Son una multinacional de bebidas de origen peruano con presencia en 26 países de Latinoamérica, Asia, y África. Es la cuarta compañía en volumen de ventas en bebidas sin alcohol y el tercer productor en los países donde opera. Acaban de recibir el premio IPAE Acción Empresarial por el proyecto ‘Machu Picchu Carbono Neutral’. Uno de sus principales retos es continuar democratizando el consumo de bebidas de buena calidad a un precio justo.
Gianina Jiménez, jefa de Comunicaciones, Sostenibilidad y Asuntos Corporativos de Aje Group Perú, señala que la transnacional peruana nació hace 34 años en la provincia de San Miguel, en la región Ayacucho. “Comenzamos nuestras operaciones en el sector de bebidas carbonatadas y al día de hoy contamos con un amplio portafolio. Es un orgullo para todos los peruanos que una empresa peruana, de origen ayacuchano esté creciendo a pasos agigantados y liderando la Revolución Natural”, señaló en entrevista para Corresponsables.
¿Cuál es la importancia que tiene para Aje la responsabilidad social y cómo la vienen ejecutando? ¿Cuáles son sus principales áreas estratégicas?
Como compañía líder en el sector trabajamos enfocados en incorporar la sostenibilidad en toda nuestra cadena de valor enfocados en seguir liderando una Revolución Natural, en donde podamos atender las necesidades de la madre naturaleza, como lo hicimos en nuestros orígenes en San Miguel, Ayacucho.
Nuestra estrategia de sostenibilidad se enfoca en desarrollar tres pilares: 1) proteger la biodiversidad y el medio ambiente, a través del desarrollo de cadenas de valor productivas, sostenibles y biodiversas, en alianzas con entidades públicas, privadas y sociedad civil. 2) Comunidades, alineado a contribuir y empoderar a las comunidades en donde operamos; y finalmente 3) el desarrollo de ciudades sostenibles bajo un modelo que promueve la economía circular, como el proyecto de Machu Picchu Carbono Neutral. De esta manera es cómo lideramos la puesta en valor de la biodiversidad y el legado cultural en los países donde operamos.
¿Cuáles son esas iniciativas que vienen desarrollando bajos los pilares que nos acabas de mencionar?
En medio ambiente y biodiversidad estamos desarrollando productos que contribuyen a la preservación de la naturaleza. Hemos creado un movimiento llamado Amarumayu, que nos permite trabajar en alianza con comunidades amazónicas. Por ejemplo, del Pacaya Samiria obtenemos súper frutos como el camu camu y el aguaje, insumos que son incorporados a nuestra línea de bebidas Bio Amayu, todo esto bajo un modelo de recolección sostenible, respetando los ciclos de la naturaleza y con un comercio justo. Esto lo hacemos además en alianza con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) y Partnerships for Forests, del gobierno británico.
En ciudades sostenibles, estamos contribuyendo a promover el adecuado manejo de residuos en la ciudad de Machu Picchu. Esta alianza estratégica constituida por Inkaterra, Grupo AJE, la Municipalidad Distrital de Machu Picchu y SERNANP, nació a raíz de manejo de residuos en el santuario, por la cual en el 2016 UNESCO evaluó la inclusión de la ciudadela inca en la lista de Patrimonios Mundiales en Riesgo.
Entonces, trabajamos de este modo con otras organizaciones alineadas al ODS-17 que tiene que ver con las alianzas estratégicas, y también al ODS-15, que es cómo podemos desarrollar cadenas de valor productivo sostenible.
¿Cómo lograron que el complejo arqueológico de Machu Picchu sea retirado de la lista de patrimonios mundiales en riesgo?
Una de las acciones más importantes generadas por el Grupo AJE, a través de su marca de agua “Cielo” e Inkaterra, fue la implementación de dos Compactadoras de Residuos Plásticos para Machu Picchu Pueblo y el Camino Inca, cada una con capacidad de procesar 7 toneladas diarias de desechos PET. A esta donación siguió la implementación de la Planta de Biodiesel, que evita la llegada de 1,000 galones residuos de aceite vegetal al río Vilcanota, generando oportunidades de trabajo en la producción de combustible eco-amigable y en glicerina libre de químicos.
Otras iniciativas implementadas para el cuidado medioambiental por parte de los socios estratégicos son el Pirolizador de Residuos Orgánicos: Procesa basura orgánica a altas temperaturas para la obtención de biocarbón y evita la emisión de Gases de Efecto Invernadero (Metano y Dióxido de Carbono). El biocarbón generado es usado por la comunidad como abono y por el Sernanp en sus tareas de reforestación del santuario. Finalmente, la Trituradora de vidrio, que produce arena a partir de vidrio triturado, con lo cual se mitigará la extracción de arena de las riberas del río Vilcanota para así reducir la erosión que pone en peligro la integridad de Machu Picchu Pueblo.
Ahora que habla del tema de acercamiento con la población y con los negocios de Machu Picchu ¿qué importancia tiene para Aje la comunicación de la responsabilidad social y cómo lo vienen trabajando?
Más que comunicar las acciones que estamos haciendo dejamos que las acciones hablen por sí mismas. La comunicación cumple un rol muy importante para nosotros y es por eso que ponemos nuestras marcas al servicio de estos propósitos. No solo agua Cielo es protector de Machu Picchu, sino también de islas Galápagos (Ecuador) y como AJE, nos unimos a la UNESCO para proteger el centro histórico de Ayutthaya (Tailandia). Entonces, nuestra estrategia comunicativa se apoya mucho en nuestras marcas líderes para sensibilizar a nuestros consumidores. Acabamos de traer 18 toneladas de plástico PET de Machu Picchu, que serán transformadas en nuevas botellas, promoviendo así la economía circular.
¿Cómo percibe la actual situación de la responsabilidad social en el Perú y cuáles son los desafíos?
Estamos pasando de un modelo donde las empresas decían que la responsabilidad social era una acción que deberían tener para minimizar los impactos de sus operaciones, a un modelo de negocio sostenible y en donde los impactos se miden positivamente. En cuanto a la situación de Perú, si bien es retadora, son cada vez más más empresas las que siguen este modelo. Sin embargo hay una gran oportunidad para trabajar enfocados en el desarrollo de cadenas de valor sostenibles y bio negocios locales, que con un poco más de incentivos del Estado se podría generar una mayor incidencia.
Finalmente ¿Cuáles son los próximos retos y desafíos que tiene Aje en responsabilidad social y cómo la llevarán a cabo?
Queremos seguir liderando la Revolución Natural, ofreciendo bebidas de buena calidad y que generen impactos positivos a un precio justo. Hoy estamos ampliando nuestro portafolio con este enfoque y se vienen cosas increíbles. Respecto a nuestras marcas y a nuestra línea Bio Amayu, vamos a desarrollar nuevas categorías con la visión de hacer productos que sean buenos para el planeta, buenos para la salud y buenos para las comunidades.
Vamos a seguir trabajando enfocados en que nuestros colaboradores incorporen la sostenibilidad en todas sus decisiones. Además, es importante tener en cuenta los indicadores porque lo que no se mide, no se avanza. El año pasado presentamos nuestro primer reporte de sostenibilidad; este año estamos trabajando el segundo y el tener estos resultados, por áreas, nos va a permitir seguir avanzando hacia nuestros objetivos de liderar la revolución natural, promover la economía circular y de desarrollar un portafolio de alta calidad democratizando el consumo.
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