Entrevista a Virginia Ródenas, directora de comunicación y relaciones institucionales de Grupo Envera, para hablar sobre los efectos de la crisis provocada por el COVID-19 en la entidad que trabaja por la integración social y laboral de personas con discapacidad intelectual.
¿Cómo estáis afrontando en vuestra organización esta crisis del COVID-19? ¿Qué medidas estáis tomando para paliar sus efectos?
Hemos pasado momentos muy difíciles porque en las residencias de Envera, tanto de adultos, de personas mayores de 45 años con envejecimiento prematuro, como de grandes dependientes, todos con discapacidad intelectual se quedaron cerca de 90 personas a nuestro cargo. No son centros medicalizados, son centros de asistencia, y hubo que transformarlos en una velocidad récord para afrontar la crisis sanitaria que hemos vivido en toda España.
Ha habido momentos muy complicados que conseguimos superar porque tomamos una serie de medidas preventivas desde el inicio. Nuestra coordinadora de servicios sanitarios es una doctora cubana que está acostumbrada a lidiar con epidemias terribles como el dengue, el cólera o el ébola, y aplicó las medidas que se adoptan en su país, donde la falta de recursos es un mal endémico. Nos ha salvado el poder contar con una persona que aplica soluciones cuando no hay recursos y eso ha hecho que ahora estemos en una situación muy buena.
Envera ha procurado en todo momento preservar la salud y la seguridad de todos nuestros residentes y también la salud de todos nuestros trabajadores, ya que tenemos alrededor de 500 personas trabajando en nuestros centros especiales de empleo.
¿Cómo ha evolucionado la acción social de Envera estos años hasta la actualidad? ¿Cuáles son las principales áreas estratégicas que trabajáis?
Nuestra misión, desde hace más de 42 años, cuando un grupo de empleados de Iberia decidió unir sus esfuerzos para sacar a sus hijos con discapacidad intelectual adelante, es la inclusión social y laboral de las personas con discapacidad intelectual.
No hace mucho las cosas eran muy distintas. Nosotros siempre ponemos como ejemplo a todas aquellas personas que nos visitan la tarjeta social de nuestro presidente y fundador, José Antonio Quintero, un ex-comandante de Iberia, donde se habla de “ayuda a personas subnormales”. Hemos cambiado el término subnormal por el de personas con discapacidad, pero aun hoy tenemos que lidiar todos los días con el término discapacitado y con muchos prejuicios.
La Constitución dice que todos somos iguales en derechos y en Envera trabajamos cada día por que se garantice la igualdad de oportunidades y porque la justicia social sea una realidad, ya que solo así podremos avanzar como sociedad. Es importante recordar que para tener una discapacidad intelectual no es necesario haber nacido con síndrome de Down o haber tenido unas circunstancias de este tipo. Cualquiera podría estar en la situación en la que están las personas a las que nosotros atendemos, por ejemplo, por un accidente laboral. Tenemos a accidentados laborales con traumatismos craneoencefálicos o accidentes cerebrovasculares que han llegado hasta nuestra organización porque la vida les ha puesto en ese lugar.
Por lo tanto, nuestra misión empezó hace 42 años y seguimos con ella todos los días para poder proporcionar a todas estas personas un empleo y que ocupen con dignidad su lugar en el mundo.
¿Qué iniciativas o proyectos concretos puedes compartir de lo que hacéis en Envera? ¿Cuáles son sus principales beneficios y beneficiarios?
Nosotros básicamente tenemos dos áreas muy bien establecidas: la gestión de empleo y la gestión asistencial. En la parte asistencial nos ocupamos de las personas desde que nacen, con atención temprana, y hasta su último día, con una fundación tutelar que da respuesta a la gran pregunta de las familias: “¿Qué será de ellos cuando nosotros no estemos?”. En ese arco monumental de lo que es la vida de una persona, nos ocupamos de su ocio, de su deporte, de su formación y de la búsqueda de empleo. Y, desde luego, de proporcionarles todo tipo de terapias que les permitan reducir los obstáculos que se van a encontrar en la vida. Que puedan llegar a una vida adulta en las mejores condiciones para afrontar un futuro en igualdad.
Por otro lado, tenemos el área de empleo. Nosotros somos un sector ligado al ámbito de la aviación desde que nacimos, así que imagina las circunstancias por las que estamos pasando en estos momentos. Entre otras cosas, hacemos el estuchado de los cubiertos de las aerolíneas, la preparación de los kits que se dan en los aviones o la hangarización de aeronaves. Hemos colocado a personas con discapacidad intelectual haciendo este tipo de trabajos que antes eran impensables porque no se había pensado que podían ser los mejores en ello.
Están siendo tiempos muy duros y lo que toca es innovar y reinventarse. Los kits que hacíamos para los aviones los hemos transformado en kits higiénicos sanitarios para las principales organizaciones y centros hospitalarios. Hemos hecho esta transformación y estamos ganando nuevos clientes. Tenemos a todo un departamento comercial que se está dejando la piel para hacer esta adaptación y a un equipo de producción que trabaja para conseguirlo. Nada de esto sería posible sin toda esa batería de personas maravillosas que demuestran, como dice nuestro lema, que todos podemos ser los mejores en algo.
¿Qué importancia tiene para Envera la comunicación? ¿Cómo la trabajáis?
Como para todas las organizaciones. Es decir, lo que haces si no lo das a conocer es como si no lo hicieras. Nosotros tenemos que contar cada día con empresas, que son nuestros clientes, pero que también son nuestros colaboradores y que participan con nosotros en las acciones de RSC. Por lo tanto, poder contar lo que hacemos, poder explicarles a dónde van los recursos con los que ellos nos apoyan es crucial. Comunicar y explicar en cada momento a dónde van los fondos que comprometen con nosotros y cómo llevamos a cabo los acuerdos que firman con nosotros es esencial.
La transparencia forma parte también del ADN de nuestra organización. Somos una organización acreditada por la Fundación Lealtad, algo de lo que nos sentimos profundamente orgullosos.
¿Cuál consideras que es la situación actual de la responsabilidad social en España? ¿Y cuáles son sus principales barreras y desafíos?
Con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la preocupación por la responsabilidad social, bien sea porque forma parte intrínseca del modo de hacer de las empresas o bien porque forma parte indudablemente del nuevo modo de comunicar, se ha convertido en denominador común a las organizaciones. Por otro lado, el cliente no está dispuesto a comprar, a adquirir servicios, de empresas que no son socialmente responsables.
Se están dando pasos importantes pero no son suficientes. Nosotros cuando hablamos de la responsabilidad social no utilizamos el término corporativo, utilizamos el término competitivo. Para nosotros la responsabilidad social es competitividad y, de hecho, así denominamos a la mesa que lideramos en Madrid Foro Empresarial, donde la RSC es un elemento estratégico para las empresas que redunda en la cuenta de beneficios. Esto es algo que cada día tienen más claro las empresas que lo han probado. Va a llegar un momento en el que no va a ser posible que la gente compre tus servicios, adquiera tus artículos y puedas estar en el mundo en el que todos nos movemos sin una RSC clara. Porque el cliente va a decidir que no quiere estar con alguien que no tiene esos compromisos sociales para mejorar la sociedad en la que está instalada. Tampoco los trabajadores van a estar dispuestos a trabajar en empresas que solo tienen como objetivo la cuenta de resultados.
Además, no hablo solamente de buena voluntad, sino de algo como la Ley General de Discapacidad que aún vemos que hay empresas que no la cumplen. Es decir, que prefieren ser sancionadas antes que cumplir la ley. Nosotros estamos para ayudar a que todo el mundo cumpla la Ley General de Discapacidad y para que las empresas potencien su RSC impactando en su competitividad promoviendo, entre otras cosas, el orgullo de pertenencia de la plantilla.
En estos momentos de crisis tan profunda por la pandemia del COVID-19, la RSC va a ser más importante que nunca. Hay muchas formas de trabajar y de animar a las empresas a cooperar y nosotros hemos puesto algunas de ellas en marcha para que esto sea posible.
¿Cuáles son los retos de Envera y cómo vais a afrontarlos?
Hemos creado, por ejemplo, un voluntariado social corporativo digital, que estamos ofreciendo a las empresas para que todos puedan colaborar y apoyar a organizaciones como la nuestra sin ánimo de lucro y que trabajan por mejorar la vida de los más vulnerables. Lo pueden hacer desde sus propios domicilios a través de las redes sociales.
No hay un impedimento físico para seguir colaborando y sensibilizando al resto de la sociedad, para seguir participando en actividades como nuestra Radio Terrícola, que todos los días emite online un programa que se llama Juntos somos más fuertes. Donde, además, tenemos la enorme suerte de contar con un grupo de amigos maravillosos, desde artistas importantísimos como Los Secretos o una red de poetas que, a través del espacio Intraversos, cada día leen sus poemas a todas nuestras personas que están en casa. Personas que se sienten aisladas, que están separadas y que pueden sentir miedo y a las que mandamos abrazos a través de las palabras para mantenernos unidos y fuertes.
Estamos encontrando que la distancia física y que la distancia social no va a ser un problema. Ese es un reto que tenemos por delante las ONG, que tenemos que reinventarnos, que tenemos que ayudar a las empresas a que sigan colaborando con nosotros. Corresponsables va a ser un elemento muy importante y también va a ser un elemento muy importante la convicción de que las cosas tienen que cambiar y que esto es algo que nos compete a todos.
Escucha aquí la entrevista completa con la protatonista: