Guatemala es un país centroamericano que ha sufrido las consecuencias de una guerra civil que duró más de 36 años, dejando al país con enormes problemas sociales, económicos y espirituales. Estas insuficiencias estructurales han provocado altos índices de violencia y corrupción en el sector público y privado, que perpetúan el ciclo de pobreza del 65% de la población.
La Fundación NPH ha puesto en marcha un centro familiar comunitario para el desarrollo de familias vulnerables en la zona 2 de Chimaltenango, Guatemala, con el fin de contribuir a la protección y garantía de los derechos de niñas y niños en riesgo de exclusión social. El proyecto ofrece un programa de fortalecimiento integral de la familia que abarca la prevención y atención comunitaria de la población en situación de vulnerabilidad del distrito, a través de servicios de cuidado infantil, tutorías, reforzamiento escolar, empoderamiento y rehabilitación.
La iniciativa, una réplica de un programa ya existente en Honduras, acogerá el reacondicionamiento de un edificio de dos plantas de este distrito conflictivo y brindará cuatro programas integrales – Desarrollo Familiar, Educación, Salud y Nutrición y Empoderamiento Comunitario –, dirigidos a una población indígena de unos 500 beneficiarios altamente vulnerables.
Xavier Adsarà, director de la Fundación NPH y actual presidente de NPH Europa, menciona que “a través de este proyecto fortalecemos la educación de niñas y niños para que aprovechen sus oportunidades educativas mediante un programa de refuerzo escolar, además de fomentar la autonomía de jóvenes con discapacidad, para que ellos y su familia tengan una mejor calidad de vida gracias a un buen diagnóstico, tratamiento, nutrición e integración comunitaria”.
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