La industria tecnológica es uno de los sectores más importantes de la economía global, siendo un actor clave en la innovación y el progreso en todo el mundo. Sin embargo, a medida que esta industria sigue creciendo, también aumenta la cantidad de residuos que se generan a partir de los procesos de diseño, fabricación y producción, por lo que el reciclaje se ha convertido en un pilar determinante para mejorar el impacto ambiental del sector y garantizar un futuro sostenible para todas las personas del planeta.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se estima que la producción global de residuos se duplicará en los próximos 30 años, alcanzando los 3,4 mil millones de toneladas anuales en 2050. Es por ello que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ha enfatizado la importancia del reciclaje, estableciendo en cada país miembro la meta de lograr una gestión sostenible y eficiente de los recursos, incluyendo la reducción de la cantidad de residuos generados y la reutilización de los materiales.
Los retos de la actualidad son variados e inmensos. Seguimos luchando contra una pandemia global, injusticias sociales, guerras, los efectos perjudiciales del cambio climático y mucho más. Frente a este panorama global, es fundamental que trabajemos juntos como industria para aprovechar el poder de la tecnología y asegurarnos de que se utilice como una fuerza para el bien. En Intel, nuestro propósito es crear tecnología que cambie al mundo y enriquezca la vida de todas las personas del planeta, por lo que nos esforzamos todos los días por generar un impacto global positivo y ser buenos ciudadanos corporativos.
Con el fin de cumplir con nuestros ambiciosos objetivos 2030 de lograr cero residuos en vertederos e implementar estrategias de economía circular para el 60% de nuestros flujos de residuos de fabricación, desde Intel estamos buscando formas de reciclar los materiales a lo largo de todas nuestras operaciones. Por ejemplo, para permitir la reutilización de disolventes, Intel trabaja con proveedores para separar uno de sus disolventes principales utilizados en el proceso de grabado de fabricación de obleas de otros disolventes. En 2021, estos esfuerzos recuperaron más de 8.000 toneladas métricas del solvente, que luego se vendió nuevamente a través de un mercado de terceros. De cara al futuro, las nuevas fábricas de Intel tendrán sistemas de recolección específicamente para este solvente, lo que facilitará el reciclaje y avanzará hacia la circularidad completa.
Por otra parte, para minimizar el desperdicio de embalaje a medida que los productos se transfieren entre los sitios de Intel, las cajas se han rediseñado para su reutilización mediante el uso de pestillos en lugar de cinta de sellado. Junto con las nuevas directrices de embalaje, esto ha reducido la demanda de materiales de embalaje en más de 180 toneladas métricas por año. Asimismo, en 2021, Intel y sus proveedores reutilizaron más de 1.700 toneladas métricas de material que contiene metales preciosos de 40 países. Estos esfuerzos apoyan la reutilización de metales, minimizan los desechos electrónicos y resaltan la importancia de que la cadena de valor se una.
Este tipo de iniciativas logran un impacto positivo en el medio ambiente e impulsan una economía más circular, en la que los recursos se utilizan de manera más eficiente y se reduce el desperdicio. Además, gracias a los avances obtenidos en la investigación y el desarrollo de nuevos enfoques para conservar los ecosistemas, se garantiza un futuro próspero y equitativo para todos en un planeta saludable y sostenible. Sin embargo, también es importante reconocer que la tecnología no es una solución mágica y automática a todos los problemas del mundo, sino que debe ser desarrollada y utilizada de manera responsable y ética. Solo así la industria podrá mitigar correctamente los riesgos medioambientales, generar valor al sector e identificar nuevas oportunidades para aplicar la tecnología en abordar los problemas más complejos de la sociedad. El escenario aún es desafiante, pero la acción está en marcha.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Reciclaje en Latinoamérica.