La Fundación EDP presentó el pasado 21 de noviembre en Madrid los 30 proyectos seleccionados para formar parte de la edición de este año de EDP Solidaria. ¿Qué nos podéis destacar de los proyectos elegidos?
Lo primero que destacaríamos es el gran número de propuestas recibidas; EDP Solidaria 2022 ha resultado la edición más exitosa en cuanto a candidaturas, pero no sólo eso, también se han recibido muchos más proyectos de gran calidad, más diversos y con más elementos de innovación, lo cual supone una enorme satisfacción para nosotros y un gran avance para el programa, que tras ocho años de intenso trabajo está logrando importantes resultados en este sentido.
Destacaría también como este cambio en términos de calidad, diversidad e innovación ha sido especialmente patente en el área de transición energética, que es precisamente el ámbito más relevante para la Fundación EDP en términos estratégicos.
Entre los 30 proyectos seleccionados encontramos intervenciones muy diferentes que sin embargo tienen en común el objetivo de mejorar la vida de las personas y de las comunidades en las que viven, que es precisamente la misión de la Fundación EDP.
Colaborar con las organizaciones que promueven estas iniciativas es una manera especialmente satisfactoria de avanzar en el camino de construir una sociedad mejor, ya que nos permite ir de la mano de entidades comprometidas y aprender de manera colectiva.
Un millón de euros destinados a esos 30 proyectos sociales seleccionados de diferentes puntos del territorio nacional es una cifra importante. ¿En qué áreas estratégicas de intervención se centra?
EDP Solidaria 2022 ha ofrecido apoyo para el desarrollo de proyectos enmarcados en tres áreas prioritarias de intervención: atención a las personas mayores, lucha contra la despoblación y desarrollo rural, y acceso a la energía y eficiencia energética. Pero además, en esta edición hemos mantenido el apoyo a proyectos que buscan dar respuesta directa a las consecuencias de la crisis social, sanitaria y económica generada por la COVID-19, ya que consideramos que muchas personas se encuentran todavía sufriendo de manera persistente y que su situación puede verse agravada en los próximos meses.
Del millón de euros de dotación presupuestaria se reservaron 400.000€ para proyectos dentro del área de la energía dado su alto valor estratégico.
Es importante recordar que, en la mayoría de los casos, el apoyo de la Fundación EDP resulta esencial y clave para el desarrollo de estas intervenciones, que sin el soporte de EDP Solidaria no podrían ponerse en marcha, o lo harían con mucha menor eficacia. La Fundación EDP, a través de este programa, financia hasta un 75% del coste total de los proyectos aprobados, excepto en el caso de propuestas dentro del área de energía, en las que el aporte de EDP se eleva hasta alcanzar el 90% del coste total de la intervención.
Desde 2015, cuando se lanzó el programa EDP Solidaria por primera vez, la Fundación EDP ha destinado más de 5 millones de euros a 174 proyectos de 120 organizaciones, con un impacto positivo en la calidad de vida de más de 550.000 personas.
¿Cómo ha evolucionado la estrategia de comunicación de EDP en estos últimos años hasta la actualidad y cuáles son, actualmente, sus principales líneas de actuación?
En los últimos años nos hemos enfrentado a una situación muy compleja y sin precedentes como ha sido la pandemia, que ha traído consigo muchos cambios. En este contexto, la comunicación ha tenido y tiene un rol fundamental. Por eso, apostamos por comunicar de forma coherente y responsable nuestra RSC, y para ello trabajamos para medir el impacto de lo que hacemos, no sólo para comunicarlo, si no para poder adaptar nuestra actividad de manera que resulte más eficiente, eficaz y alineada con las necesidades existentes y con nuestra propia estrategia.
En este trabajo comunicativo resulta esencial crear sinergias y contar con los diferentes actores con los que nos relacionamos, de forma que la responsabilidad social se convierta en un elemento transversal de la comunicación de la organización. Entendemos que las actividades de comunicación son una excelente oportunidad para trasladar nuestros valores y llegar así a las personas.
De la mesa redonda que tuvo lugar en el evento, se reflexionó sobre ejemplos de buenas prácticas. ¿Qué conclusiones pudisteis obtener? ¿En qué se puede mejorar en este ámbito?
La verdad que nos hubiera encantado poder escuchar a las 30 organizaciones, sin embargo, por cuestiones logísticas optamos por configurar una mesa redonda que nos permitió escuchar de manera ágil las respuestas de algunas de estas organizaciones a preguntas clave sobre sus proyectos y las áreas en las que se desarrollan.
Gracias a esta mesa redonda se abordaron temas de gran interés, como por ejemplo, cómo incorporar a las personas mayores en la vida activa gracias a diferentes herramientas como juegos o videojuegos, o el gran impacto de nuestras decisiones de consumo sobre el desarrollo rural y el freno a la despoblación, o la importancia de poner en marcha medidas de capacitación para convertir la transición energética en una herramienta de inserción social.
Además, llegamos a la conclusión de que es fundamental crear redes de apoyo, alianzas y colaboraciones a partir de iniciativas como EDP Solidaria. Fueron unos minutos muy enriquecedores que nos permitieron conocer diferentes perspectivas y enfoques, reflexionar sobre temas de gran interés y establecer vínculos entre entidades.
¿Cuál es la importancia de empresas como EDP, la labor que realizan y los proyectos que impulsan?
La labor que la Fundación EDP realiza refuerza el compromiso del Grupo EDP con la sociedad en los ámbitos geográficos en los que desarrolla su actividad, prestando mayor atención a las áreas educativas, cultural, social y medioambiental, dentro de una perspectiva de desarrollo sostenible global, en la que la generación y utilización eficiente y responsable de la energía juega un papel determinante.
Todas las personas, físicas y jurídicas, tenemos un importante rol en la construcción de un mundo mejor, pero cuando hablamos de grandes empresas como EDP, la responsabilidad es mucho mayor. Somos muy conscientes de esa gran responsabilidad y tenemos la ambición de ser líderes del cambio en nuestro ámbito y transformar el mundo. Queremos descarbonizar el planeta y ser 100% verdes en 2030. Queremos marcar la diferencia para el medio ambiente y para las personas, es decir, cambiar ahora el mañana. De ahí la importancia que otorgamos al desarrollo de proyectos sociales a los que prestamos nuestro apoyo.
En esta línea, desde la Fundación EDP impulsamos diferentes actividades cada año, a las que se destinan cerca de 4 millones de euros. Entre ellas, y además de EDP Solidaria, destacamos la Academia Fundación EDP, un programa de formación y fortalecimiento institucional para entidades sociales estén o no seleccionadas en EDP Solidaria, ofreciendo oportunidades de desarrollo a organizaciones más pequeñas o Energía Solidaria, que ofrece a las entidades y familias más vulnerables la oportunidad de llevar a cabo mejoras que fomenten la eficiencia energética, promoviendo un consumo sostenible y responsable, y también apoya el autoconsumo de las organizaciones sin ánimo de lucro.
Sabemos que es tarea de todos construir juntos un mundo mejor y somos conscientes de la importancia de la labor que realizamos desde las compañías. Por nuestra parte, continuaremos poniendo todo nuestro esfuerzo para seguir fomentando iniciativas con propósito.
¿Cuáles son los retos y desafíos futuros para la Fundación EDP? ¿Qué tenéis previsto para 2023?
Vivimos en un contexto de constante cambio. Este contexto cambiante y confuso nos plantea el enorme reto de futuro de ser capaces de adaptarnos de manera flexible a una sociedad cuyas necesidades evolucionan a velocidad de vértigo y que requiere de nuestro apoyo y de nuestra respuesta a estas. Pero no se trata solo de adaptación a la realidad sino que también afrontamos el desafío de hacerlo mientras avanzamos hacia el pleno alineamiento estratégico de las actividades sociales y ambientales con las áreas de negocio, de modo que todo lo que hacemos sea coherente y logre un mayor impacto positivo en las personas y el medio ambiente.
Otro gran reto es seguir construyendo y consolidando diferentes alianzas con los actores con los que trabajamos y fomentar un dialogo constructivo con ellos para, de manera conjunta, seguir satisfaciendo necesidades reales de las personas. Por eso, daremos la bienvenida a 2023 con la finalidad de seguir mejorando la calidad de vida de las personas allá donde podamos.