La misión que comunica su empresa se centra en erradicar la esclavitud de la industria del chocolate, una declaración de intenciones muy potente. ¿Por qué han decidido que este sea uno de sus principales compromisos?
En Costa de Marfil y Ghana hay cerca de 1,5 millones de niños que trabajan en circunstancias ilegales en la industria del cacao. Y lo que es peor, 30.000 niños son víctimas de la esclavitud moderna. Se les obliga a trabajar en las plantaciones sin ninguna remuneración. Esto es inaceptable. Tony’s Chocolonely se creó, y existe, para cambiar esta situación.
Desde su posición comprometida con Fairtrade, ¿qué mensaje quiere transmitir a las grandes multinacionales mundiales que presionan a la baja los precios de las materias primas, lo que repercute negativamente en los pequeños productores?
El trabajo infantil ilegal es una consecuencia directa de la extrema pobreza en la que viven los productores de cacao. Las grandes empresas chocolateras se benefician de la explotación que se produce en el sector, y consideran que les conviene mantener el precio del cacao lo más bajo posible. Sin embargo, Tony’s Chocolonely demuestra que es posible hacer un gran chocolate con cacao certificado Fairtrade, pagar un precio justo a los agricultores y obtener beneficios. El modelo actual de la industria es erróneo y no es sostenible a largo plazo.
Como empresa reconocida con la certificación de Comercio Justo Fairtrade, ¿Qué balance hace de esta distinción? ¿Animaría a otras empresas de su sector a dar el paso y certificarse?
Cuando Tony’s comenzó, Max Havelaar (Fairtrade en Holanda) era la única organización que trataba de promover el comercio justo y unas mejores condiciones de vida para los productores de cacao. Para obtener la certificación Fairtrade, las condiciones de producción deben cumplir unas normas sociales y medioambientales mínimas.
Además, como sistema de certificación, Fairtrade es el que más se ajusta a nuestra misión, porque garantiza un precio mínimo y trabaja con cooperativas. Dicho esto, para nosotros la certificación es un punto de partida: el primer paso en el camino hacia una cadena de suministro justa. Creemos que es posible hacer más. Por eso hemos desarrollado nuestros 5 Principios de Abastecimiento.
¿De qué manera las buenas prácticas derivadas del trabajo conjunto entre Fairtrade y Tony’s están aportando en la lucha contra la pobreza?
Fairtrade y Tony’s unieron sus fuerzas para alinear y crear un único Ingreso Vital utilizando las mismas variables controlables. Ahora utilizamos ese mismo modelo para calcular el precio del cacao que permite a los agricultores obtener un ingreso vital digno. En el proceso de alineación, hemos mejorado los modelos existentes, hemos integrado puntos de referencia e investigación ampliamente aceptados y hemos compartido nuestras ideas con la industria del chocolate sobre el precio de referencia de la renta vital del cacao. La prima de Tony´s se basa en el ingreso digno y se ajusta anualmente.
Cuáles son sus principales retos y desafíos como pequeña empresa en materia de sostenibilidad?
El impacto de las pequeñas empresas es real, pero la mayoría de las veces es relativamente pequeño en comparación con el tamaño del problema. El crecimiento es, obviamente, una forma valiosa de aumentar el impacto, pero Tony’s siempre ha reconocido que para crear una industria del chocolate 100% libre de esclavos necesitamos la cooperación de todas las partes interesadas en la industria, por ejemplo otros fabricantes, minoristas, gobiernos, consumidores, etc.
Para facilitar el cambio a un modelo de abastecimiento más sostenible para otros fabricantes de chocolate, hemos creado el programa Tony’s Open Chain, en el que compartimos y apoyamos a otras empresas en el abastecimiento de cacao certificado Fairtrade a través de nuestros 5 principios de abastecimiento, amplificando así en gran medida nuestro impacto.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Comunidad Fairtrade