¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad? ¿De qué modo tu compañía apuesta por las buenas prácticas socialmente responsables? ¿Y alguna buena práctica en concreto con los objetivos que persigue que te gustaría destacar en esta entrevista?
La fábrica Solvay en Torrelavega pertenece al Grupo Solvay, fundado en 1863 en Bélgica por Ernest y Alfred Solvay. Está presente en Cantabria desde 1904 y actualmente es la sede social del Grupo Solvay en España.
Actualmente dispone de una capacidad de producción de más de un millón de toneladas de diversos productos de química básica, fundamentalmente carbonato y bicarbonato sódicos.
Suministramos a clientes que operan en sectores estratégicos y que usan nuestros productos como materia prima para producir vidrio, alimentos, piensos, filtros para la depuración de humos y material hospitalario, como cartuchos para hemodiálisis, entre otros.
Desde sus orígenes, el Grupo Solvay ha sido conocido y reconocido como una empresa pionera en sostenibilidad, lo que actualmente se plasma en nuestro Programa Solvay ONE Planet, que está inspirado en las ambiciones y requisitos de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) impulsados por la ONU para el año 2030.
Solvay en España es socio promotor de Forética, la asociación de empresas y profesionales para el desarrollo sostenible y representante en nuestro país del WBCSD (World Business Council for Sustainable Development), organización de la cual nuestra CEO, la Sra. Ilham Kadri, es presidenta.
Un ejemplo concreto de cómo Solvay pone en práctica estos valores en favor de la sostenibilidad es el “Proyecto de restauración ecológica de la Cantera de Solvay en Cuchía (Miengo – Cantabria)” que ha obtenido el prestigioso premio CEFIC en la categoría “Preservación de ecosistemas” en el año 2021.
¿Qué importancia tiene para vuestra organización formar parte de FEIQUE a la hora de mejorar vuestra RSC?
Destaca la excelente labor que FEIQUE hace compartiendo buenas prácticas en materia de RSC y desarrollo sostenible, visibilizando la importancia del sector químico y su contribución en favor de una mejor calidad de vida de la Sociedad. Nuestro sector no sólo genera un empleo de alta calidad, sino que igualmente asegura un tejido con el que se sustenta una parte importante del resto de los sectores de la actividad económica.
A través de FEIQUE, Solvay Torrelavega está adherida a Responsible Care, programa que nos ayuda a la mejora continua en materia de responsabilidad y sostenibilidad.
¿Qué sinergias esperáis generar a nivel ambiental las acciones conjuntas que estáis emprendiendo en vuestro sector?
Es imprescindible un firme y consistente apoyo a la industria en España, en general, y a la industria química, en particular. Nuestro sector industrial es el mayor inversor en Innovación y Desarrollo en nuestro país, que es clave para la mejora ambiental. Tenemos la firme convicción de que somos una parte importante de la solución a los retos a los que se enfrenta el planeta. Las acciones conjuntas en el sector en enmarcan plenamente en la colaboración y cooperación que predica el ODS 17 de la ONU.
¿Cuál creéis que es la situación actual del impacto ambiental de vuestra actividad en España?
Nuestra actividad como cualquier actividad humana genera un impacto ambiental. Aunque desarrollamos nuestra actividad utilizando las mejores tecnologías disponibles, seguimos trabajando en la mejora continua de nuestros procesos. Sin olvidar que nuestros productos a su vez, ayudan a mejorar su impacto ambiental a otras muchas empresas que operan en todo el mundo.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos/oportunidades de tu organización en materia de sostenibilidad?
Tenemos por delante dos grandes retos que marcarán el futuro sostenible de nuestra fábrica.
El primero de ellos es llevar a cabo una transición energética integral que nos posibilitará ser neutros en carbono para antes de 2050. Todo ello en línea con los objetivos del Grupo Solvay y de los compromisos medioambientales de España y Europa.
Actualmente estamos trabajando en el proyecto para la instalación de una nueva caldera de combustible sólido recuperado (CDR), proyecto que está en plena sintonía con la economía circular y que evitará la emisión de una importante cantidad de metano que actualmente se genera en los vertederos. Con este proyecto y otros dentro del plan de transición energética, que en su conjunto suponen más de 200 millones de euros de inversión vamos a reducir en 300.000 t/año nuestras emisiones de CO2, en esta misma década.
El segundo de ellos es el desarrollo de productos innovadores para la mejora de la calidad de vida humana y animal, así como para la mejora ambiental. Una solución, basada en el bicarbonato sódico, utilizada para la depuración de los humos de las calderas de los buques mercantes permitirá una importante mejora en la calidad de las emisiones en todo el sector del transporte naval.
Nos mueve el pensar que vivimos en un planeta único y hay que cuidarlo.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: La sostenibilidad en el sector químico español.