¿Es la tecnología la solución que necesita la educación para su transformación? ¿Qué lecciones puede brindar Iberoamérica en ese sentido? Estas y otras reflexiones han sido el punto de partida de la consulta de alto nivel ‘Aprendizaje y transformación digital en Iberoamérica’, que ha tenido lugar este miércoles en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid, bajo el impulso de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI); ProFuturo, el programa de educación digital impulsado por Fundación Telefónica y Fundación “la Caixa”; y el Informe de seguimiento de la educación en el mundo (Informe GEM) de la UNESCO.
El objetivo ha sido hacer seguimiento de los compromisos adoptados por países y organizaciones en materia de transformación digital durante la Cumbre sobre la Transformación de la Educación de la ONU del pasado septiembre. Este seguimiento y las evidencias aportadas por los participantes servirán de insumos para el Informe de seguimiento sobre tecnología y educación, que publicará UNESCO en julio de 2023.
Manos Antoninis, director del Informe GEM de la UNESCO, ha destacado que la tecnología ha transformado la forma en la que los estudiantes aprenden y los maestros enseñan. Ha añadido que “se tiende a pensar que la tecnología es solo conectividad y dispositivos; sin embargo, puede ayudarnos a extender la educación a migrantes, niños y mujeres, personas con discapacidad, a aquellas que viven en lugares remotos o a los que aprenden en una lengua que no es la propia”.
Durante su intervención, Mariano Jabonero, secretario general de la OEI, ha explicado que el problema de la educación en la región iberoamericana no es la cobertura o el acceso, sino la calidad y la inclusión. “No debemos olvidar que Iberoamérica es la región que ostenta el récord de horas de clases perdidas durante la pandemia (1,8 billones), donde la competencia lectora ha retrocedido 10 puntos y donde la productividad no avanza desde 1960. La solución pasa por contar con ciudadanos con mayores competencias”.
Magdalena Brier, directora general de ProFuturo, ha hecho hincapié en que lo digital es una gran herramienta que nos puede ayudar a redefinir o “reimaginar” la educación. “Es una herramienta que facilita y promueve la equidad, tan necesaria en este momento de grandes desigualdades. Cuando hablamos de tecnología y educación se nos plantean retos, pero también se nos abren grandes oportunidades. Entre ellas, llegar a cualquier lugar remoto con educación y recursos de calidad o contribuir a la resiliencia de los sistemas para afrontar situaciones de crisis o emergencia”, ha destacado.
José Manuel Bar Cendón, secretario de Estado de Educación del Ministerio de Educación y Formación Profesional de España, ha ahondado en el potencial y los riesgos de la tecnología en el actual cambio de paradigma educativo en el mundo. “Es preciso hacer un gran esfuerzo, también presupuestario, para que la tecnología no acreciente la desigualdad en el ámbito de la educación. Por ello, en España hemos trabajado por virtualizar las aulas, por la capacitación del profesorado… No somos tecnoescépticos, pero debemos ser tecnoprudentes”, ha explicado.
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