¿Puede hablarnos de Sonrisas de Bombay, de cómo ha evolucionado estos años hasta la actualidad y cuáles son actualmente sus principales áreas estratégicas?
Sonrisas de Bombay surge en el año 2005, tras un viaje que nuestro fundador, Jaume Sanllorente, hace a la India, y donde descubre un orfanato a punto de cerrar por falta de fondos. A su regreso a Barcelona, se dedica a contar la historia que ha vivido, a movilizar todos los recursos posibles entre su gente de confianza para evitar el cierre, consiguiendo que mucha gente se haga consciente de las realidades que no tan lejos de aquí niños y niñas, mujeres y personas en riesgo de exclusión, tenían que enfrentar en su día a día. Jaume conforma en poco tiempo una organización (Fundación Sonrisas de Bombay, en Barcelona, y Mumbai Smiles Foundation, en Bombay) que ha llevado su ayuda a más de 8.000 personas durante estos años, personas que residen en los barrios de chabolas (conocidos como slums) de la gran ciudad de Bombay, y que viven bajo las condiciones de mayor precariedad que podamos imaginar.
La organización cuenta con unos 80 empleados entre las sedes de Barcelona y Bombay, y actualmente recibe el apoyo de casi 3.000 personas socias en toda España.
También trabaja muy de cerca con el sector privado empresarial, que considera un motor imprescindible de riqueza y desarrollo, con el que tranformar las realidades que más lo necesitan. Además, sobre todo en India ponemos mucho foco en el trabajo de incidencia política con las instituciones públicas para alertar sobre la necesidad de enfocar el desarrollo y cambio social desde politicas y regulaciones.
El trabajo de sensibilización en España para llamar la atención sobre problemáticas que ocurren en la India es también una parte importante de su misión social, por eso, por ejemplo, lanza recientemente campañas como la iniciativa “GIRL“, para hacer un llamamiento hacia la situación de la niña y la mujer en la India.
¿Qué iniciativas o proyectos nos podría compartir de Sonrisas de Bombay, y cuáles son sus principales beneficios y beneficiarios?
Los proyectos que Sonrisas de Bombay ha trabajado desde sus inicios se enmarcan en las temáticas de Salud, Educación y Desarrollo socioeconómico con mujeres. Desde hace ya varios años, además, se ha incorporado el apoyo a víctimas de tráfico humano como eje transversal a todas estas temáticas.
En la parte educativa, tratamos de cubrir las distintas etapas formativas de los niños, poniendo especial foco en las edades que no quedan cubiertas por la Educación pública y gratuita que establece el gobierno indio (que cubre solo desde los 6 hasta los 14 años). Por eso, ponemos en marcha parvularios para dar cabida a unos 700 niños/as cada año menores de 6 años en distintas zonas de chabolas de la ciudad de Bombay, que además generan más de 50 puestos de trabajo para mujeres como profesoras y auxiliares, apoyamos con becas y talleres a alumnos necesitados de Educación primaria (de 6 a 14 años) y también de Educación superior (a partir de los 14 años), incluso animándoles y cubriendo sus costes a algunos de ellos a proseguir su educación universitaria.
En el ámbito de la Salud, hemos apoyado muchos años la oncología pediátrica y la salud bucodental y oftalmológica, pero actualmente nos centramos en el apoyo psicológico a mujeres que han sido víctimas de tráfico humanos con fines de explotación sexual.
En el ámbito del Desarrollo socioeconómico, mediante talleres formativos, iniciativas de emprendimiento social y apoyo económico y de recursos de conocimiento, impulsamos a muchas mujeres a gestionar su propio negocio, a encontrar un trabajo y un salario, y por tanto a romper los círculos de dependencia que sufren con sus maridos en sus hogares, a tomar las riendas de su vida y a dar pasos adelante para sentirse empoderadas y felices con ellas mismas.
¿Qué importancia tiene para Sonrisas de Bombay la comunicación y cómo lo trabajan?
La comunicación ha sido siempre una pata esencial en el trabajo de Sonrisas de Bombay. Creemos que es tan importante hacer las cosas bien como saber contarlo. Desde el área de Comunicación enfatizamos en el contacto con medios de comunicación para visibilizar nuestro trabajo, así como el incesante trabajo diario en redes sociales que llevamos a cabo para conectar con nuestros públicos de interés.
A nuestros donantes y colaboradores les damos el trato especial que se merecen, y tanto a través del newsletter mensual como de informes de rendición de cuentas y transparencia, les comunicamos qué se ha hecho con su aportación, a dónde ha ido a parar su dinero, y qué impacto ha generado en la población beneficiaria.
La transparencia es una obligación que debemos a todos aquellos que apoyan o se interesan por nuestro trabajo, y por eso somos muy proactivos a la hora de contar todo lo que hacemos, y de intentar implicar a las personas en nuestra labor, que participen en todos los eventos que organizamos, que visiten nuestros proyectos en la India, o que vengan a vernos a nuestra oficina en Barcelona.
¿Cuál considera que es la situación actual de la RSE en nuestro país y sus principales barreras y desafíos de futuro?
La RSE ha evolucionado mucho durante los últimos años. Desde el ámbito político nacional e internacional se han dado pasos adelante, y la sociedad civil muestra una cada vez mayor sensibilidad y exigencia hacia el sector empresarial para que demuestre ser resonsable y consciente del impacto que deja en el planeta y las condiciones en las que produce.
Cada vez son más las empresas que integran la RSE como un eje estratégico dentro de su labor cotidiana, y deja de ser una actividad residual para convertirse en algo transversal y muy relevante tanto a nivel interno como externo. Se pone por tanto en valor el hecho de “hacer las cosas bien”, se constituyen departamentos de Responsablidad Social en muchas entidades y se profesionaliza este ámbito.
Todo esto es una muy buena noticia desde nuestra perspectiva de entidad no lucrativa. No obstante, por desgracia todavía son muchas las empresas que no prestan especial atención a estas áreas de conocimiento, que no le dan el valor que merece y que siguen registrando noticias negativas en los medios, hacia sus empleados, sus clientes, el medio ambiente en el que producen, etc.
Habrá que seguir impulsando la regulación que haga posible alcanzar mejores indicadores de nuestro impacto en la Tierra, habrá que evitar que la actividad empresarial genere más desigualdades e injusticias, y si todo eso no es posible desde la voluntariedad, habrá que estudiar cuales son las mejores medidas para que eso ocurra.
En cualquier caso, somos optimistas en cuanto a la mejoría de la situación en nuestro país. No hay más que ver la afluencia cada vez mayor a eventos como los que Corresponsables organiza cada año. Queda mucho por hacer todavía, pero ya estamos en la buena dirección.
¿Y cuáles son los próximos retos y desafíos de Sonrisas de Bombay y cómo los piensan llevar a cabo?
Nuestro reto a futuro es que cada vez seamos menos necesarios en nuestras zonas de intervención. Esa será la mejor de las noticias. Tendremos que empoder a nuestra población beneficiaria para que sean consciente del poder transformador que ellos mismos tienen. Para ello tenemos que seguir llevando nuestra ayuda a cuanta más gente mejor. Tendremos que crecer aquí para conseguirlo, implicando a cada vez más personas y empresas en nuestra labor, visibilizando nuestras causas y animando a todos a aportar su granito de arena para dejar el mundo, una vez ya no estemos aquí, un poquito mejor de lo que nos lo encontramos.
En el ámbito de la RSE, tendremos que hacer ver al sector empesarial que existe amplio encaje para la colaboración empresa-ONG, que se pueden generar relevantes sinergias y que con la experiencia y conocimientos de unos y otros en sus respectivos ámbitos de acción, el impacto que podemos generar en el planeta y en la sociedad que os rodea es muy alto. Sigamos trabajando juntos en ello.