Comparto aquí mis reflexiones iniciales sobre el acuerdo alcanzado:
Preservación del objetivo de 1,5ºC: A diferencia de la COP27 anterior en Sharm el Sheikh, donde el objetivo estuvo en peligro, este año se ha logrado preservar la meta de limitar el calentamiento global a 1,5ºC y es la estrella que guía todo el acuerdo. Para ello, se reconoce la necesidad de alcanzar emisiones netas cero a nivel mundial para 2050, con reducciones del 43% para 2030 y del 60% para 2035, comparado con los niveles de 2019. Se aborda también la necesidad de reducción de emisiones de metano y del sector del transporte, sentando las bases para compromisos más ambiciosos en futuras revisiones de los planes nacionales (Nationally Determined Contributions- NDCs).
Abandono de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos: Por primera vez en la historia y en el seno de un país productor de petróleo se acuerda “…the transitioning away from fossil fuels in energy systems“, abarcando electricidad, transporte, edificaciones, entre otros. Aunque no tan contundente como se esperaba, el hecho de ese respaldo señala el comienzo del fin de la era fósil.
Impulso significativo a las energías renovables y la eficiencia energética: Se propone triplicar la capacidad de energías renovables y duplicar las medidas de eficiencia energética para 2030. Se mencionan también tecnologías limpias o de bajas emisiones (renovables, nuclear, CCS, hidrógeno…), reconociendo el papel de los combustibles de transición, especialmente en países en desarrollo, como facilitadores de la transición y la seguridad energética.
Adaptación: Se establece un objetivo global de adaptación y se proponen metas para 2030 que abarcan áreas como la salud, el agua, la agricultura, la biodiversidad… Aunque quedan muchos detalles por definir, es claro que se necesita trabajar tanto en mitigación como en adaptación para evitar que aumenten las necesidades de adaptación al cambio climático.
Financiación. Se constata el creciente gap de financiación para cubrir las necesidades de mitigación y adaptación y la importancia de transformar el enfoque financiero en la lucha contra el cambio climático. Es positivo que el Fondo de Pérdidas y Daños, aprobado en Egipto el año pasado, haya sido operacional desde el primer día de la COP28, sumando casi 800 millones de dólares. Interesante el llamamiento especifico a la participación del sector privado y financiero, adicional a los diversos fondos públicos ya existentes (Fondo Climático Verde, Fondo de adaptación…). Un ejemplo de los nuevos mecanismos de financiación lo constituye el fondo de transición climática Alterra, promovido por UAE y anunciado en el marco de la COP28.
Mercados de carbono. En este punto las divergencias se han mantenido y se deberá seguir trabajando en las próximas ediciones. Ha habido falta de consenso para adoptar textos relativos al Artículo 6.2 y al Artículo 6.4 del Acuerdo de París. Según IETA, los enfoques cooperativos basados en los mercados de carbono se habrían beneficiado de un Formato Electrónico Acordado para la presentación de informes y de normas más claras sobre la autorización de los ITMOs (Internationally Transferred Mitigation Outcomes). Pero esto no es absolutamente esencial y los países pueden y deben poner en marcha mercados internacionales de carbono en virtud del Artículo 6.2. De hecho, en la propia COP28 pude asistir al anuncio de la creación de un mercado de carbono en UAE.
Otros aspectos adicionales a destacar de esta cumbre son también los siguientes:
- Reconocimiento del papel del sector privado. Es notable el reconocimiento del sector privado en el documento, lo cual no suele ser habitual. Se destaca su importancia en los aspectos financieros y de transferencia de innovación y tecnología y se subraya la necesidad de adoptar políticas, incentivos y regulaciones que permitan atraer inversiones a escala
- Victoria del multilateralismo: En un momento de crisis y confrontaciones geopolíticas (Ucrania, Gaza, …) lograr un consenso entre casi 200 países en la cuestión climática es muy relevante. La adopción por consenso, sin votos, destaca como un rayo de luz para otros procesos globales o multilaterales.
- Enfoque en la implementación del acuerdo: El desafío ahora es poner en marcha los acuerdos aprobados. Como dijo el Presidente de la COP28, H.E. DR. Sultan Ahmed Al Jaber “An agreement is only as good as its implementation. this historic consensus is only the beginning of the road.”La recomendación de Brasil de organizar un trío conformado por los EAU, Brasil y Azerbaiyán para impulsar los compromisos NDC y asegurar la implementación de lo acordado en los próximos dos años es un buen síntoma. Azerbaiyán será el anfitrión de la COP29 y Brasil de la COP30, dos años claves para conseguir resultados.
Si este tema inquieta al Consejo o a la Alta Dirección de tu organización, estaré encantada de entablar una conversación. Abordar estos desafíos o aprovechar las oportunidades desde el principio puede marcar la diferencia en la adaptación exitosa a este nuevo panorama económico. El diálogo y la acción proactiva son clave para liderar en este escenario de transformación.
*Mariluz Castilla es Consejera y Senior & Board Advisor de la Secretaría General Técnica del Grupo Español de Crecimiento Verde (www.mariluzcastilla.com/)