En los últimos 7 años, según la ONU, el mundo ha alcanzado la temperatura media más alta desde que se tienen registros. España concretamente, uno de los países más afectados por el cambio climático, ha registrado en 2020 el año más cálido de su historia. Específicamente, la temperatura media ha aumentado 1,7 grados desde 1961 en nuestro país.
Los efectos que esta alza en las temperaturas tiene sobre el medio ambiente y la habitabilidad de nuestro planeta son inmensos: desaparición de los polos, aumento del nivel de mar, riesgo de desaparición de poblaciones enteras, fenómenos meteorológicos extremos, proliferación de pandemias, etc.
El Día Mundial del Medio Ambiente de las Naciones Unidas marca el inicio de lo que desde la propia ONU han denominado el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas. Una recuperación en la que lucha contra el cambio climático será clave y que nos implica a todos: particulares, instituciones y empresas.
El acuerdo de París supuso el primer punto de inflexión en la toma de conciencia sobre la necesidad de cambiar nuestro modelo para revertir el cambio climático. Desde entonces, las instituciones han tomado medidas legislativas orientadas a limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir con los compromisos adquiridos en el tratado internacional. Además, las ayudas de los fondos de recuperación europeos serán, si se gestionan adecuadamente, un importante revulsivo. Ahora bien, sin el impulso de los particulares y de las empresas, este cambio de modelo es prácticamente imposible.
En este sentido, la transición energética constituye la palanca de cambio más determinante para revertir el cambio climático. Avanzar hacia un modelo verde basado en energía renovables, impulsar la eficiencia energética para reducir la demanda o transitar hacia una movilidad que prescinda de los combustibles fósiles en favor de la electrificación del parque móvil, son las principales herramientas que tenemos en nuestra mano.
La inversión por parte de las compañías en generación de energías renovables, bate récords año tras año y cada vez más compañías apuestan por la comercialización de energía 100% renovable, con Feníe Energía como una de las principales comercializadoras que apuestan por este modelo energéticamente responsable. No obstante, de momento, nuestro país no tiene la capacidad suficiente para generar toda la energía verde necesaria para prescindir de otras fuentes no renovables. Por ello, reducir la demanda de energía es imperativo para acometer el cambio. Los expertos coinciden en que la única vía para alcanzar ese objetivo es adaptar nuestros hábitos de consumo a un modelo basado en la eficiencia, tanto en las propias instalaciones como nuestro comportamiento.
Las acciones que podemos llevar a cabo son muchas: desde simples gestos como llenar la lavadora o el lavavajillas, pasando por cambios más importantes como adaptar la climatización de nuestros hogares, hasta los más determinante como la instalación de placas solares de autoconsumo.
Precisamente el autoconsumo se está posicionando como una de las soluciones llamadas a ser la llave maestra del cambio. Una solución de auto generación de energía verde, que reduce notablemente la demanda, no produce emisiones de gases de efecto invernadero y supone un importante ahorro para el consumidor. Es imprescindible que desde las instituciones se siga fomentando este tipo de instalación a través de ayudas, reducción de impuestos y eliminación de trabas burocráticas.
Las condiciones se dan, y con un consumidor bien informado el cambio es imparable. Por ello, también es nuestra responsabilidad transmitir esta necesidad a la ciudadanía, a través de mensajes que fomenten la concienciación, pero también a través de prácticas que incentiven los beneficios para el cliente y que no minen su confianza en estas soluciones. Un modelo basado en la figura del Agente Energético —empresario de instalaciones con formación específica para asesorar en eficiencia energética y que además son los dueños de la Compañía— garantiza la cercanía y la transparencia, trasladando los conocimientos de un experto en eficiencia al bolsillo del consumidor y a la salud del planeta.