Vicente Domingo, Director General de Vegetales, ha hablado con Corresponsables sobre la labor de la Asociación Española de Productores de Alimentos y Bebidas Vegetales, su compromiso con la sostenibilidad y el papel de los productos vegetales en el sector agroalimentario.
¿Cuál es la labor de la Asociación Española de Productores de Alimentos y Bebidas Vegetales?
Vegetales es una asociación que nace en 2022. Es la Asociación Española de Productores de Alimentos y Bebidas de Origen Vegetal y hoy somos la entidad de referencia en este ámbito. Aglutinamos a los principales actores del sector, como Alpro, Liquats Frias, Binesoy (del Grupo Pascual), Iparlat, Sojasun, Garden Gourmet (del Grupo Nestlé), Oatly, entre otros.
Surgimos en un contexto donde es fundamental repensar el paradigma agroalimentario. Queremos crear un espacio común para definir un marco jurídico adecuado, que ofrezca seguridad al sector y atienda la tendencia del consumidor hacia los alimentos de origen vegetal, que ya es innegable.
¿Cómo contribuye la asociación a la reducción de emisiones de CO2 en el sector alimentario?
Según la FAO, el 16% de la producción agroalimentaria es responsable de la emisión de gases de efecto invernadero. En España, el sector contribuye con un 12% de las emisiones de CO2, según el informe 20-50 del Gobierno.
Nosotros, desde Vegetales, fomentamos el consumo de alimentos de origen vegetal porque generan menos emisiones, requieren menos tierra y agua.
Desde el primer momento apostamos por la sostenibilidad, la economía circular y la producción coherente con el siglo XXI. Además, promovemos una constante revisión de nuestros procesos mediante la investigación y el desarrollo (I+D), con el objetivo de mitigar el impacto ambiental a corto y largo plazo.
¿Qué papel juegan los productos a base de plantas en la lucha contra la crisis climática y la seguridad alimentaria a largo plazo?
Los productos vegetales son fruto de años de investigación y desarrollo y están vinculados a la salud y la nutrición. Cada vez más hogares tienen tanto bebidas de origen vegetal como animal, y esta alimentación conecta con tres aspectos: la preocupación de los consumidores por el origen de los productos, la innovación nutricional, y la importancia de políticas públicas que fomenten una alimentación saludable y sostenible.
Repensar los sistemas agroalimentarios es esencial, ya que el modelo actual es insostenible y nos llevaría a un futuro problemático. Necesitamos un enfoque basado en la sostenibilidad y la salud.
¿Qué iniciativas están llevando a cabo para educar al público sobre los beneficios de una dieta basada en productos vegetales y promover su consumo?
En esta primera fase, nuestro trabajo se centra en la interlocución con las administraciones públicas. Cada empresa que forma parte de Vegetales, como el Grupo Pascual, tiene sus propias campañas de concienciación. Desde Vegetales, nuestra hoja de ruta incluye acciones de difusión y divulgación, pero primero estamos construyendo una relación sólida con las administraciones locales, regionales, nacionales y europeas.
El reciente informe presentado por Ursula von der Leyen destaca la importancia de la producción plant-based y coincide plenamente con nuestra visión de implicar a la sociedad y las instituciones en este cambio.
¿Qué medidas de transparencia implementan para que los consumidores comprendan mejor el origen y el impacto de los productos vegetales?
La transparencia comienza con el etiquetado. Cada caja de productos vegetales muestra claramente dónde se ha producido, cuándo y qué componentes tiene. Esto es clave para brindar confianza a los consumidores.
Además, estamos elaborando un informe de impacto económico del grupo, que presentaremos próximamente. Este informe incluirá datos sobre empleo, investigación y colaboraciones con universidades.
Mencionaba la inversión en I+D, ¿cuál es su importancia para el desarrollo del sector alimentario plant-based?
La inversión en I+D es fundamental para mejorar la calidad nutricional, optimizar los procesos de producción y buscar alternativas más sostenibles. No hemos llegado aquí para quedarnos, sino para seguir avanzando y atraer a las administraciones públicas, centros de investigación y sociedad civil hacia un modelo más justo, sostenible y resiliente.
¿Qué políticas públicas considera fundamentales para fomentar un mercado justo y sostenible de alimentos vegetales?
Las estructuras actuales deben adaptarse al nuevo paradigma. Es tarea de los políticos administrar los recursos públicos por el bien común. Las administraciones públicas nacionales y regionales ya están mostrando su apoyo, pero la pauta viene de Bruselas, que establece las directrices para el sector agroalimentario.
El informe de la presidenta von der Leyen muestra cómo Bruselas está apostando por estos temas. Esperamos que esas políticas se implementen a nivel regional y local, favoreciendo la creación de mercados locales y la conexión directa entre productor y consumidor, aspectos fundamentales para la salud y el bienestar.
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