor de todo ello, en particular para las empresas, es la conveniencia, porque ellas, requieren de la rentabilidad para ser empresa; al mismo tiempo que empresas -y empresarios- ricos en un mundo pobre no pueden abstraerse de su entorno, sin contar con los conflictos reales o latentes que esto genera”.
Los retos y sus desafíos
Para Fernando Solari, siempre hay posibilidades de crecer. Particularmente, forma parte de una red iberoamericana, Empresability, que le permite traspasar barreras y llegar a diferentes países para seguir creciendo.
“El desafío es poder actuar con políticos para abandonar el asistencialismo y dejar de hacer de la ayuda una perversión insostenible. Nosotros tenemos pobres que reciben dinero todos los meses y que de ninguna manera dejan de ser pobres, ellos son cada día más dependientes y esto daña a todos, entender esto es clave”.
Actualmente, Argentina tiene un 60% de pobres, según Solari. Insiste que los actores políticos tienen que conocer los avances y desarrollar propios que enriquezcan a la comunidad -lo que solo puede ocurrir cuando se trata de valores, entre los cuales está el dinero aunque este no sea el principal ni el más importante-. Las metodologías que presenta en sus libros están bajo licencia Creative Commons por lo que pueden ser aplicadas a favor de la comunidad con libertad y, ojalá ocurra, ser mejoradas para que el progreso sea tan abarcador como sostenible.
“La pata más débil que tenemos hoy, de manera global, es la política y sus sesgos ideológicos que no les permiten aplicar estrategias probadas en el mundo, o simplemente prometedoras, solo por fidelidad a principios intelectuales que hablan de un pasado que es tiempo de dejar atrás, esto es absurdo. Hay otra manera de hacer las cosas que son beneficiosas para su comunidad y para ellos mismos”.
La ayuda es el vínculo entre empresas y comunidad, por encima de su misión, que funciona como diferencial competitivo. Si el Marketing permite a las empresas -y a sus marcas- ser elegidas, la sustentabilidad les permite ser preferidas por la riqueza que genera para todos los actores de la comunidad. Este es un diferencial competitivo ilimitado, finaliza.
Escucha la entrevista completa a Fernando Solari aquí