A mediados de enero, Intermón Oxfam celebró su ‘Semana de la Transparencia’ para dar a conocer los datos del último ejercicio y ofrecer información de las actividades realizadas. ¿Creen que este tipo de prácticas debería extenderse a todas las organizaciones?
En Intermón Oxfam estamos convencidos de que rendir cuentas es un deber fundamental para una organización como la nuestra. Nos sentimos comprometidos a explicar a nuestros colaboradores y a la sociedad en general nuestro trabajo, cómo gestionamos los fondos que recibimos, qué resultados estamos consiguiendo y los retos que tenemos por delante.
La “Semana de la Transparencia” que celebramos cada año se suma a otras iniciativas en este sentido, como la publicación de nuestra memoria anual, la auditoría externa de nuestras cuentas o el cumplimiento de los principios de transparencia y buenas prácticas de la Fundación Lealtad, entre otros.
Para una ONG internacional como es la suya, ¿qué papel tienen las empresas a la hora de promover la acción social?
El sector empresarial desempeña un papel crucial en el desarrollo, es vital para generar crecimiento y riqueza y puede contribuir positivamente en la lucha contra la pobreza, siempre que gestione su actividad de manera responsable con la sociedad y con el entorno.
La acción social es una de las formas a través de las que las empresas canalizan su apoyo a causas sociales, aportando recursos para contribuir a generar cambios. La contribución de las empresas este tipo de objetivos puede tener un gran alcance, ya que las compañías pueden implicar también a sus grupos de interés: empleados, clientes, accionistas, proveedores… incrementando así tanto la envergadura de la colaboración como el nivel de compromiso social tanto de personas como de organizaciones.
¿Cree que la Responsabilidad Social Empresarial sigue siendo una asignatura pendiente en España? ¿Y en el resto del mundo?
En los últimos años hemos vivido un impresionante incremento de la presencia de la RSE en el debate público y en los criterios de gestión de muchas compañías. Cada vez más empresas evolucionan hacia una forma de gestión empresarial donde se integran preocupaciones sociales, laborales, medio ambientales y de respeto de los derechos humanos. Este es, sin duda, un avance muy positivo y orientado hacia una mayor concienciación social, tanto de las empresas como de sus grupos de interés, en la línea de progreso hacia un modelo de sociedad y de ciudadanía más responsable y comprometida.
A pesar de ello, queda todavía mucho camino por recorrer. Hay temas todavía pendientes de debate, como el dilema entre regulación y voluntariedad de la RSE, el establecimiento de indicadores o la incorporación real del modelo de gestión a todos los ámbitos de la actividad empresarial. Estamos en un camino en el que vamos avanzando y esto es sin duda positivo.
En este sentido, ¿de qué manera colabora Intermón Oxfam con las empresas?
En Intermón Oxfam tenemos múltiples vías de colaboración, tanto para grandes empresas como para pymes. Desde la contribución a un proyecto concreto, el apoyo y difusión en caso de emergencias, la compra de productos de Comercio Justo para regalos de empresa, las propuestas para empleados, el patrocinio de actividades… entre otras posibilidades que desarrollamos de forma conjunta. En nuestra relación con las empresas buscamos establecer alianzas de colaboración a medio-largo plazo, construyendo relaciones basadas en la confianza mutua, la transparencia, la profesionalidad y el compromiso.
Recientemente, Intermón y Save the Children han denunciado la respuesta tardía por parte la comunidad internacional para ayudar a paliar la hambruna en el Cuerno de África. Se estima que si se hubiera actuado a tiempo, podrían haberse salvado más de 50.000 personas. ¿Cómo se explica algo así?
En el informe “Un retraso peligroso” (disponible en www.IntermonOxfam.org) denunciamos que lamentablemente la falta de una acción decisiva por parte de la comunidad internacional en el momento en que los sistemas de alerta temprana indicaron la gravedad de la situación en la zona, ha dejado un desolador balance de miles de muertes innecesarias. Probablemente el miedo a equivocarse está detrás de un retraso de más de seis meses en la puesta en marcha de una respuesta a gran escala.
Pero creemos que no puede continuar esta situación, en la que el mundo no reacciona hasta que aparecen imágenes de niños gravemente desnutridos en los medios de comunicación. Los fondos para las emergencias alimentarias se deben activar tan pronto como las señales de crisis sean claras, en lugar del actual sistema, que espera a aportar ayuda de emergencia sólo cuando los niveles de hambre han alcanzado un punto de inflexión.
Ahora mismo nos encontramos en una encrucijada parecida y a tiempo de evitar otro desastre en África del Oeste, en la región conocida como el Sahel, donde las primeras alarmas alertan de una crisis alimentaria en ciernes que amenaza a millones de personas. Desde Intermón Oxfam, además de otras agencias humanitarias, estamos ya trabajando para evitar que se produzca una situación de extrema gravedad, como la que se ha vivido recientemente en el Cuerno de Africa, pero es preciso que la comunidad internacional actúe con decisión.
A pesar de la situación económica que estamos viviendo en España y Europa, parece que la gente continúa con su predisposición a ayudar a los demás. ¿Es posible que la crisis nos haga a todos un poco más conscientes de la situación en la que se encuentran millones de personas? Es decir, ¿podría decirse que la crisis hace aflorar el ‘lado humano’ de la sociedad?
Tal vez la crisis nos haga más sensibles a la vulnerabilidad. Respondemos a situaciones graves y que tienen impacto en los medios de comunicación, aunque hay crisis crónicas que tienen su origen en desequilibrios que perpetúan la pobreza.
Desde Intermón Oxfam trabajamos a favor de un modelo de ciudadanía responsable, comprometida en la construcción de un mundo más justo, en el que todas las personas puedan siempre ejercer sus derechos, a tener alimentos y medios de vida, servicios sociales básicos como educación o salud, no discriminación, etc. Afortunadamente hay cada vez más personas involucradas en este objetivo.
¿Qué mensaje daría a la sociedad para que siga ayudando a los más necesitados?
La crisis golpea con más dureza a los que tienen menos, a los más vulnerables. Solo con la contribución y el compromiso de todos podremos construir una sociedad más equitativa en la que todas las personas puedan tener una vida digna. Continuamos avanzando en este camino, en el que hay continuar apoyando a los que más lo necesitan para que puedan salir adelante. Y con este objetivo, cualquier ayuda cuenta.